Foja de Poesía No. 237: William Beltrán

William Beltrán

En esta oportunidad, ofrecemos una muestra de la poesìa del bogotano William Beltrán, artista plástico por la Universidad Nacional de Colombia. Ha publicado Por Ultratumba y de los Poemas Cansados y Versos para el Inculpado.

 

 

El amante exiguo

 

Marcas,

señas, que en la piel reflejan otro tiempo.

Signos,

esquirlas que en la dermis tallan el enfado enorme de la ausencia.

Grietas, donde se fuga la memoria

jugando a “escondidas y ladrones”;

Sin otro apremio que despojarse del encuentro:

El amor huido que no fue;

Infame, como la amante antigua

que se hace lesbiana para “machacarte” el ego.

Dignas huellas o estigmas de la piel,

que no fueron dignas en su día.

No sangran por viejas y por necias,

no gimen a destiempo.

El nihilista no busca apenas la pasión.

No canta la  nocturna canción de los pecados,

ni transgrede la ironía de la mueca obscena de su fútil espectro.

No apacienta las ovejas de sus gónadas pueriles.

Sólo mira esas marcas con asombro:

cicatrices y cronopios,

de un amante que existió,

y le parece ahora… exiguo.

 

 

 

Kafka

A mi Gregorio

Mudo, invisible, sin humor.

En la erección acuosa de la carne,

En la órbita soñada por Buñuel

que empapa en sangre la mirada que resiste.

Instituyo tu carácter adusto,

-amigo- Orlando.

 

Sin euforia, sin fonemas;

sin otra pretensión que  volver

al honesto ritual de camaleón.

Lego mi brebaje kafkiano contra el reumatismo:

 

“Cada noche, al sentir frío,

frótese la mano en la frente,

ciñéndose en la arruga precoz del entrecejo.

Sígase así,  por el abdomen ventral articulado.

Sonríase después del temblor medular esquifenoide.

Y, déjense las patas en remojo, en agua tibia…

 

Despertará con la curiosa sensación

de poseer sólo dos patas.

y aunque mudo e invisible;

aunque adusto,

y con la órbita ciertamente enrojecida:

¡El humor volverá!

Y con él…

también el arte.”

 

 

 

A solas

 

Tomé su ropa sucia

y como es obvio:

 

La boté por la ventana.

No tuvo dinero para

comprarse un cuerpo.

Ni daban posada

en cualquier nombre.

 

Así , es que , no se fue,

Aquí ,

hay alguien

mirándome al espejo.

 

 

 

De poeta a poeta

 

Asimismo,

desprevenido

solíais aguantar por horas

agotando el camino.

Vaciando de vez en cuando

los bolsillos.

Ojeabais de memoria

algún libro,

ó de pronto, angustiado

sorbíais café sobre una mesa.

Tendíais también los ojos

en el suelo rojizo

– color pereza –

presintiendo lágrimas

ausentes, siempre

por vehemencia.

Ni hablar de las puntillas

de los dedos sin cigarros.

 

Ni de uno que otro

pensar en no pensar

en la lascivia;

Arrodillabais luego

bajo la sombra de un arbusto,

o molestabais con “sentires”

los mortales.

Pensabais en Dios,

de vez en cuando.

Y prometíais el vicio

de arrojaros por las calles

agrisadas.

 

Pero no os perdono

porque  nunca,

¡Del jamás!

se os ocurría

pensar, como yo

en Poesía.                  

 

 

Datos vitales

William Beltrán: Bogotano.  Artista plástico por la Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Artes 1999. Recibió una maestría (DEA) en Estudios Avanzados sobre Estética por la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad Complutense de Madrid.. Allí reside actualmente y adelanta su tesis doctoral basada en Nietzsche y relacionada con el problema del nihilismo en la posmodernidad y el arte. Su profesión del verso se remonta antes del año de 1992 cuando hace su primera publicación. En la actualidad se dedica especialmente a  su obra artística, literaria, además de la  docencia e investigación en arte. Ha publicado: Por Ultratumba y de los Poemas Cansados y Versos para el Inculpado.

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