Foja de poesía No. 133: Dulce Chiang

Dulce ChiangA continuación presentamos un acercamiento al trabajo de la poeta y cantante Dulce Chiang (Ciudad de México, 1976).  Es autora de los poemarios versa per versa (Culthos press, 2005), XXV (Culthos Press, 2007), No se puede tocar a la desnuda (2008, inédito).

 

 

 Las demonias enamoradas

 

Las demonias están enamoradas

y amorosas,

lanzan bufos aullidos en las fauces del infierno.

 

Calcinadas por brasas interiores

se besan en silencio las demonias,

los ajados pezones se acarician,

se palpitan directas, amasadas e invencibles.

 

Nunca tanto amor ha visto el Cielo.

 

Gruñen vibrantes, retorcidas,

amorosas y viles las demonias;

apártanse los glúteos horrendos

y labios de filosos colmillos

encájanse en la carne viva

en espantoso ósculo desenfrenado.

 

Hierve sulfurosa, húmeda de amor

la entraña desgajada del abismo,

gime en brama Cancerbero,

le estalla el sexo al muy villano.

 

Ríense gozosas, amantes,

sanguinarias, carcomidas las demonias

en oscuros brillos oculares

y graznidos genitales,

se aprontan a las lenguas inmundas

y lloran erectas, succionadas y amorosas.

 

Extasiados rostros de monstruosa mueca

son ángeles mutilados

                                         las demonias;

enredan sus almas en pecado interminable.

 

Diríase que éste era el paraíso

derrumbado en llamas…   

 

Mas nunca tanto amor ha visto el Cielo.

 

 

 

 

 El cadáver exquisito

 

Bajando la escalera viene

el cadáver necesario,

desnudo el cuerpo exquisito,

en la manito trae un corazón dormido,

¡Pum! ¡Pum!

el corazoncito.

 

Viene

        muriendo

                        ¡Ay!

Joli peti mort queridito.

 

Acaba de nacer este útil cadáver,

al verlo exclama papito:

“¡Qué donaire!

¡Qué elegancia!

¡Qué cadáver tan bonito!”

 

Al dechado de arrogancia

lo beso,

le hago un tajito,

y yo tengo la constancia

y papito tiene el pito

del cadáver necesario,

del cadáver exquisito.

 

 

 

 

Mejor la muerte

 

Mejor será morirnos de una vez

y dejar para otro día

los éxtasis de la cómoda.

 

Mejor será irnos,

desaparecer de los álamos

y estarnos muertos para siempre.

 

¡Qué contenta se pondrá mamá!

 

            (Cúbrese la muerte estrepitosa:

            trepidante cabalga

            mis huesos amarillos,

            los dientes de lejos pela).

 

Mejor será pararnos de una vez

¡Qué importa que no vivamos!

 

Pasemos de niños a hombres muertos:

¡Qué importa que no vivamos!

 

 

Hay tumbas que no se oyen,

vivos hay de ojos finados,

la muerte hay en el recuerdo,

y hay la vida en el pasado.

 

Mejor será morirnos

y así muertos,

esfumados del mapa.

Estándonos tiesos

pareciera que vivimos.

 

Muera yo

completa y extraña.

 

¡Qué contenta se pondrá mamá!

 

 

 

 Teología minimal

 

(lentissimo)

todo lo explica el caos

es el fin

el medio

y el principio

sin ser por sí un principio

el caos

por sí

es

.

.

.

.

.

.

.

 

es

por sí

el caos

sin ser por sí un principio

y el principio

el medio

es el fin

el caos lo explica todo

(lentissimo)

 

 

 

 

Soneto de los muertos

 

De las cosas que dicen de los muertos

puede que haya mentiras y verdades,                                  

pero la ley no admite salvedades:

los muertos no son más que simples muertos.

 

Los rumores que corren no son ciertos,

son patrañas, son todas necedades:

bien vivos pueden ser calamidades,

ya de muertos, son sólo pobres muertos

 

que esperan de la muerte las bondades.

Silenciosos, famélicos, inciertos

en profundas y eternas soledades

 

por siglos y milenios encubiertos

¡Oh dulce impunidad de impunidades!

¡Qué simples y qué muertos son los muertos!

 

 

 

Desaforada carrera contra el tiempo

 

Cuanto más venga el Tiempo 

con sus garras de años a echárseme encima

más correré.

Anchas son mis zancadas y si de monstruos me tratan, soy la gran gacela.

A mí ninguna estampida de días me lleva por delante.

Vengo de un minuto y voy a un siglo.

                                                                                               

(YO no he de morir de tiempo como de tiempo no mueren  las piedras.

Porque yo como las piedras: desde joven, ya era vieja).

 

Viene atrás atroz, veloz, suavemente gritando

que es mi tiempo y que se acerca.

Viene lanzándome sus eras como oros,

sus lastres como lustros, sus fechas como flechas.

 

Quiere mostrarme un espejo:

“yo soy verdad, no reflejo.”

 

Cuanto más venga el Tiempo a rayarme la cara,

a colgarme la carne a  parricidas mordidas

más correré.

Frenética es mi danza y si de ritmos me tratan, soy la gran batuta.

A mí ningún metro me toca el son que bailo

ni nació reloj que cuente cuantos años cumplo.

 

YO no  he de sucumbir al Tiempo como al Tiempo no sucumbe la hiedra,

porque yo -como la hiedra- nunca corro en línea recta.

 

Viene insaciable, imbatible, infranqueable.

Su sonrisa de uñas traga lo que encuentra.

Viene atrás , impasible,  implacable…

y pareciera sosa mi octoidal carrera,

pero escapé ya de las filas

de arrugadas y de obesas.

 

Pero por poco me escapo de la fila de las feas.

 

 

 

 

Ciclo tercero de luna

 

La Desnuda sueña.

Duerme un pez girando en los anillos de Saturno.

Ella gravita cerca del techo,

oscila el hilo de plata que la resguarda del interno vacío.

 

Una gran ola incandescente

a torrentes le baña los pechos intactos

y orbitan sus extremidades rumbo al radiante.

 

No se puede tocar a La Desnuda.

El sopor viscoso del cuarto en penumbra reza:

“Sólo onanismo permitido”.

Los dedos de La que Duerme Levitando

transpiran un hedor a tres ciclos de Luna.

 

La  han llamado Virgen del Cosmos.

La  que Flota junto al Techo.

 

Se llueve santísima y dormita

la Desnuda Iluminada,

Milagrosa Fluorescente,

Poderosa y Voladora.

 

 

 

Génesis brutal tecnológico

 

Hágase tu voluntad ¡Oh Ciencia!

Oh arácnida red como Dios, omnipresente.

Oráculo de la tecnología.

 

Hágase tu voluntad sobre Tierra y bajo Cielo.

Que no haya elemento capaz de conmoverte.

 

Cuida de tus lactantes hijos

embalsamados en ópticos platinados hilos.

Contenlos en colosal vientre que sea la Tierra completa

y el suelo  tangible  y único

y el entero  Universo .

 

Antes de Ti solo el silencio y si quieres después  nada.

 

“Virtualmente TODO es posibilidad”.

Este es el algoritmo llave.

 

Nebulosa electrónica

aplica tu taxonomía,

es la evolución:

en algún lado ya fue escrito.

 

Reina Araña reencarnada en red:

¿Quién esperaba verte triunfar de nuevo?

Hiciste de La Luna tu aliado señuelo

pero era Ella un enorme botón

que ostentaba un “POWER” en su centro.

            Pero era Dios sólo un poeta robot que le cantaba.

 

 

Datos vitales

Dulce Chiang (Ciudad de México, 1976). Es poeta y cantante. Ha publicado y presentado sus trabajos en medios escritos, radio, televisión, foros y encuentros –con inclusión en respectivas antologías- principalmente en México y España. Poemarios: versa per versa (Culthos press, 2005), XXV (Culthos Press, 2007), No se puede tocar a la desnuda (2008, inédito) y la serie de poemas para grabados de Juan Sebastián Barberá “Suculento Ser”, incluida en el Libro “Historias pintadas y cuentos de amor” (Lunwerg, 2008), tercer Premio del  Ministerio de Cultura de España a la Edición 2008. Discos: Matoys 2000 (Victoria Digital/Fundación Sebastian, 2000), Matoys XXV (Victoria Digital/Fundación Sebastian, 2005), Broadway Chillout (Sony Music, 2007). Performance poético: Dragoneros (México, Madrid, Toledo, Segovia, Barcelona, 2003-2005) Cabaret Performance (CNA, Mex.  2007), Cánticos profanos: un Sade Imaginario (CNA, México 2008), Venus Cabaret (CNA, Mex. 2008 y Casa de Lago de la UNAM, Mex. 2009).

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