Foja de Poesía No. 037: Samuel Trigueros.

Samuel Trigueros

Samuel Trigueros (Honduras, 1967). Es Autor del libro El trapecista de adobe y neón. Mereció el Premio Único de Cuento Súbito-Centro Editorial. S.P.S. 1991. Obtuvo Mención de Honor para Poetas Jóvenes. Revista Mairena. Río Piedras, Puerto Rico. 1992. con el libro Amoroso signo. Primer Premio Poesía. Lira de Oro Olimpia Varela y Varela 1988 de Honduras con el poemario Todo es amor tras esta nostalgia. Miembro fundador y primer director del Colectivo de Poetas Paíspoesible.

Su poesía después del salto.

Tríptico por la luz

I

La luz recuerda,
exhausta,
en honda sombra,
el breve instante en que las llamas
levantaron su imperio por el cielo;
quieta, recuerda vastos pueblos,
los caballos o relámpagos tensos girantes en la hierba,
alzados en el esplendor de su victoria.
En el confín dorado del abismo
mira su antigua rueda de milagros,
la catedral fugaz de su mentira
y oscurecidos prados donde muriera el canto.
Desconsolada llega la penumbra.
Tiempo de ver fluir lo inexorable,
el sueño de verdad, la tarde,
por el declive turbio de las aguas.
Tiempo de estar, perdido con el barro
que sostuviera al cuerpo en fulgurancia.
Lo que en el claro día palpitó sucumbirá a la noche:
el bosque entre las hojas en la hora iluminada,
las palabras cruzando como pájaros,
el viento que olvidamos en los labios,
los continentes blancos en lo alto,
las invisibles manos
que alzan el heno en límpidos oleajes.
El girasol que abren y agostan los amantes
será materia,
débil materia del sueño incinerado.
La luz perdida toca en la tiniebla
los callados vestigios, los fragmentos,
la casi nada de su blanco cuerpo de memoria;
sabe que no retorna
la mansa espiga que el invierno uniera con el cieno,
que sólo es polvo el oro de su reino.
Y nada queda.
Y nada fue, sino la luz,
la vida,
el sueño en la distancia.

II
Lejos pasó la luz.
En los espesos bloques de la noche fluyen,
heridos, los instantes.

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