Entrevista a Jorge Enrique Adoum

Jorge Enrique Adoum

El quiteño Miguel Molina Díaz nos presenta una muy interesante entrevista con el recientemente desaparecido Jorge Enrique Adoum (Ambato, 1926-Quito, 2009), poeta fundamental de la poesía ecuatoriana y latinoamericana.

 

De ti naci y a ti vuelvo, arcilla, vaso de barro, con mi muerte yago en ti, en tu polvo enamorado. Son los versos de la estrofa de Jorgenrique Adoum en la canción “vasija de barro”. El Turco Adoum, uno de los escritores ecuatorianos más prominentes de todos los tiempos, después de haber vivido enamorado de la literatura, la creación, las causas sociales y la poesía, fue enterrado en el vientre oscuro y fresco de una vasija de barro, como era su voluntad, junto a su amigo entrañable, Oswaldo Guayasamín. 

            Pero fue el 12 de mayo pasado, 52 días antes de su partida, cuando el maestro Adoum me respondió una entrevista en la cual comprendí que él no podría morir jamás, su trascendencia legendaria quedará para siempre y él allí. Adoum no pretendía parecer sabio, era un hombre sencillo y agradecido, su modesta voz cargaba el peso de sus más de ochenta años pero sus palabras inspiraban la fuerza de una juventud que en él era eterna. Quedé en comunicarle los detalles sobre la publicación de la entrevista y él, con la tranquilidad que lo caracterizaba, me escribió: “espero que sea del agrado de ustedes”.

            Así era Jorgenrique Adoum, un eterno enamorado, un cazador de utopías, con cuyos ideales dio sentido a las palabras y luchó por hacer realidad los sueños. Por eso lo recuerdo con la vitalidad del día que respondió a mis preguntas.

 

-¿Cuál es el tema o temas de Jorgenrique Adoum al momento de escribir?

 -Depende del momento, pues es el que impone el tema. Pero en todos los textos se refiere de alguna manera a Ecuador.

-¿Considera que ha logrado crear un personaje inolvidable?

-No. Tengo solo dos novelas y un libro de novelas cortas que son los géneros en que puede darse esa posibilidad. No he buscado, ni se me ha ocurrido nunca crear un personaje inolvidable.

-¿Por qué y para qué escribe Jorgenrique Adoum?

-Porque es inevitable y para seguir vivo.

-¿Qué es lo más difícil que le resulta al momento de escribir?

-Encontrar las palabras precisas para cada tema.

-¿Cuándo empezó a hacer poesía tenía algún modelo de escritor al que quería imitar?

-Nunca, ni siquiera en esa época, traté de imitar a alguien.

-¿En alguno de sus personajes u obras se puede ver reflejado Jorge Enrique Adoum?

-En todos y en todas. Tienen siempre algo de autobiografía, algo de confesión.

-¿Escribe o intenta escribir pensando en el libro que le gustaría leer?

-No. Pienso, más bien, en el libro que me gustaría escribir.

-¿Cuál fue el momento más difícil que tuvo que enfrentar como escritor?

-Cada vez que comienza a obsesionarme una idea, que no puedo evadir, y debo decidir la forma que he de darle y encontrar las primeras palabras.

-¿Considera que la literatura puede cambiar los esquemas de una sociedad?

-Creo que sí, siempre lo ha hecho, a tal punto que parecería ser su objetivo principal.

-¿Qué es lo mas trascendental que le dejó su amistad con Pablo Neruda?

-La certeza de que yo estaba en el camino correcto.

-¿Siente temor por la crítica?

-Ningún temor: me da lo mismo que sea elogiosa o negativa, leerla o no leerla. Y eso desde la edad de 14 años.

-¿Cómo se siente Jorgenrique Adoum con su labor literaria de más de 50 años?

-Sigo buscando el libro que no he podido escribir desde hoy, ése que justificaría mi existencia.

¿Qué significa para usted la medalla “Alejo Carpentier” que le otorgaron en La Habana?         

-Como todos los actos de esa índole, me pareció inmerecido. Pero ése lo atribuí, como era lógico, a la amistad que hubo entre los dos.

-¿A qué atribuye que sus obras tengan notoriedad internacional?

-¿Cree usted que la tienen?

-¿En qué proyecto está trabajando actualmente?

-Estoy corrigiendo De cerca y de memoria y reescribiendo Ecuador: señas particulares. Esas dos tareas se han interpuesto en mi trabajo habitual.

-Los índices de lectura en el Ecuador son notablemente inferiores a los de otros países, ¿a qué le atribuye usted esta falta de gusto por la lectura?

– A la falta de conocimiento de la lectura y todo lo que ella aporta. Y de esto son responsables los padres de familia y los profesores que, a su vez, sufrieron de lo mismo por las mismas causas.

-¿Cree usted que los jóvenes del país leen y conocen literatura ecuatoriana?

No. Ni la ecuatoriana ni ninguna otra.

-¿Cree usted que desde los colegios se está impulsando la lectura como medio expresión y adquisición de conocimientos?

-No

-¿Cuáles son los impulsos que faltan y de qué sectores para que los escritores ecuatorianos puedan publicar sus obras?

-Creo que corresponde a todas las instituciones favorecer la edición de libros, porque es una situación de emergencia. Cierta vez que el Ministerio de Gobierno había ayudado a una editorial que publicó, junto a otros, un libro mío, un fiscal de la república dijo que eso era como si el Ministerio de Relaciones Exteriores construyera una carretera… Al parecer, tal ha sido la concepción general en esta materia…

-Finalmente, ¿qué consejo daría a los jóvenes que desean iniciarse como escritores?

-Desconfío de quienes quieren ser escritores, me interesan los que quieren escribir, que no es lo mismo. No suelo dar consejos a nadie pero, en este caso les diría que aprovechen cada momento que les deje libre otras tareas, para leer y escribir.

 

 

Datos vitales 

Miguel Molina Díaz es vocero y representante oficial de la escuela de lideres Ecuador, organización de jóvenes reconocida por el COMPINA y por la OMS. Estudio en el Colegio SEK- Los Valles, del cual ha sido representante estudiantil en varias ocasiones. Es editorialista de la Revista Cosmo Valles.

 

 

**Estimado compañero Miguel: Me alegra poder enviar la entrevista con mi respuesta dos días antes del plazo (15 de mayo) que usted me dio cuando hablamos por teléfono. Espero que sea del agrado de usted. Espero que me acuse recibo. Les deseo éxito. Va un abrazo a los compañeros que trabajan en la terea de la revista y otros, mas estrecho, para usted.

Jorgenrique

 

 

 

 

Podría ser también

 

Un bar. De noche, es evidente

Podría ser también un cabaret o un teatro.

Música de piano. O un bandoneón. Quizás una

 guitarra.

Tal vez, también, una canción. Depende:

Un tango, un bolero, una nostalgia griega,

algo impalpable, como un blues, inalcanzable

como los muslos de es muchacha de Venecia

que te mira desde el fondo de tu vaso.

Recordar, cuando uno es o esta solo , duele más

Que imaginar: eso es lo que queremos demostrar.

El micrófono aumente la verdadera voz, la

ausencia:

se trata del viaje a una mujer como a una ciudad

a la que no se llega por invisible, por distante.

Y si uno llegara y estuviera allí, en ella,

va a tratarse, con esa música, de una separación

que será para siempre, como siempre.

¿A quien culpar? ¿Son destino el país

que no tuviste, la mujer en la que no encontraste?

una compañía -cualquiera-  más o menos

conyugal,

o recién hallada, digo más o menos duradera,

nunca la querida no buscada, nunca la presentida,

destruiría esa sensación agridulce o dulceamarga

de lo que no es, lo que no fue, sin que importen

la voz o el rostro que le pertenecen,

tampoco la edad que sus piernas sostienen:

lo que no puede ser por que si no fuera no seria.

En el fondo dolería que no doliera.

Incluso que no doliera más de lo que duele.

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