Presentamos una muestra poética del autor Sherko Bekas. Es uno de los padres de la poesía kurda moderna. Nació en 1940 en Silêmanî, en el sur de Kurdistán. En 1968, publicó su primer poemario Tirîfey Helbest. Durante su vida publicó más de 40 poemarios—de hecho, es conocido como El emperador de la poesía kurda. Vivió exiliado en Suecia de 1987 a 1992. Allí, fue miembro de la Unión de Escritores de Suecia, grupo que le concedió el premio de la Beca Tucholsky del Pen Club de Estocolmo en 1987. Ese mismo año, también recibió el Premio a la Libertad de Florencia. En el 2013, murió de cáncer en Estocolmo y regresaron su cuerpo a Kurdistán para enterrarlo en Silêmanî. Sus poemas se han traducido al arabe, persa, turco, inglés, sueco, danés, holandés, italiano y francés—y ahora al español por Jiyar Homer y e Isabel López.
Halabja, una herida interminable: 5 poemas de Sherko Bekas
Traducido del kurdo por Jiyar Homer e Isabel López
El 16 de marzo de 1988, durante los últimos días de la guerra entre Irán e Irak, el régimen baazista de Irak masacró la ciudad de Halabja en Kurdistán con gas venenoso, como parte de la Operación al-Anfal. El ataque le arrebató la vida a más de cinco mil kurdos inocentes y dejó a más de diez mil heridos. La ciudad quedó completamente destruida. Las familias sobrevivientes se desplazaron a Irak, Irán y varias ciudades de Kurdistán como Silêmanî. Sin personas, sin animales y sin colores; sólo quedó una ciudad vacía y gris, carente de vida.
La masacre de Halabja fue el mayor ataque químico dirigido contra una población civil en la historia. Fue un genocidio, cosa que le tomó al Tribunal Penal Superior iraquí más de veinte años reconocer.
Los efectos del gas mostaza permanecen en la atmósfera de Halabja—y en sus habitantes—aún treinta y tres años después de la masacre. Cuando visité Halabja el año pasado, sentí la tristeza en los ojos de la gente y la dureza en el aire. Fue raro, y sumamente doloroso. Tomé fotos del monumento conmemorativo, los museos, el cementerio y otros restos de la masacre que podrán ver en los poemas a continuación.
Sherko Bekas (1940-2013) fue un gran poeta kurdo (y uno de mis favoritos) que escribió decenas de poemas sobre las catástrofes de Anfal y Halabja. No he visto Anfal con mis ojos, pero sí a través de los de Bekas, gracias a su poesía. Escucharlo recitar el poema El cementerio de las linternas te afecta mucho más que leerlo: las imágenes se forman frente a tus ojos, van más allá de tu mente y penetran tu corazón. Cada vez que él grita “¡No fue un sueño, la niña! no fue un sueño…’’ mi alma y mis huesos tiemblan. No puedo soltar mi cigarrillo. Se me hace difícil respirar, como los niños de Anfal que fueron enterrados vivos en el desierto antes de tomar su último respiro y cerrar sus ojitos para siempre, o como los bebés de Halabja que luchaban desde sus cunas contra el gas venenoso por un respiro más.
Los poemas cortos que traduje con Isabel López, una joven traductora venezolana, son tan sólo una muestra de las obras maestras de Bekas. Isabel se unió al proyecto de Halabja: una herida interminable cuando era apenas una idea en mi mente. Tras varias llamadas con nueve horas de diferencia, y más horas aún al frente de la computadora discutiendo la traducción de cada palabra, terminamos este proyecto del cual estamos muy orgullosos. Sin su ayuda, este proyecto no hubiese sido posible.
Jiyar Homer
La respuesta
Después del sofocamiento de Halabja,
Escribí una larga queja a Dios.
Antes de leérsela a la gente,
Se la leí a un árbol,
Y el árbol lloró.
A un lado,
Una paloma mensajera,
Dijo: “¿Quién te la llevará?
Si esperas que yo la lleve,
No alcanzará el trono de Dios”
Más tarde en la noche,
El ángel de luto de mis poesías,
Dijo: “No te preocupes por nada,
Yo te la llevaré hasta arriba,
Hasta la Vía Láctea,
Pero no te prometo que Él mismo tome la carta;
Sabes, ¿quién puede encontrar a Dios el grande?”
Yo le respondí: “Gracias, puedes volar”
Él ángel de la inspiración
Voló
Con mi queja en su mano
Y al día siguiente regresó.
En la parte de abajo de la misma queja,
El secretario número cuatro del oficina de Dios,
Llamado Obaid,
Me escribió:
“¡Idiota! Tradúcela al árabe,
Nadie entiende kurdo aquí
¡Y así no se la entregaremos a Dios!’’
Un poema colaborativo
El día que Dios
Lloró sobre Halabja
Yo en la tierra
Con esas gotas de lágrimas
Escribí ese río de poemas
Que luego yo nombré:
¡El eco del poema colaborativo
Entre los kurdos y los ojos de Dios!
Dentro de la cabeza de Halabja
En el interior de todas mis piedras hay una flor
En el humo de todas mis heridas hay un sol
En el cielo de mi sangre hay un ave y
En dentro de la cabeza de mi Halabja;
La flor y el sol y el ave y el juego
Y todo el amor existen.
1995
Un telégrafo, no es de prisa… ni tampoco es un poema
En nombre de Halabja y cinco mil lunas
En nombre de Mawlawi* y cinco mil flores
En nombre de Goran**
y cinco mil palomas
A los científicos ingeniosos de: El país de Pushkin, El país de Jack London,
El país de Byron, El país de Juana de Arco, El país de Bismarck,
El país de Garibaldi, El país de Van Gogh,
El país de… El país de… El país de…
¡Gracias por ese regalo que colectivamente en la mañana del dia 16/3/1988
Desde Bagdad enviaron a las flores, las palomas,
los niños y la poesía de Kurdistán!
Halabja
Fue el 14 del mes
Sobre Goizha***
El viento me robó el bolígrafo
Cuando lo tomé de nuevo y escribí con él
Volaron, de bandada en bandada, mis palabras
Fue el 15 del mes
Sirwan****me robó el bolígrafo
Cuando lo tomé de nuevo y escribí con él
Se convirtieron en peces, mis poemas
Fue el 16 del mes
¡ay¡ el 16 de mes
Sharazur*****me robó el bolígrafo
Cuando me lo devolvió para escribir
Se secaron, como Halabja,
Mis dedos.
1988 – Londres
_______________________________
*Abdulrahim Mela Said Mawlawi Tawagozi (1806-1882), fue un poeta clásico kurdo nacido en Halabja.
**Abdulla Goran (1904/05-1967) fue un poeta, periodista, activista político, profesor y políglota kurdo de Halabja. Es considerado el padre de la literatura kurda moderna. Como poeta, se esforzó por rechazar influencias extranjeras, en particular la métrica y el vocabulario de la poesía árabe clásica, a favor de los ritmos y las palabras kurdas más antiguas. Sus traducciones literarias incluyen El príncipe feliz de Oscar Wilde del inglés al kurdo, cuando en ese tiempo saber el inglés era muy raro en Kurdistán.
***Goizha: una montaña en Silêmanî.
****Sirwan: un río entre el oriente y el sur de Kurdistán.
*****Sharazur: una llanura entre Silêmanî y Halabja, situada en la parte sureste del sur de Kurdistán.
Jiyar Homer es un traductor, editor, cinéfilo y entusiasta de los idiomas de Silêmanî, en el sur de Kurdistán. Habla kurdo, inglés, español, árabe, persa y está aprendiendo portugués. Es un coeditor y traductor en la revista kurda Îlyan. También fue cofundador y coeditor de la revista kurda de cine Cine-na, desde sus principios en el 2017 hasta su clausura en 2018. Ha traducido obras de ficción, entrevistas, ensayos y poemas de autores como Borges, Cortázar, García Márquez, Bolaño, Rulfo, Paz y Neruda del español al kurdo, y se han publicado en varias revistas y periódicos de Kurdistán. Sus traducciones al inglés han aparecido en World Literature Today y The Brooklyn Rail. Actualmente, está traduciendo los cuentos de Farhad Pirbal al inglés con Alana Marie Levinson-LaBrosse y los poemas del mismo al español con David Shook.
Isabel López es una traductora, editora y estudiante de Economía y Relaciones Internacionales venezolana, que debido a la debilitante crisis en su país, emigró a los Estados Unidos en busca de nuevas fronteras. Además de abogar por los derechos de las mujeres y la democracia en América Latina, trabaja como editora en Memphis Cartonera traduciendo textos de todo tipo y dirigiendo workshops con el fin de democratizar la literatura, preservar la herencia cultural a través del lenguaje y contagiar a los demás de su amor por las palabras. Actualmente, está elaborando un volumen colaborativo de Crónicas de Covid-19.