Foja de poesía No. 098: Pablo Romay

 Pablo Romay

Presentamos a Pablo Romay (Ciudad de México, 1976), poeta, periodista, fotógrafo y piloto aviador. Romay compiló Palabras en Poesía, diccionario poético por 50 poetas mexicanos, editado por Siglo XXI. A continuación un recorrido por su poesía.

 

 

 

Náufrago de tu océano

 

Soy todo tuyo, me posees

atraes con un movimiento

una mirada, me quita el miedo, la ropa

me rodeas como noche bendita

siento mi piel hundirse en ti

tu inmensidad

tiemblas, tu océano se encrespa

tus blancas olas se agitan

avanza la tormenta

me inundas

me estremezco

te abrazo

como náufrago a medio mar

te aferro rendido

me entrego

me dejo ir

me voy

te despliego mis entrañas  

y caigo

me recuesto en ti… ahogado.

 

 

 

 

Marinero

 

Desde que mi madre me tomaba en sus    

    brazos se entreveía.

Crecí admirando el mar abierto,

    la marea de todos los días pasando frente a mi

     las olas llamativas de todos tamaños.

Y me preparé para ser un marino;

    hasta el día de hoy, me dispongo

con mi uniforme de cielo y sol

    y mis ojos que escrudiñan los astros mirándome

listo a abordar el barco vivo

     a navegar

a sucumbir

    entre el oleaje inevitable

y la espumosa blancura de tus pechos.

 

 

 

 

Tus pechos me recuerdan al mar

 

fluyen a través de mí

refrescantes,

deliciosas olas juguetonas

golpean insistentes

mi proa pectoral

que se mece sobre ti

se abre paso ferviente

por tu mojada inmensidad oceánica

mientras nos  entregamos como gaviotas 

al infinito.

 

 

 

 

Mi mano y tu tierra prometida

 

Tu carne, sangre y huesos,

tu cuerpo misterioso acostaste junto a mi

en la negrura cubierta de la noche.

Tú dormías y despertabas con tu calor mis instintos.

Mi mano aventurera

se lanzó en una expedición a tu inmensidad

y acampando en tus valles te despertó poco a poco

se presentó

y la hiciste bienvenida

te fue tocando el espíritu en las partes sensibles de tu piel

se hizo tu amiga

y osada se metió como semilla a tu fértil tierra abierta

y se hizo tu amante

hasta que no hubo recatos

y te pusiste a bailar con ella en un

frenesí alocado

hasta caer rendida.

 

Pero mi mano no había saciado su sed…

 

 

 

 

 Herida entre las piernas

 

Mujer terrestre,

pudorosa se esconde entre tus muslos,

reservada del mundo,

una herida que no sana entre las piernas,

una llaga de amor,

que exuda olores que despiertan los instintos,

ventilados por las faldas.

Altar donde nace el deseo,

boca que gime,

yo quiero lamer esa herida,

como curandero ancestral,

esperando curarte  ese amor lastimado,

esa percepción de sexo débil,

dolor y placer en conflicto.

 

 

 

 

Párate, quiero darte un abrazo

 

Mi cuerpo es tu casa

tu cuerpo es mi hogar

en él me acuesto

me duermo, me meto

como hormiga me subo a tu cuerpo

recorro tus brazos

te hago cosquillas,

en tu ombligo juego

de tu piel respiro

de tu boca como

de tus senos bebo

en tus nalgas me detengo a descansar.

Como pájaro sobre Laurel de la India,

en tu cuerpo me refugio.

 

 

 

 

El mundo se vuelve húmedo

 

Despierto a la mitad de la noche

y no puedo evitarlo,

pensar en la última mujer que me ha impresionado,

tal vez alguna otra,

y entonces sucede:

el mundo se vuelve húmedo.

 

Como palabra

 

Como una palabra te formas,

parte por parte, te elevas

te pido

apareces frente a mi maravillosa

te muestras y no te tapa nada,

te quedas desnuda,

pero no te distingo, no te comprendo,

no entiendo lo que me quieres decir,

y te borras,  te vas, te desunes

apareces con una nueva forma,

diferente,

más extraña, más significada,

menos entendida,

más palabra.

 

 

 

 

¡Agito la cabeza

 

la agito, la cabeza agito, la agito, la cabeza, agito,

agito la cabeza, agito la cabeza, la agito la cabeza, violentamente, con todas

mis fuerzas, con todo mi poder, mi energía, mi deseo,

mi rabia, mi frustración,

con la fuerza para romperme el cuello!

 

Muevo la cabeza, la reboto, la balanceo, la golpeo, la bailo,

la columpio, la pendulo, la hago girar, la agito, la cabeza,

la cabeza agito, la agito, la agito, en un vaivén frenético,

escuchando esa música de paraíso perdido,

metal pesado, melódico, poderoso,

y maravillosamente me ayuda a desahogar mi tristeza,

como si los movimientos bruscos literalmente me la sacaran de la cabeza.

 

Después de unos minutos de agitarla, me siento mejor, casi bien.

 

 

 

 

Hoy es día de muertos

 

Hoy es día de muertos

me visto y me pongo máscara

asisto así a mi junta de trabajo:

hay que aprovechar cada oportunidad

que tenemos

cada pretexto para disfrazarnos

cambiar de cara, de máscara, de sangre

para renacer, renovarnos

vernos de otra forma

mudar la piel

alivianar la solidez con que somos vistos

la visión  de nosotros al espejo;

dejar de ser lo que somos

para ser lo que también somos

cualquier cosa

divertida, sabia, ligera, horrorosa,

todo.

 

 

 

 

Tu perfume

 

Tu perfume se metió en mi nariz

jugando,

como fantasma flotando

ondulante personaje de caricatura

dando vueltas sobre mí,

cosquilleándome las orejas

me toma por sorpresa

se ríe de mí

de la expresión en mi cara

atónita, extasiada

llena de amor por esas partículas que no son tuyas,

¿o sí?

vienen de ti, de tu piel, o tu espíritu

o de esa botella que compraste por 60 dólares.

 

 

 

 

Las palabras se me tropezaron

 

Las palabras que iba a usar para decir

lo que quería decir

se me tropezaron

en el último escalón del momento anterior a decirlo.

Se me regaron,

se abollaron, y se revolvieron.

Sucias de polvo literario y mental las recogí.

Intente ordenarlas en un rompecabezas,

dos mil piezas que no terminé a tiempo.

Y lo que había que decir se quedo corto, frustrado,

a media emoción y medio negocio,

y me hube de quedar en pedazos.

 

 

 

 

Espacio abierto

 

Subo, asciendo, remonto

salgo de espacios cerrados

me uno al cielo

siento el viento en la cara

observo las nubes

atravieso el horizonte inalcanzable

las siluetas de los edificios

los árboles manchas verdes

huelo la lluvia que se aproxima

escucho las palabras de los pájaros

como ondas de radio

los pensamientos del mundo llenan el espacio.

Surco el firmamento libre, puro, transparente.

Me muevo libre a través del cielo.

 

 

 

 

 Hay que escribir todos los días

 
  construir refugios de palabras,
  casas,  unidades habitacionales de 1,000      

  departamentos
  hoteles o chozas
  engendrar llantos
  perseguir historias
  aunque sea en las paredes, con crayones
  aunque nos quedemos sin papel
  o lápiz
  en las tardes lluviosas
  en la noche estampada
  engraparnos la boca
  encerarnos los oídos
  tirarnos al silencio
  esperar, escuchar
  cazar las palabras
  dormir con  lápiz afilado y libreta junto a 

    la cama  

  y ensartarlas
  escribir en sueños
  o al despertar.

 

 

 

 

Nuestra primera noche

 

La noche se levanta y crecen las estrellas como crece mi deseo en tu piel.

Los poros se despiertan, los ojos nacen y vivimos aquello que hemos imaginado

tantas veces en noches separados,

mil caricias que surgen de tu ombligo del mundo.

Me enciendes, me iluminas.

Primer beso, no el primero,

último, no el último,

último pensamiento, primer sentimiento.

Abrazo de nuestros cuerpos que no saben a dónde van volando por el universo.

Tus suspiros me susurran como los vientos del mundo.

Nada existe.

La Luna rueda alta hasta desaparecer en el horizonte.

Nada queda.

Nuestra primera noche.

 

 

 

 

Todo…nada

 

Todo, todo, es todo, todo es todo, todo es.

Tenemos todo en común

los mismos gustos, pasiones, deseos, aspiraciones, carrera

poesía, arte, palabras, trabajos

aviación, talleres,  viajes…

nada

tenemos nada en común

uno pensaría que todo esto sería suficiente para que estemos juntos,

para que te sientas atraída a mí como yo a ti

pero algo falta y tu ausencia lo llena todo como antes tus negros ojos

y no,

tenemos nada en común…

¡nada!

 

 

 

 

Vivir la vida

 

Nace el día

y despiertas y comes y trabajas

y termina el día

y comes y duermes

y pasa la vida y te levantas y hablas

y trabajas y caminas y comes

y duermes y piensas

o al menos lo crees,

y trabajas y te reproduces…

y comes y duermes y tratas de ser alguien.

Y pasa la vida y creces y estudias y trabajas

y trabajas

y hablas sobre la vida pero no vives,

no sueñas, no disfrutas.

Y pasa la vida. Todos los días lo mismo.

Pero la vida es para disfrutar, no para sobrevivir.

Pero nadie te lo ha dicho

y pasas los días haciendo lo que todos hacen,

lo que otros te han dicho que debes hacer.

Y mientes, te engañas, no amas.

Tienes miedo y te enojas y envidias.

Y lloras y comes y mueres.

Y tu vida no es más que la vida de un animal.

Otra preciada vida humana se te ha escapado de la vida, se te ha ido a la tumba.

Nadie te lo ha dicho.

Solo llegaste y solo te vas.

¡Vive tu vida

solamente tu vida!

 

 

 

 

Mi boca disponible

 

Aunque la noche se vuelque sobre nosotros

la piel se seque

se acabe el mundo

aunque me digas adiós

te sientas distante

no seamos más

que amigos,

mi boca siempre estará disponible

a tus labios.

 

 

 

 

Nimbe

 

Nimbe: Quizás masai/swahili para mujer de la tierra
Nimbus: Latin para nube. Cumulo nimbus: tipo de nube vertical, de tormenta
Nube tu nombre que tal vez no iba a recordar
Mujer del cielo y de la tierra

Nimbe Cumulo Nimbe
conjunto de ti, de células que forman tu temporal.

 

 

 

 

Camino

 

Aquí

no aquí,

para siempre

quisiera quedarme

aquí

no aquí en este lugar

aquí

en este estado mental.

 

Estamos en camino.

 

 

 

 

Costera 2009

 

Esperando

(las alas que nos llevarán alto a surcar los rincones extraviados del cielo)

con esperanza

inmersos en la espera

ocupándonos en lo que esperamos

y esperamos no esperar mucha espera.

 

 

 

 

El poema es una oración

 

Frecuentemente, antes de acostarme,

digo una oración,

otras veces, leo un poema

que me llena la piel

me reconcilia con el mundo

me aclara las confusiones del día

me hace perdonar a las personas que me decepcionan

me vuelve grande

y me descansa el espíritu listo para meterme entre las sabanas

pleno, lleno de gozo.

Frecuentemente, cuando termino de leer un poema,

tengo la sensación de haber dicho otro tipo de oración,

de haberle rezado a Dios.

 

(Sabines es un sacerdote, un hombre santo)

 

 

 

 

El silencio del sueño 

 

Comienzo a despertar,

apenas,

salgo,

surjo,

de esa obscuridad

longitud callada

prolongada paz.

Letargia de muerte

de descanso eterno

espiritual, anímico

silencio reposante

sosiego del sueño.

Y comienza el murmullo

el zumbante dialogo interior

los pensamientos imparables:

mosquitos irreductibles del despertar.

Como corriente eléctrica generada en la cabeza,

bobina que se enciende,

el día es alumbrado.

No es el sol, es la electricidad generada por pensamientos

el ir y venir

elucubraciones del yo…

(no me hables)

(como el diálogo inevitable de mi madre)

-qué hora es-, -tengo que hacer-, dijo que-.

El juez, el rigoroso juez comienza,

el ruido,

el ruido de mi mismo.

¡Calla, deseo callar, que se calle!,

dormir, cerrar los ojos,

deseo regresar al silencio,

la blancura muda,

la larga paz,

vivir en el instante eterno,

aquí y ahora ilimitado,

 

Iluminarme.

 

 

 

 

Escuchar

 

Estoy en mi cuarto

sentado en mi sillón

escuchando buena música

leyendo un buen libro de aventuras

agusto.

De pronto me doy cuenta, después de un rato

no sé porqué

me siento incómodo.

¿Acaso es la música que no me deja concentrarme en la lectura

o es la lectura que no me deja disfrutar

la música

o algo más?

¿Qué sucede?

Sigo leyendo, escuchando

pero la sensación continua

paro, me detengo

observo, me observo

y entonces me doy cuenta.

Hay que saber escuchar

escuchar el mundo

escucharse a uno mismo, escuchar al cuerpo.

Lo que sucedía, y yo lo estaba reprimiendo por el deseo de leer:

necesitaba ir al baño.

 

 

 

 

Ojos de Dios

 

Te elevas, el cielo desciende, 

crece, se enciende

se hunde sobre la Tierra

que se extiende, se moja

se funde.

En un gesto

saltas

estás en el aire en tu pájaro artificial

te fundes con el viento

se hace pequeño el mundo

te llena el placer de volar.

Es como si te pusieras los ojos de Dios,

entre las nubes

viendo desde lo alto

flotando

lejos de problemas que no te conciernen

los hombres diminutos

perspectiva omnipresente

todo.

 

 

 

 

Dueño del Mundo

 

Me he adueñado del mundo.

Me he declarado dueño por derecho

del azul del cielo

el murmullo del mar

las colinas montañosas vestidas de árboles

los pájaros cantándole a las flores

del viento acariciando los rostros de la Tierra

de todas las cosas del mundo que nadie reclama como propias

y no son mías, son de todos.

¡Me he adueñado de ellas, para ofrecerlas

una y otra vez

a todos los seres, todos los Budas, todos los Dioses del Universo!

 

 

 

-podemos decir que soy, a cada instante, creado por los otros.-

Witold Gombrowicz

 

 

 

 

Soy y no soy un idiota

 

Yo no soy así o de otra forma.

No soy de alguna manera así, o de alguna manera asa.

Soy de ninguna manera y de todas.

No soy esto o aquello.

Soy el mismo, y nunca el mismo.

Copia miserable de lo que seré.

Construimos nuestra imagen sólida, en nuestro mundo de ilusión.

Cuerpo renovado cada siete años, no hay nada en él que sea yo.

Soy y no soy.

El ser es solo una ilusión de lo que percibo como yo,

mi continuo mental.

 

¿Qué nos determina?

No me gustan las clasificaciones, que me definan.

Decir yo soy esto y por lo tanto no soy eso, ni aquello, ni lo otro.

Me gusta ser un poco todo, aunque un poco nada.

No decir “eso soy yo”, porque yo soy y no soy.

Soy todo y soy nada, soy esto y aquello, pero igual podría ser

eso

y lo otro, o lo contrario.

 

¿Por qué las circunstancias nos definen?

Exitoso por tener éxito; fracasado por fracasar?

Todo es un estado mental.

No quiero ser lo mismo, por si algún día me canso,

tener otras opciones, no sentirme derrotado, atorado, con limites.

Soy y no soy.

Quiero ser todo y también ser nada, listo a emprender un nuevo camino,

otro reto, una aventura,

libre con espacio para las posibilidades ilimitadas,

así como no tener nacionalidad, y ser de todas partes,

e irme a donde quiera, en cualquier momento.

 

Sí, soy eso que tú dices, pero no soy, también soy otras mil cosas.

Si me dices: -¡Eres maravilloso!, sonrío y pienso:

Si, gracias. Pero no me lo creo, ¡también soy un idiota!

¿Y qué queda? – nada,

no me puedes catalogar, no puedes definirme,

soy libre.

 

 

 

 

Inundación

 

Yazco acostado, como un muerto preparándose para la tumba.

Notas llenas de alegría

alegría llena de tranquilidad

tranquilidad llena de armonía

armonía llena de sentimiento en la música que me inunda

me envuelve

lágrimas desde mis ojos, piel, oídos

mojan la sabana

mi corazón vibra, busca paz

recordando,

recupero, busco reconciliarme con los momentos por los cuales escuchaba esta música en el pasado,

intentando recuperar,

reconciliarme con mi vida.

 

(a partir de volver a escuchar la pieza de piano “Angel”, de George Winston)

 

 

 

 

Saber esperar

 

Hace tiempo, y lágrimas

aprendí que no hay que escribirle poesía

a una mujer apenas conocida,

aunque a veces fallo,

porque en cualquier momento se va

se da media vuelta sin mirar  atrás,

o una y media y desaparece de tu vida

y te deja flotando en el vacío como clavadista al que le desaparece el agua a medio aire

te deja encendido, buscando su saliva salvadora

con el verso ardiendo en la punta de los labios.

 

No, ahora sé esperar un poco más

lazarla fuerte, bien prendida, prendada

atrapada sin salida y entonces si

quitarme las máscaras, los uniformes, los disfraces

desnudarme la ropa, desvestirme la piel

hasta que no quede masque la arrobada inmensidad líquida del poema

inundando el alma.

 

 

 

Datos vitales 

Pablo Romay (1976) es ciudadano del mundo y ciudadano mexicano, poeta, periodista, traductor de dos idiomas, fotógrafo, y de profesión piloto aviador. Es budista desde 1995, filosofía que influye en sus poemas. Como periodista freelance ha publicado en una decena de revistas. Estuvo en el portaviones T. Roosevelt  para las últimas operaciones del jet F-14 Tomcat www.youtube.com/PabloRomay. Es coantólogo del libro: Palabras en Poesía, diccionario poético por 50 poetas mexicanos, Siglo XXI Editores, 2008, y está por publicar el libro Mi Mundo, poesía para niños chicos y grandes. Ha participado en lecturas de poesía en Praga, Londres, Paris, San  Antonio Texas y México, y en eventos de poesía “Slam” y grupos de escritura en las dos últimas ciudades. Viajó y trabajó durante tres años por el cercano Oriente y Europa. Es miembro de la sociedad “Sun Poets” de los Estados Unidos y del grupo cultural Floricanto www.floricanto.blogspot.com/ que organizó el Encuentro Hispanoamericano de Poesía 2008.  Ha sido invitado en el programa de radio del IMER ‘Letras para no dormir’, como parte de Floricanto, y también a una edición de poesía bilingüe en francés, inglés e italiano.

Sus blogs: www.pabloniaphoto.blogspot.com/, www.agreenearthblog.blogspot.com

pablonia@yahoo.com

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