Una carta erótica de George Sand y una respuesta versificada de Alfred de Musset

Presentamos, en versión de Camilo Rodríguez, la traducción  de una carta dirigida al poeta romántico Alfred de Musset y su corta respuesta. Una primera lectura permite observar su pasión y erotismo, pero estos se hacen aún más claros con una lectura de las líneas impares, cuyo sentido respeta la traducción en la medida de lo posible.

 

 

Referencia indispensable de las letras francesas, George Sand (1804-1876) es el pseudónimo de Amantine Aurore Lucile Dupin, baronessa Duvevant. Novelista, dramaturga, epistolar y periodista francesa que se sitúa dentro de los escritores más prolíficos del siglo XIX en Francia, con más de setenta novelas, piezas de teatro y epístolas en su haber literario.

Pionera del activismo en favor de las mujeres, Sand aprovechó su posición privilegiada para criticar abiertamente el matrimonio y la dominación masculina en medio de una sociedad pacata y conservadora. Asimismo, causó muchas controversias por su estilo de vestir claramente masculino (del cual viene, justamente, su propio pseudónimo y toda una moda vestimentaria), su agitada vida sentimental y su participación en la vida política e intelectual parisina, criticada por figuras como Charles Baudelaire, Friedrich Nietzsche y Julles Barbey d’Aurevilly.

Por su parte, Alfred de Musset (1810-1857) es uno de los emblemáticos poetas románticos de la segunda generación, que comparte junto a Victor Hugo y Alfred de Vigny. Célebre por su genio precoz y su vida bohemia, Musset deja un enorme legado literario dentro del cual destaca su serie de poemas Las noches [Les nuits] y su drama Lorenzaccio. A sus escasos  46 años de edad, Alfred de Musset fallece víctima de tuberculosis y en particular de una arritmia cardiaca que ahora se conoce como “El signo de Musset”.

 

 

 

Carta de Aurore Dupin (George Sand) à Alfred de Musset

 

Estoy muy emocionada de decirle que tengo

bien entendido que la otra noche usted tuvo

siempre unas ganas locas de hacerme

bailar. Guardo el recuerdo de vuestro

besar[1] y me gustaría mucho que sea

esto una prueba que yo pueda ser amada

por usted. Estoy dispuesta a mostrarle mi

afecto desinteresado y  sin cál-

culo, y si usted quiere verme también

desvelar sin artificio mi alma

toda desnuda, venga a hacerme una visita.

Charlaremos como amigos, francamente.

Le probaré que soy la mujer

Sincera, capas de ofrecerle la afección

más profunda y también la más estrecha

amistad, en una palabra la mejor prueba

que usted pueda soñar, ya que vuestro

espíritu es libre. Piense que el abandono que yo re-

pito es bien largo, bien duro y a menudo

difícil. Así es que soñando tengo el espíritu

grueso. Acuda entonces rápido y venga a

hacerme olvidar por el amor donde yo quiero

ponérmelo.

 

Post Data: Léala saltando las líneas pares.

 

 

 

Respuesta de Alfred de Musset

 

Cuando yo pongo a vuestros pies un eterno homenaje

Quiere usted que un instante yo cambie de rostro?

Usted ha capturado los sentimientos de un corazón

Que para adorarle formó el creador.

Yo le quiero, amor, y mi pluma delira que

Acueste sobre el papel lo que yo no me atrevo a decir.

Con cuidado de mis versos lea las primeras palabras,

Usted sabrá qué remedio traer a mis males.

 

 

 

 

Lettre d’Aurore Dupin (George Sand) à Alfred de Musset

 

Je suis très émue de vous dire que j’ai

bien compris l’autre soir que vous aviez

toujours une envie folle de me faire

danser. Je garde le souvenir de votre

baiser et je voudrais bien que ce soit

là une preuve que je puisse être aimée

par vous. Je suis prête à vous montrer mon

affection toute désintéressée et sans cal-

cul, et si vous voulez me voir aussi

vous dévoiler sans artifice mon âme

toute nue, venez me faire une visite.

Nous causerons en amis, franchement.

Je vous prouverai que je suis la femme

sincère, capable de vous offrir l’affection

la plus profonde comme la plus étroite

amitié, en un mot la meilleure preuve

que vous puissiez rêver, puisque votre

âme est libre. Pensez que la solitude où j’ha-

bite est bien longue, bien dure et souvent

difficile. Ainsi en y songeant j’ai l’âme

grosse. Accourez donc vite et venez me la

faire oublier par l’amour où je veux me

mettre

 

NB : Relisez-la en sautant les lignes paires

 

GEORGE SAND (1835)

 

 

 

La réponse d’Alfred de Musset

 

Quand je mets à vos pieds un éternel hommage,

Voulez-vous qu’un instant je change de visage ?

Vous avez capturé les sentiments d’un coeur

Que pour vous adorer forma le créateur.

Je vous chéris, amour, et ma plume en délire

Couche sur le papier ce que je n’ose dire.

Avec soin de mes vers lisez les premiers mots,

Vous saurez quel remède apporter à mes maux.

 

 

 

 

 

[1] Es curiosa la historia de la palabra “Baiser” en Francia, que traduce en principio como “Besar”. En el siglo XVII, esta palabra perdió su significado primario porque las parejas, en su relación epistolar, comenzaron a utilizar el verbo “besar” para expresar en lenguaje cifrado “hacer el amor” o “tener una relación sexual”. De esa manera, la palabra “baiser” comenzó a vulgarizarse y años después fue adaptada en el lenguaje coloquial como el vulgarismo que en español  se traduce a “coger”, “follar” o “tirar”. De hecho, uno de los primeros en emplearla en su sentido vulgar es el Marqués de Sade quien, en su Filosofía del tocador, escribió frenéticamente en 1785: “Vamos, Dolmancé, besala hasta la guardia!” [Vas-y Dolmancé, baise-la jusqu’à la garde], agregando una connotación sexual en la fuerza e impetuosidad del enunciado.

 

También puedes leer