Presentamos a Pablo Romay (Ciudad de México, 1976), poeta, periodista, fotógrafo y piloto aviador. Romay compiló Palabras en Poesía, diccionario poético por 50 poetas mexicanos, editado por Siglo XXI. A continuación un recorrido por su poesía.
Náufrago de tu océano
Soy todo tuyo, me posees
atraes con un movimiento
una mirada, me quita el miedo, la ropa
me rodeas como noche bendita
siento mi piel hundirse en ti
tu inmensidad
tiemblas, tu océano se encrespa
tus blancas olas se agitan
avanza la tormenta
me inundas
me estremezco
te abrazo
como náufrago a medio mar
te aferro rendido
me entrego
me dejo ir
me voy
te despliego mis entrañas
y caigo
me recuesto en ti… ahogado.
Marinero
Desde que mi madre me tomaba en sus
brazos se entreveía.
Crecí admirando el mar abierto,
la marea de todos los días pasando frente a mi
las olas llamativas de todos tamaños.
Y me preparé para ser un marino;
hasta el día de hoy, me dispongo
con mi uniforme de cielo y sol
y mis ojos que escrudiñan los astros mirándome
listo a abordar el barco vivo
a navegar
a sucumbir
entre el oleaje inevitable
y la espumosa blancura de tus pechos.
Tus pechos me recuerdan al mar
fluyen a través de mí
refrescantes,
deliciosas olas juguetonas
golpean insistentes
mi proa pectoral
que se mece sobre ti
se abre paso ferviente
por tu mojada inmensidad oceánica
mientras nos entregamos como gaviotas
al infinito.
Mi mano y tu tierra prometida
Tu carne, sangre y huesos,
tu cuerpo misterioso acostaste junto a mi
en la negrura cubierta de la noche.
Tú dormías y despertabas con tu calor mis instintos.
Mi mano aventurera
se lanzó en una expedición a tu inmensidad
y acampando en tus valles te despertó poco a poco
se presentó
y la hiciste bienvenida
te fue tocando el espíritu en las partes sensibles de tu piel
se hizo tu amiga
y osada se metió como semilla a tu fértil tierra abierta
y se hizo tu amante
hasta que no hubo recatos
y te pusiste a bailar con ella en un
frenesí alocado
hasta caer rendida.
Pero mi mano no había saciado su sed…
Herida entre las piernas
Mujer terrestre,
pudorosa se esconde entre tus muslos,
reservada del mundo,
una herida que no sana entre las piernas,
una llaga de amor,
que exuda olores que despiertan los instintos,
ventilados por las faldas.
Altar donde nace el deseo,
boca que gime,
yo quiero lamer esa herida,
como curandero ancestral,
esperando curarte ese amor lastimado,
esa percepción de sexo débil,
dolor y placer en conflicto.
Párate, quiero darte un abrazo
Mi cuerpo es tu casa
tu cuerpo es mi hogar
en él me acuesto
me duermo, me meto
como hormiga me subo a tu cuerpo
recorro tus brazos
te hago cosquillas,
en tu ombligo juego
de tu piel respiro
de tu boca como
de tus senos bebo
en tus nalgas me detengo a descansar.
Como pájaro sobre Laurel de la India,
en tu cuerpo me refugio.
El mundo se vuelve húmedo
Despierto a la mitad de la noche
y no puedo evitarlo,
pensar en la última mujer que me ha impresionado,
tal vez alguna otra,
y entonces sucede:
el mundo se vuelve húmedo.
Como palabra
Como una palabra te formas,
parte por parte, te elevas
te pido
apareces frente a mi maravillosa
te muestras y no te tapa nada,
te quedas desnuda,
pero no te distingo, no te comprendo,
no entiendo lo que me quieres decir,
y te borras, te vas, te desunes
apareces con una nueva forma,
diferente,
más extraña, más significada,
menos entendida,
más palabra.
¡Agito la cabeza
la agito, la cabeza agito, la agito, la cabeza, agito,
agito la cabeza, agito la cabeza, la agito la cabeza, violentamente, con todas
mis fuerzas, con todo mi poder, mi energía, mi deseo,
mi rabia, mi frustración,
con la fuerza para romperme el cuello!
Muevo la cabeza, la reboto, la balanceo, la golpeo, la bailo,
la columpio, la pendulo, la hago girar, la agito, la cabeza,
la cabeza agito, la agito, la agito, en un vaivén frenético,
escuchando esa música de paraíso perdido,
metal pesado, melódico, poderoso,
y maravillosamente me ayuda a desahogar mi tristeza,
como si los movimientos bruscos literalmente me la sacaran de la cabeza.
Después de unos minutos de agitarla, me siento mejor, casi bien.
Hoy es día de muertos
Hoy es día de muertos
me visto y me pongo máscara
asisto así a mi junta de trabajo:
hay que aprovechar cada oportunidad
que tenemos
cada pretexto para disfrazarnos
cambiar de cara, de máscara, de sangre
para renacer, renovarnos
vernos de otra forma
mudar la piel
alivianar la solidez con que somos vistos
la visión de nosotros al espejo;
dejar de ser lo que somos
para ser lo que también somos
cualquier cosa
divertida, sabia, ligera, horrorosa,
todo.
Tu perfume
Tu perfume se metió en mi nariz
jugando,
como fantasma flotando
ondulante personaje de caricatura
dando vueltas sobre mí,
cosquilleándome las orejas
me toma por sorpresa
se ríe de mí
de la expresión en mi cara
atónita, extasiada
llena de amor por esas partículas que no son tuyas,
¿o sí?
vienen de ti, de tu piel, o tu espíritu
o de esa botella que compraste por 60 dólares.
Las palabras se me tropezaron
Las palabras que iba a usar para decir
lo que quería decir
se me tropezaron
en el último escalón del momento anterior a decirlo.
Se me regaron,
se abollaron, y se revolvieron.
Sucias de polvo literario y mental las recogí.
Intente ordenarlas en un rompecabezas,
dos mil piezas que no terminé a tiempo.
Y lo que había que decir se quedo corto, frustrado,
a media emoción y medio negocio,
y me hube de quedar en pedazos.
Espacio abierto
Subo, asciendo, remonto
salgo de espacios cerrados
me uno al cielo
siento el viento en la cara
observo las nubes
atravieso el horizonte inalcanzable
las siluetas de los edificios
los árboles manchas verdes
huelo la lluvia que se aproxima
escucho las palabras de los pájaros
como ondas de radio
los pensamientos del mundo llenan el espacio.
Surco el firmamento libre, puro, transparente.
Me muevo libre a través del cielo.
Hay que escribir todos los días
construir refugios de palabras,
casas, unidades habitacionales de 1,000
departamentos
hoteles o chozas
engendrar llantos
perseguir historias
aunque sea en las paredes, con crayones
aunque nos quedemos sin papel
o lápiz
en las tardes lluviosas
en la noche estampada
engraparnos la boca
encerarnos los oídos
tirarnos al silencio
esperar, escuchar
cazar las palabras
dormir con lápiz afilado y libreta junto a
la cama
y ensartarlas
escribir en sueños
o al despertar.
Nuestra primera noche
La noche se levanta y crecen las estrellas como crece mi deseo en tu piel.
Los poros se despiertan, los ojos nacen y vivimos aquello que hemos imaginado
tantas veces en noches separados,
mil caricias que surgen de tu ombligo del mundo.
Me enciendes, me iluminas.
Primer beso, no el primero,
último, no el último,
último pensamiento, primer sentimiento.
Abrazo de nuestros cuerpos que no saben a dónde van volando por el universo.
Tus suspiros me susurran como los vientos del mundo.
Nada existe.
La Luna rueda alta hasta desaparecer en el horizonte.
Nada queda.
Nuestra primera noche.
Todo…nada
Todo, todo, es todo, todo es todo, todo es.
Tenemos todo en común
los mismos gustos, pasiones, deseos, aspiraciones, carrera
poesía, arte, palabras, trabajos
aviación, talleres, viajes…
nada
tenemos nada en común
uno pensaría que todo esto sería suficiente para que estemos juntos,
para que te sientas atraída a mí como yo a ti
pero algo falta y tu ausencia lo llena todo como antes tus negros ojos
y no,
tenemos nada en común…
¡nada!
Vivir la vida
Nace el día
y despiertas y comes y trabajas
y termina el día
y comes y duermes
y pasa la vida y te levantas y hablas
y trabajas y caminas y comes
y duermes y piensas
o al menos lo crees,
y trabajas y te reproduces…
y comes y duermes y tratas de ser alguien.
Y pasa la vida y creces y estudias y trabajas
y trabajas
y hablas sobre la vida pero no vives,
no sueñas, no disfrutas.
Y pasa la vida. Todos los días lo mismo.
Pero la vida es para disfrutar, no para sobrevivir.
Pero nadie te lo ha dicho
y pasas los días haciendo lo que todos hacen,
lo que otros te han dicho que debes hacer.
Y mientes, te engañas, no amas.
Tienes miedo y te enojas y envidias.
Y lloras y comes y mueres.
Y tu vida no es más que la vida de un animal.
Otra preciada vida humana se te ha escapado de la vida, se te ha ido a la tumba.
Nadie te lo ha dicho.
Solo llegaste y solo te vas.
¡Vive tu vida
solamente tu vida!
Mi boca disponible
Aunque la noche se vuelque sobre nosotros
la piel se seque
se acabe el mundo
aunque me digas adiós
te sientas distante
no seamos más
que amigos,
mi boca siempre estará disponible
a tus labios.
Nimbe
Nimbe: Quizás masai/swahili para mujer de la tierra
Nimbus: Latin para nube. Cumulo nimbus: tipo de nube vertical, de tormenta
Nube tu nombre que tal vez no iba a recordar
Mujer del cielo y de la tierra
Nimbe Cumulo Nimbe
conjunto de ti, de células que forman tu temporal.
Camino
Aquí
no aquí,
para siempre
quisiera quedarme
aquí
no aquí en este lugar
aquí
en este estado mental.
Estamos en camino.
Costera 2009
Esperando
(las alas que nos llevarán alto a surcar los rincones extraviados del cielo)
con esperanza
inmersos en la espera
ocupándonos en lo que esperamos
y esperamos no esperar mucha espera.
El poema es una oración
Frecuentemente, antes de acostarme,
digo una oración,
otras veces, leo un poema
que me llena la piel
me reconcilia con el mundo
me aclara las confusiones del día
me hace perdonar a las personas que me decepcionan
me vuelve grande
y me descansa el espíritu listo para meterme entre las sabanas
pleno, lleno de gozo.
Frecuentemente, cuando termino de leer un poema,
tengo la sensación de haber dicho otro tipo de oración,
de haberle rezado a Dios.
(Sabines es un sacerdote, un hombre santo)
El silencio del sueño
Comienzo a despertar,
apenas,
salgo,
surjo,
de esa obscuridad
longitud callada
prolongada paz.
Letargia de muerte
de descanso eterno
espiritual, anímico
silencio reposante
sosiego del sueño.
Y comienza el murmullo
el zumbante dialogo interior
los pensamientos imparables:
mosquitos irreductibles del despertar.
Como corriente eléctrica generada en la cabeza,
bobina que se enciende,
el día es alumbrado.
No es el sol, es la electricidad generada por pensamientos
el ir y venir
elucubraciones del yo…
(no me hables)
(como el diálogo inevitable de mi madre)
-qué hora es-, -tengo que hacer-, dijo que-.
El juez, el rigoroso juez comienza,
el ruido,
el ruido de mi mismo.
¡Calla, deseo callar, que se calle!,
dormir, cerrar los ojos,
deseo regresar al silencio,
la blancura muda,
la larga paz,
vivir en el instante eterno,
aquí y ahora ilimitado,
Iluminarme.
Escuchar
Estoy en mi cuarto
sentado en mi sillón
escuchando buena música
leyendo un buen libro de aventuras
agusto.
De pronto me doy cuenta, después de un rato
no sé porqué
me siento incómodo.
¿Acaso es la música que no me deja concentrarme en la lectura
o es la lectura que no me deja disfrutar
la música
o algo más?
¿Qué sucede?
Sigo leyendo, escuchando
pero la sensación continua
paro, me detengo
observo, me observo
y entonces me doy cuenta.
Hay que saber escuchar
escuchar el mundo
escucharse a uno mismo, escuchar al cuerpo.
Lo que sucedía, y yo lo estaba reprimiendo por el deseo de leer:
necesitaba ir al baño.
Ojos de Dios
Te elevas, el cielo desciende,
crece, se enciende
se hunde sobre la Tierra
que se extiende, se moja
se funde.
En un gesto
saltas
estás en el aire en tu pájaro artificial
te fundes con el viento
se hace pequeño el mundo
te llena el placer de volar.
Es como si te pusieras los ojos de Dios,
entre las nubes
viendo desde lo alto
flotando
lejos de problemas que no te conciernen
los hombres diminutos
perspectiva omnipresente
todo.
Dueño del Mundo
Me he adueñado del mundo.
Me he declarado dueño por derecho
del azul del cielo
el murmullo del mar
las colinas montañosas vestidas de árboles
los pájaros cantándole a las flores
del viento acariciando los rostros de la Tierra
de todas las cosas del mundo que nadie reclama como propias
y no son mías, son de todos.
¡Me he adueñado de ellas, para ofrecerlas
una y otra vez
a todos los seres, todos los Budas, todos los Dioses del Universo!
-podemos decir que soy, a cada instante, creado por los otros.-
Witold Gombrowicz
Soy y no soy un idiota
Yo no soy así o de otra forma.
No soy de alguna manera así, o de alguna manera asa.
Soy de ninguna manera y de todas.
No soy esto o aquello.
Soy el mismo, y nunca el mismo.
Copia miserable de lo que seré.
Construimos nuestra imagen sólida, en nuestro mundo de ilusión.
Cuerpo renovado cada siete años, no hay nada en él que sea yo.
Soy y no soy.
El ser es solo una ilusión de lo que percibo como yo,
mi continuo mental.
¿Qué nos determina?
No me gustan las clasificaciones, que me definan.
Decir yo soy esto y por lo tanto no soy eso, ni aquello, ni lo otro.
Me gusta ser un poco todo, aunque un poco nada.
No decir “eso soy yo”, porque yo soy y no soy.
Soy todo y soy nada, soy esto y aquello, pero igual podría ser
eso
y lo otro, o lo contrario.
¿Por qué las circunstancias nos definen?
Exitoso por tener éxito; fracasado por fracasar?
Todo es un estado mental.
No quiero ser lo mismo, por si algún día me canso,
tener otras opciones, no sentirme derrotado, atorado, con limites.
Soy y no soy.
Quiero ser todo y también ser nada, listo a emprender un nuevo camino,
otro reto, una aventura,
libre con espacio para las posibilidades ilimitadas,
así como no tener nacionalidad, y ser de todas partes,
e irme a donde quiera, en cualquier momento.
Sí, soy eso que tú dices, pero no soy, también soy otras mil cosas.
Si me dices: -¡Eres maravilloso!, sonrío y pienso:
Si, gracias. Pero no me lo creo, ¡también soy un idiota!
¿Y qué queda? – nada,
no me puedes catalogar, no puedes definirme,
soy libre.
Inundación
Yazco acostado, como un muerto preparándose para la tumba.
Notas llenas de alegría
alegría llena de tranquilidad
tranquilidad llena de armonía
armonía llena de sentimiento en la música que me inunda
me envuelve
lágrimas desde mis ojos, piel, oídos
mojan la sabana
mi corazón vibra, busca paz
recordando,
recupero, busco reconciliarme con los momentos por los cuales escuchaba esta música en el pasado,
intentando recuperar,
reconciliarme con mi vida.
(a partir de volver a escuchar la pieza de piano “Angel”, de George Winston)
Saber esperar
Hace tiempo, y lágrimas
aprendí que no hay que escribirle poesía
a una mujer apenas conocida,
aunque a veces fallo,
porque en cualquier momento se va
se da media vuelta sin mirar atrás,
o una y media y desaparece de tu vida
y te deja flotando en el vacío como clavadista al que le desaparece el agua a medio aire
te deja encendido, buscando su saliva salvadora
con el verso ardiendo en la punta de los labios.
No, ahora sé esperar un poco más
lazarla fuerte, bien prendida, prendada
atrapada sin salida y entonces si
quitarme las máscaras, los uniformes, los disfraces
desnudarme la ropa, desvestirme la piel
hasta que no quede masque la arrobada inmensidad líquida del poema
inundando el alma.
Datos vitales
Pablo Romay (1976) es ciudadano del mundo y ciudadano mexicano, poeta, periodista, traductor de dos idiomas, fotógrafo, y de profesión piloto aviador. Es budista desde 1995, filosofía que influye en sus poemas. Como periodista freelance ha publicado en una decena de revistas. Estuvo en el portaviones T. Roosevelt para las últimas operaciones del jet F-14 Tomcat www.youtube.com/PabloRomay. Es coantólogo del libro: Palabras en Poesía, diccionario poético por 50 poetas mexicanos, Siglo XXI Editores, 2008, y está por publicar el libro Mi Mundo, poesía para niños chicos y grandes. Ha participado en lecturas de poesía en Praga, Londres, Paris, San Antonio Texas y México, y en eventos de poesía “Slam” y grupos de escritura en las dos últimas ciudades. Viajó y trabajó durante tres años por el cercano Oriente y Europa. Es miembro de la sociedad “Sun Poets” de los Estados Unidos y del grupo cultural Floricanto www.floricanto.blogspot.com/ que organizó el Encuentro Hispanoamericano de Poesía 2008. Ha sido invitado en el programa de radio del IMER ‘Letras para no dormir’, como parte de Floricanto, y también a una edición de poesía bilingüe en francés, inglés e italiano.
Sus blogs: www.pabloniaphoto.blogspot.com/, www.agreenearthblog.blogspot.com