Poesía amorosa de la India

Kamasutra-Combate

En esta entrega de Combate, Alí Calderón nos ofrece algunas versiones de poemas amorosos de tradición hindú, recogidos en el volumen Indian love poems, Everyman’s library pocket poets, NY, 2005, compilado por Meena Alexander.

 

 

Desde la época del sturm und drang, la literatura de occidente se acercó a la poesía hindú. Ya en 1808, estando en París, los hermanos Schlegel estudiaron sánscrito y se fascinaron por esa literatura. En el contexto mexicano, Octavio Paz tradujo en 1995 distintos poemas cortos de esa tradición, que aparecieron posteriormente en su ya clásico Versiones y diversiones, 2000. Paz señala que los poemas cortos (kavya) “en sánscrito clásico son, como los de los griegos y los romanos, epigramas”. En esta muestra, presentaremos algunos kavya clásicos acompañados de poemas de autores del siglo XX, ya escritos en inglés. Las versiones de los poemas en sánscrito y kannada provienen del inglés. Los siguientes poemas no serían traducciones sino, más bien, como lo ha dicho el poeta Francisco Segovia, invocaciones al original, torpes aún y en proceso de depuración.

 

 

(Vikatanitamba, sánscrito, siglo IX)

 

 

 

Recuerdos

 

A un costado de la cama

el nudo se deshizo por sí mismo

y apenas sostenido por un hilo

el vestido se deslizó hasta la cintura.

Amiga, es todo lo que sé: estaba en sus brazos

y no logro recordar quién era quién

ni qué o cómo lo hicimos.

 

 

 

 

 

(Del Amarusakata, sánscrito; anónimo)

  

 

La abracé

Ceñida a mí

sus pechos oprimidos completamente

toda su piel

abarcada

De puro deseo

sus vestidos por sí mismos cayeron

sus piernas no

oh no

dios no

ah es demasiado

ella decía y yo

apenas podía escucharla

y después de todo eso

se quedó despierta? Se murió?

Desapareció dentro de mí?

Se diluyó totalmente

dentro de mí?

 

 

 

 

 

 

 

(Vallana, sánscrito, siglo IX) 

 

 

Cuando me hubo quitado la ropa

incapaz de esconder mi seno con los brazos,

me aferré a su pecho para cubrirme.

Pero cuando su mano se deslizó hacia mis caderas

qué iba a salvarme, hundida en un mar de vergüenza,

sino el dios de amor que nos enseña

a desfallecer poco a poco?

 

 

 

 

 

 

(Vydia, sánscrito, siglo VIII)

 

 

Oculta

en un jardín de pepinos

una muchacha tiembla

de deseo

En el lecho su amado

exhausto yace y amoroso

Ella se funde en su cuerpo

alegre

y le echa los brazos al cuello

Uno de sus pies

roza el collar de conchas marinas

asido a la vid sobre la cerca

El cascabeleo ahuyenta 

a los zorros en la oscuridad

 

 

 

 

 

 

(Kaccipettu Nannakaiyar; entre el siglo I y III d.c.)

 

 

Capaz de mentiras atroces, mi amado

de noche junto a mí se tiende

en un sueño

que parece realidad.

 

Desperté, aún engañada,

y acaricié mi lecho

pensando en él.

 

Es terrible. Adelgazo

de soledad

como un lirio

roído por escarabajos.

 

 

 

 

(Ismail, 1928)

 

You’re mine

only when you take off all your clothes

for me

 

when you’re dressed

you belong to the world

 

I´m going to shred this wolrld

into pieces

one day.

 

 

*

 

Eres mía

sólo cuando te despojas de tus ropajes

para mí

 

Vestida

le perteneces al mundo

 

Uno de estos días

haré añicos

a ese mundo

 

 

 

 

 

(Kaifi Azmi; 1918-2002)

 

 

When I left her door I thought
She’d try to stop me
and we might be reconciled.
The wind bellowed through our clothes;
I thought she’d ask me not to go,
and as she uncrossed her legs to get up
I thought she’d come to call me back.
But she didn’t try to stop me
and she didn’t ask me to stay;
she didn’t call me
and she didn’t ask me to come back.
I walked away slowly
and the distance between us grew steadily,
till our separation became finite.

 

 

 

*

 

 

Cuando salí por la puerta supuse

que trataría de detenerme

         y podríamos entonces reconciliarnos.

El viento agitaba nuestra ropa;

supuse que me pediría que no me fuera,

y al descruzar las piernas para incorporarse,

         supuse que me llamaría para volver.

Pero no trató de detenerme

ni me pidió que me quedara;

         no me llamó

         y no me pidió volver.

Me alejé lentamente

y poco a poco creció entre nosotros la distancia

hasta que la separación se hizo finita.

 

 

 

 

 

 

(Dilip Chitre, 1938)

 

 

 

The door i was afraid to open

Was autumns

One luminous month of remembering

Nothing

The dark smell of rotting leaves in her voice

While the sensous shadows of tres burned in the river

 

I bécame an insect of solitude in the grass

Sitting at the very edge of the season

 

And in the yellow darkness of the bar

I inhaled another country’s noise and perishable warmth

Looked in astonishment at her lips

Finely injured by a smile

And tried to guess the bitter taste of gin and tonic

As the rim of her glass shone directly in my eyes

 

Later we traggered home and undressed

Before i turned the light off i saw her skinny shoulders

What kind of wind was making love to leafless tres

Outside the door i was always afraid to open

 

In the dark smell of cooking meat

Blindly i licked you with tongues

Of pleasure and fingers of fear

In my memory you are a treatise on light

Written on braille

We rocked in the afternoon’s empty cradle

Swuinging across the night

‘O my unbelieving lover’, you said

‘The sky has opened in my blood;

Fly’.

 

Now i find that love has taught me nothing

I am unable to escape myself

My senses are beasts without forests

My soul is a bird without sky

 

All i hear is the fraying of the wind among splayed tres

The ailing voice of the sea in my mind’s own distance

And her breasts shivering in the grey rain of my fingers

The skin has no memory and the memory has no skin

Hoy can i claim to have known the wetness of her mouth

A dog howled while we made love

And the window-pane was White as Winter

Now that i have switched off lights it is only a sheet

The smell of roasted meat still lingers in the room

And she is a charp grain of salt to my unforgetting tongue

Tomorrow the hair of my poem will suddenly turn grey

The wind will have fallen when i enter

The sad space of the bathroom with its questioning mirrors

I woke up and looked at my empty withe bed

Wondered if it looked slept in at all

I looked at the walls of my room and out the window

Wondered what the meaning of the Word space was

 

I opened the faucets and watched the rushing miracle

Wondered what wáter really was and why it had to be wet

Then i looked into the mirror wich was deep and clear

Wondered if the reverse of me was equally true

 

Then i opened a book of Ghalib’s poems

In which he also wondered

What the cure of this desease was

What grass comes out and what really is the air.

 

 

 

 

*

 

 

 

La puerta que dudé en abrir

era el otoño

luminoso mes del que no recuerdo

nada

El hedor de las hojas podridas en su voz

Mientras las sombras sensuales de los árboles ardían en el río

me convertí en un insecto de soledad entre la yerba

Sentado al borde de ese tiempo

 

y en la ocre penumbra del bar

respiré los sonidos del campo y su efímera calidez

Absorto miré sus labios

heridos finamente por una sonrisa

Traté de predecir el amargo sabor de un gin and tonic

cuando el brillo de su vaso reflejó justo en mis ojos

 

Borrachos regresamos más tarde a casa y nos desvestimos

antes de que apagara la luz y viera sus delicados hombros

Qué viento le hacía el amor a la fronda de los árboles

fuera de la puerta que dudaba en abrir?

 

En el oscuro olor de la carne cocida

ciego te lamí con lenguas

de placer y dactilares de miedo

En mis recuerdos eres un tratado de luz

escrito en braille

Nos mecimos en la cuna vacía de la tarde

el vaivén a través de la noche

Ah mi descreído amado dijiste:

“el cielo se ha abierto en mi sangre

y vuela”

 

Ahora entiendo que el amor no me ha enseñado nada

soy incapaz de evadirme de mí mismo

Mis instintos son bestias sin bosques

mi alma es un ave sin cielo

 

Todo lo que escucho es el rayar del viento entre los árboles

la estertórea voz del mar a la distancia en mi cerebro

Sus pechos temblaban en la gris lluvia de mis dedos

La piel no tiene memoria y la memoria no tiene piel

Cómo puedo renegar de haber conocido la frescura de su boca?

Un perro aulló mientras hacíamos el amor

y el cristal de la ventana era blanco como el invierno

Ahora que he apagado las luces una sábana es

el olor de la carne quemada sobre el cuarto

y ella un profundo grano de sal para mi lengua que no olvida

Mañana el cabello del poema devendrá cano

El viento habrá cesado cuando yo aparezca

El triste hueco del baño con sus espejos interrogantes

 

Desperté y vi mi lecho blanco y vacio

me pregunté si lucía todo aletargado

miré los muros de mi habitación y fuera de la ventana

me pregunté cuál era el sentido de la palabra espacio

 

Abrí las llaves y miré el milagro que corría

me pregunté qué era en verdad el agua y por qué debía estar siempre húmeda

miré el espejo entonces profundo y claro

me pregunté si mi reverso era igualmente verdadero

 

Hojeo un libro con los poemas de Ghalib

en el que también se pregunta

cuál es la cura para este mal?

qué yerba habrá de nacer y qué cosa es en verdad en aire?

 

 

 

 

 

 

 

(A.S. Mukthayakka; 1954; kannada)

 

 

When your fists kisses

wrote in silence

my name all over

my body,

in that stillness

silence began to sing.

 

 

 

 

Cuando tus primeros besos

escribieron mudos

mi nombre,

sobre mi cuerpo,

en quietud,

el silencio comenzó a cantar.

 

 

 

 

 

(Sujata Bhatt; 1956)

 

 

The kamasutra retold

 

Then Roman Svirsky said,
‘it is illegal in Russia to write
about sex
so it is important
for Vasily Aksyonov
to write about it -’

You laugh,
but I want to know
how would we break the long silence
if we had the same rules?

It’s not enough to say
she kissed his balls,
licked his cock long
how her tongue could not stop.

For he thinks of the first day:
she turns her head away
as she takes off her T-shirt
blue jeans, underwear, bra.
She doesn’t even look at him
until she’s in the lake,
the clear water up to her neck
yet unable to hide her skin.

They swim out
to the islands
but he doesn’t remember swimming;
just brushing against her leg
once, then diving down
beneath her thighs    staying underwater
long enough for a good look,
coming up for air      and watching
her black hair streaming back straight,
then watching her
step over
the stones, out of the water.

She doesn’t know what to say.
He wishes they were swans.
Yeats’s swans
would not need to speak
but could always glide across
other worlds;
magical, yet rustling with real reeds.

The sun in her eyes
so they move closer to the pine trees.
When he touches her nipples
he doesn’t know who is more surprised
(years later he remembers that look,
the way her eyes open wider).
He’s surprised
she wants him
to kiss her nipples again and again
because she’s only 17 he’s surprised
her breasts are so full.
She’s surprised
it feels so good
because he’s only 17 she’s surprised
he can be so gentle
yet so hard inside her,
the way pine needles
can soften the ground.
Where does the ground end
and she begin?
She must have swallowed the sky
the lake, and all the woods
veined with amber brown pathways;

for now great white wings
are swooping through
her thighs, beating stronger
up her chest,
the beak stroking her spine
feathers tingling her skin,
the blood inside
her groin swells

while wings are rushing to get out,
rushing.

 

 

 

 

 

 

Kamasutra revisitado

 

Y Roman Svirsky dijo:

“es ilegal escribir sobre sexo en Rusia

Así que para Vasily Aksyonov es importante

escribir sobre sexo”.

 

Te ríes

pero quisiera saber

cómo romperíamos este largo silencio

si tuviésemos las mismas reglas?

 

No es suficiente decir

                                   ella besó le besó los huevos

                                   chupó su larga verga

                                   cómo su lengua no pudo parar.

 

Él piensa de aquel primer día:

Ella volvió el rostro

al quitarse la blusa,

los jeans, la tanga, el brasier.

Ni siquiera lo miró

sino hasta una vez dentro del lago, límpido,

con el agua al cuello,

e incapaz de ocultar su desnudo.

 

Nadaron hasta las islas

pero él no recuerda haber nadado,

acaso el roce con su pierna una vez,

sumergirse bajo sus muslos

y permanecer bajo el agua

el suficiente tiempo como para mirarlo todo

salir al aire y observar

su cabello negro y lacio cayendo por su espalda

y verla entonces,

ya fuera del agua, caminar entre las piedras.

 

Ella no sabe qué decir.

Él desearía que fueran cisnes.

Los cisnes de Yeats

no requerirían el habla

pero podrían deslizarse

a otros mundos

mágicos en el crujido de los juncos.

 

El sol los deslumbraba

así que se acercaron a los pinos.

Cuando tocó sus pezones,

él no sabía quién estaba más sorprendido

(años después recordará esa mirada,

y la manera en que sus ojos se abrían cada vez más).

Él se maravilló

por su deseo de ser besada

una y otra vez en los pezones

porque tenía diecisiete años apenas

y qué abultado era su pecho.

Estaba atónita

se sentía tan bien

él podía ser a un tiempo tan suave

y tan firme dentro de ella,

la forma en que las agujas del pino

pueden suavizar la tierra.

Pero dónde termina la tierra

y ella principia?

Ella se debió haber tragado

el cielo, el lago, todos los bosques

veteados con senderos terracota.

 

Blancas alas ahora se abalanzan

sobre sus muslos

late su pecho

una punzada cincela su espalda

las hojas estremecen su piel

inflama la sangre sus ingles

mientras las alas

apuran su vuelo.

 

 

 

 

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