Kelly A.K es Literata por la UIA, maestra en teoría crítica por 17, Instituto de Estudios Críticos, donde realizó una tesis erótica. Becaria del FONCA 2009-2010 en el área de novela, se la pasa buscando secretos para su novela gorda. Es coordinadora de información del programa de ciencia “La oveja eléctrica” de canal 22.
Re-encuentro
(6 de noviembre 2006)
Se ahoga.
Lo sé porque todas las palabras que debía haber emitido hace años y siglos y segundos no las dice.
Olvidó
cuáles eran dentro de la autoflagelación que vive en las asperezas de su devenir.
Si no respira no puede hablar, pero también olvidó lo que era respirar.
El aire en algún momento tenía la textura de aceite hirviendo color azul claro, como el mar caribe arrasado por huracanes que únicamente querían platicar con las palmeras.
Eras tú así.
Cuando te conocí no hablabas, los sonidos no tenían tu voz, y su significado era ajeno a cualquier cosa que se albergara dentro de la constelación de tus emociones.
Veías las estrellas con saudade y llorabas como esos cocodrilos que conocimos juntos; esperando a que alguien llegara a hacerte reír,
o simplemente a dormir a tu lado para que las pesadillas no osaran meterse entre
tus párpados.
Así eras tú.
Cuando intentaba meterme dentro de tu caparazón para ver las acuarelas desgastadas por el granizo, pintando el pavimento de tu dolor.
Me veías
y tus pupilas se agrandaban, invitándome a entrar, mientras tus brazos se cerraban en torno a tu pecho, huyendo de cualquier caricia que mis ojos invadieran tu ser.
En algún momento me enamoré del fantasma que sabía que no eras tú, pero que me otorgaba la paz de saber que quizás,
adentro,
te podía encontrar.
Nuestras conversaciones se limitaban a los contornos de nuestros cuerpos.
Y nunca entendiste lo que mis manos dibujaban sobre tu espalda.
Historias de nuestro pasado que nunca compartimos,
historias de los sueños que no tuvimos,
historias del presente que se escapaba entre nuestros dedos.
Te enamoraste de mi, de mi eterna búsqueda dentro de tu suspiro. Creo.
7 nov
Perdí mis sueños dentro de ti.
18 de septiembre 2006 – 9 marzo 2010
Decidió que era momento de renacer.
Había perdido palabras,
buscó durante todo un día y cuatro noches;
en momento de insomnio inconsciente, notó sus dedos inflamados.
La parte de los dedos más lejana de la mano parecían ampollas,
suavecitas,
cual dedos de rana buscando dónde engancharse para observarte durante varias horas.
Corrió desde el tapete en el que estaba acostada,
la habitación empequeñecía
y manos se arrastran por el suelo.
Las ventosas inexistentes tomaron lo que buscaban:
una pluma.
Y comenzó a escribir.
Todas las palabras que se habían escabullido por entre sus pensamientos acabaron en sus dedos, deseando ser escritas.
No sé si debería decir qué fue lo que escribió aquella madrugada y tres días más.
Basta con decir que toda su piel quedó marcada de aquellas palabras que ella no había podido pronunciar por tanto tiempo.
Se le olvidó que también
a las palabras
se les pierden cosas cuando se aglutinan así.
19 de noviembre 2006 – 9 marzo 2010
en un viaje al desierto descubrió que ella también tintineaba,
como las estrellas.
Tal vez era un manto negro que cubría una infinidad
luz,
y un niño travieso con unas tijeras, comenzó a hacerle agujeros para que nosotros viéramos luces a millones de años de distancia.
¿Ella era un agujero, o una luz?
Viajó en el universo,
viajó en su infinito,
viajó en un atardecer que parecían olas de color que se embuchaban encima de la oscuridad.
Se encontró a si misma,
viendo cómo un arbusto
contrastaba sus espinas
con los colores
que las montañas presentaban ante un testigo único.
Ella.
Datos vitales
Kelly A.K. no cree ser poeta, pero por ahi le dijeron que su prosa es más que prosa. Literata por la UIA, maestra en teoría crítica por 17, Instituto de Estudios Críticos, donde realizó una tesis erótica. Actualmente publica por donde se puede, crónica, cuento y resulta que ahora, también poesía. Becaria del FONCA 2009-2010 en el área de novela, se la pasa buscando secretos para su novela gorda. Traductora (de lenguas, aunque le gustaría hacerlo entre personas), profesora (hace todo lo posible por (no) seducir a sus alumnos, coordinadora de información del programa de ciencia “La oveja eléctrica” de canal 22. Sus insomnios se encuentran en: www.parentesisk.blogspot.com