Darién Jiraldo Hernández nació en Santiago de Chile en 1972, pero vive en Colombia desde 1977. Ha publicado: Hurgando en la niebla y Tierra Común: poesía de Venezuela y Colombia.
I
Aurora, ¿por qué te vas cuando llega el día?
¿Si la gestación amanecerá en los jardines
y las eyaculaciones regarán la hierba?
¿Para que broten niños – arbusto
niñas -jazmines
y musgo?
Aurora, ¡Destrózame el gen de la palabra y
la zona occipital más primitiva del miedo!
¡Quiero ser vegetal!
Venid algas, líquenes y protactinios.
Mariposas escuálidas, sinsontes crepusculares.
Venid, animales todos,
seres de la noche
devoradores de gacelas
monos araña y lombrices de la tierra;
haced una arca y salvad al hombre delirante
al orfebre del Planeta Miseria,
lugar donde el canto de los niños es el grito
en el que mujeres demacradas
cicatrizan el viento.
IX
Hombre sediento:
¿Qué hay de tus días funestos
de tu rabia
de tu bestial ceniza?
Hoy en tu casa habitan los insectos
y la cama es nido de gorriones agónicos.
¿Qué pasó con el día aquel de los quejidos,
el de los vientres rotos y
el uranio entre el polvo?
Todo quedó allí
tal y como estaba.
Pero muerto.
XI
Fuego intacto será el nombre
cuando la envoltura hiriente de la tristeza
se agriete como el hielo,
cuando el hombre encuentre
la respuesta a la tragedia y
su frente opulenta se parezca al dolmen solitario e ineluctable.
Salamandra y serpiente,
manzana y cólera será el puño,
demonio creador, sus manos abiertas;
orfebre guerrero, artesano
que amasa descomunales victorias y
engulle a los ídolos culpables
que profanaron la roca.
Vocablo de tierra será el nombre
cuando halle el desolado corredor
que a los días ahuyenta y
penetre la grieta descendente del subsuelo
escrutando la historia plegada en sus cavernas.
Lamerá el barro basáltico de los confines,
amará la inclinación de la aurora que se pierde,
bautizará la hoguera con su garfio crepitante,
invocará el llanto inusitado de las fieras,
a la terquedad que renuncia al foso,
a su quietud quebrantada.
A sus ansias
que aún gesticulan el recuerdo incandescente.
XIII
Festejo.
Gozo como un ángel.
Hoy sé lo qué es posible para el hombre,
a pesar de la muerte en las calles
supe que él
desnudo dormirá en el glacial
cobijado sólo por la escarcha,
sin dioses ni bajezas.
Cuando el sol se derrumbe
con cáscaras de astro se alimentará el hombre
y yo seguiré celebrando igual a un ángel que cae
porque ya siento el crepitar del frío
y veo lobos blancos morder el hielo.
Y brindo…
brindo en la oscuridad
por una luz que se apaga.
Datos vitales
Darién Giraldo Hernández, sociólogo, escritor, editor y poeta nacido en Santiago de Chile en 1972 y radicado en Colombia desde 1977. Estudios en lingüística y literatura. Coordinador cultural del Festival Internacional y Popular del Libro. Docente en el área de ciencias sociales y literatura, al igual que tutor en programas de formación docente. Editor del Magazín Páginas de Nuestra América. Corresponsal en Colombia del periódico La Mancha (Venezuela). Ha publicado: Hurgando en la niebla y Tierra Común: poesía de Venezuela y Colombia.