El poeta y ensayista chileno Francisco Véjar (1967) nos presenta una reseña al poemario “La muerte tiene los días contados” de Mario Meléndez (Linares, 1971), chileno radicado en México desde hace algunos años. Este poemario fue publicado por Laberinto Ediciones en 2010.
SOBRE “LA MUERTE TIENE LOS DÍAS CONTADOS”
Por fin un poeta le quita el velo a la muerte y la hace dialogar con nuestro tiempo. En las páginas de este libro el lenguaje fluye sin imposturas, no exento de ironía y cotidianeidad. Es una plática al interior de nuestra cultura que abarca la literatura, lo social y los evangelios apócrifos a través de Juan Bautista. Su lectura no dejará impávido a nadie. En el poema titulado Comunicado de último minuto, escribe: “El examen de ADN resultó negativo / Cristo no es hijo de Dios”.
“¡Caramba! Hace tiempo que no leía un texto que se sostuviera por sí solo”, agregó Nicanor Parra, después de leer los versos citados anteriormente, en el balneario de Las Cruces, ubicado en la costa central de Chile donde reside en la actualidad. Sin duda, Mario Meléndez posee la cualidad de transformar ciertos tópicos de la antipoesía, en su propia propuesta, sin perder originalidad. Además, utiliza diversos recursos poéticos que enriquecen el corpus y sentido del poemario, incluyendo personajes que son íconos del quehacer artístico de distintas épocas. Es decir, se pasea libremente por el museo de la historia del arte. Sin ir más lejos, la protagonista de esta obra habla con Michael Jackson, Mario Benedetti, Van Gogh y Jean Arthur Rimbaud, entre otros.
Y para quienes quieran enternecerse, lean los versos que llevan por nombre Pablo de Rokha. Allí apunta: “A Licantén regresarán tus huesos / Al nicho del que saliste / con los bolsillos hinchados / de eternidad y de tristeza / A la calle donde la noche se arrastra / cargando tu corazón al hombro / A la casa donde tus uñas crecen / como enredaderas / A la habitación donde te parieron / tres hienas riéndose de ti / Al ataúd del que saldrás otra vez / a vivir de la mano con la muerte”.
En fin, La Muerte tiene los días contados es un volumen imprescindible para la poesía hispanoamericana de hoy, pues luego de tanta experimentación con respecto a este tema que según Heidegger resumiría todas las angustias existenciales del ser humano, aquí se le da un vuelco de tuerca, necesario por su desacralización y contingencia.
Santiago de Chile, abril de 2011
La lengua habla a través de sus recuerdos
No tiene pelos en la lengua porque no tiene lengua
se la arrancaron
como a esos bueyes que surten los mataderos
y llevan polvo en las axilas
Pero la lengua habla a través de sus recuerdos
se comunica en el idioma de los muertos
a quienes tanto debemos
se hace entender a cucharadas
como esos árboles que mueven las ramas
para decir presente
La lengua habla aunque se llene de hormigas
aunque se pudra y ya no sea la misma
sigue cantando o ladrando o haciéndose a un lado
para que se oigan más fuertes los gritos del silencio.
©Mario Meléndez
©Laberinto ediciones
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Ciudad de México, Febrero de 2010