Una letrilla para Mario Arteca y Maurizio Medo

arteca medo

La aparición de la antología “País imaginario” ha suscitado un debate sobre la poesía en lengua española. El prólogo de Maurizio Medo descalifica y ofende poéticas que no corren paralelas a una pretendida oscuridad o búsqueda de la “inteligencia”, el ¿riesgo? o la desmesura. A propósito de un comentario de Arteca, en polémica de facebook, Mario Bojórquez responde con la siguiente letrilla.

La polémica inició en facebook y en Círculo de Poesía cuando se habló de “la muerte del neobarroco”. Como en el caso del enunciado más famoso de Nietsche, el contenido va más allá de lo literal. Sus connotaciones tienen que ver con la defensa de una poesía que no comulga ciegamente con valores de la estética neobarroca-experimental-del riesgo como:

  • Ruptura de la ilación de la frase, de la integridad del significante. Explosión y reflexión de fonemas. Semiotización de los blancos. Desaparición de la palabra.
  • Intento por sobrepasar los límites textuales.
  • La escritura obedece a la noción de proceso indefinido.
  • Una poesía no del yo, sino de la aniquilación del yo.
  • “Cierta disposición al disparate, un deseo por lo rebuscado, por lo extravagante, un gusto por el enmarañamiento que suena kitsch” (Perlongher)
  • El lenguaje abandona su función de comunicación para desplegarse como pura superficie.
  • Pérdida del sentido y del hilo del discurso.

“La muerte del neobarroco” es, simbólicamente, la necesidad de pensar en otro tipo de poesía que nos explique como sujetos, una poesía que sea, al propio tiempo, invención y representación. “La muerte del neobarroco” es no aceptar postulados de reduccionismo grosero que desprecian “la pereza sentimental” y aplauden “la inteligencia”. La poesía no es una, es múltiple, pero la poesía también es ese “algo” indefinible y capaz de ser sentido. La defensa de ese “algo”, el cansancio de que nos den gato por liebre, es “la muerte del neobarroco”.

“La muerte del neobarroco” es, también, la necesidad de pensar críticamente y sin provincianismos la poesía hispanoamericana actual.

América y España somos barrocos por antonomasia. No dejaremos de serlo. La poesía contemporánea es más que “camp”, más que manierismo. Reconocemos, para ponerlo en palabras de Omar Calabrese, “el placer del extravío” pero igualmente ponderamos “el placer del reencontrarse”.

Letrilla

–¿Por qué me torques bárbara tan mente?

Lope de Vega

¿Quién se pegó un atracón

con sancocho de machaca?

¿Quién aprueba la alharaca

del argénteo moscardón?

¿Quién teje su confusión

y adereza con denuedo

metonimia, axioma quedo

gongóricos emsamblajes,

densidades, desmontajes?

¿Quién troca suspiro en pedo?

Maurizio Medo

La disolución del yo

jerigonza, didascalia,

neobarroca glosolalia,

isotopías rococó

con el topo del popó.

Más que un gesto es una mueca

deconstruir leña seca.

¿Todo cabe en un tamal

de discurso antimodal

mezclando chile y manteca?

Mario Arteca

¿Quién en la sombra amanece

oscureciendo el sentido

cambia poema en bramido

y a la palabra entorpece?

Travazón, ñudo, parece

hijo del mal y el enredo,

apóstata de su credo:

otro sueño estrafalario

de Un país imaginario

nacido del puro miedo.

Maurizio Medo

Un bosque de tamariscos

genitroque del circuito

devenir pelado evito

ante un plato de mariscos

bogavantes y ojos bizcos

desenchastro charca chueca

transtextura extrema hueca

donde aligeran los pathos

Anas, Crus, si pata o patos

y reembobino mi rueca.

Mario Arteca

Tradición de la ruptura

polifonías insulares,

transtextos elementares,

sino un poema, escritura;

hipotiposis, mixtura

del metalenguaje ledo

–”Di più non chiedo, non chiedo”–

deslenguaja o desentripa

este insilio de Arequipa

todo se me importa un bledo.

Maurizio Medo

 

La polémica

El origen de la polémica en este enlace

Maurizio Medo: Gracias por el entusiasmo Mario. Tomo esto como de quien viene. Entiendo que, al no estar -contra la incertidumbre- asumas asi los discursos. Lo comprendo. Mas alla de eso, el mismo afecto y la simpatia de siempre. No hagas higado que te arrugaras joven. Un abrazo

Las monjas no eran capuchinas, eran conceptas, y mira como es la vda: justo el Pais Imaginario se lanzo alli.

Mijail Lamas. Para decirlo con Buxó, en el ámbito de la creación poética de nuestros días, se reproduce esa línea estética “sin recordar siquiera las condiciones que la originaron”, lo que ha conducido “necesariamente a una serie de obras cuya única misión y destino es el de servir de instrumento propagador de una ortodoxia expuesta” para legitimar sus obras, de ahí el afán de perpetuar ese cadáver.

Enrique Bacci: Que curioso, no? en un ámbito como el de la poesía, que algunos se enchastren las manos en acusar a los que siempre hemos estado en la vereda de enfrente, receptivos, aguantando el discursete monotemático. excluyente. Una vez más, salud a los que todavía mantienen encendido el habano de don José…Salud, Maurizio, y felicitaciones por tu trabajo. Que los eunucos bufen, como dijo un viejo poeta!

Mario Bojórquez: Queridos, hablamos aquí de poesía, es decir, la forma más elevada del lenguaje humano; hablamos de que no puede ser soslayada una tradición ni perseguida una forma o varias de intentar ese ejercicio; no deploramos el uso de la poesía de la dificultad, sí su pretensión de novedad; afirmamos que la poesía lírica, por lo menos desde Arquíloco hasta aquí, ha sido una posibilidad de diálogo entre los seres humanos, hablamos de que la poesía puede ser un vehículo para concitar el espacio de un “nuevo” sagrado, hablamos también de que ese intento de exclusión pasa por un posible lector que precisa de respuestas, quizá pequeñas respuestas a las grandes interrogantes, hablamos de un re-sentimiento, de un volver a sentir. Querido Maurizio Medo, sabes también de mi simpatía, la lozanía la conservo a pesar de las tonterías que publicas, pero no descuido que esto es un diálogo, no sólo leo en tu prólogo las ofensas que dedicas a jóvenes poetas de gran talento en América y España, trato de desentrañar los fundamentos teóricos de los que parte tu lectura de la poesía americana y sinceramente, no veo por dónde sea poesía eso de lo que hablas, creo que se trata de una perversión del gusto, pero seguimos conversando, abrazos de Mario Bojórquez.

Mario Arteca: El problema no es reflotar un cadáver, intenta decir el tocayo, sino de creer que País imaginario es un nuevo Medusario (por más que en joda le digamos Medosario), porque la antología -más allá de que yo forme parte- describe o pretender describir ciertos cruces entre estilos y poéticas de América Latina. No hay nada más antiguo que seguir viviendo críticamente de la teta de Medusario, pero tampoco no hay nada más fuera de lugar que echar a la basura a Roberto Echavarren, José Kozer, Eduardo Espina y Tamara Kamenszain, y leerlos como “ya muy pasados de moda”. ¿El cutis patrio es un libro pasado de moda, o vemos en cada acto retórico una marca anacrónica? Qué sucede con adecuar nuestro ojo lector, incluso como escritores, que nos impide reeler como lectores mejorados, modernos? Con ese criterio de mi tocayo, debo leer a Tamara Kamenszain como si siempre estuviera leyendo La Casa Grande, y me saco de encima, por negligencia o desinterés, libros como El ghetto o Solos y solas, que tienen otro registro? Kozer estña pasado de moda, o nuestra manera de leer pasó de moda? No culpemos a nuestro cansancio lector y a los preconceptos por el modo de intervenir en la poesía. Si se afirma que “no deploramos el uso de la poesía de la …dificultad, sí su pretensión de novedad”, estamos en un error más mayúsculo, aún. El libro no habla ni de vanguardia, ni neo vanguardia, ni lo último de lo último, y menos se le pone la etiqueta neo baroca, por más que se lo mencione. Tampoco el Medusario lo hacía, y tampoco todos los poetas de la antología de 96 estaba cercanos a esa “escuela”, que en verdad fue un modo de intervenir sobre la legitimación metafórica del boom, porque la expresión neo barca se dio, primero, como novela del lenguaje (Sainz, Puig, Sarduy, Sánchez, Agustín, más tarde Lamborghini -Osvaldo), y después se dio como poesía. Y cuál es el problema de la dificultad? Es bueno leer lo que decía Dylan Thomas sobre su preferencia a decir en una plabra dos, en dos, cuatro, en cuatro, ocho, etc., porque ahí la dificultad está legitimada por la cultura celebratoria de los consagrados, vivos o muertos. país imaginario me parece legible, y no porque lo integre, lo digo de nuevo, sino porque algunos escritores, querido y respetado tocayo, leen distinto, viven diferente, perciben la realidad de otra manera, y se cuestionan el lenguaje desde otros intereses, incluso literarios. Yo no me animaría a botar a la basura a una generación que está asomando, en el caso de los más jovenes, y toman de los escritores anteriores lo mejor de cada uno de ellos. Alguna vez te leerán como una influencia, tocayo, y esa será un sorpresa agradable, aunque siempre habrá alguien que no pueda diferenciar entre sus lcturas y la escritura de los otros. Y, por fin, no me sacaría de encima, a Medo, o Echavarren, o a León Félix Batista (no se lo mencionó pero caería en esa bolsa de detrituos del tocayo), tan fácilmente, por respeto a su escritura y porque leer lo que no coincide con nuestra estética no causa infección mortal alguna, sino otro tipo de infección: la amplitud de procedimientos. Otra: y Eduardo Milán, también hombre del Meduario y armador de Pulir huesos, ¿no cae en la “pasada de moda”, o la influencia de ese hombre -al que quiero y respeto- impide dejarlo fuera de escena? Hay neo barrocos deshechables y otro no, de acuerdo a su grado de gestión cultural, no? Yo te leo, tocayo, y escribo diferente a vos. No se me ocurriría no recomendarte para una antología como la que proponés ponerla en un freezer. Con afecto.

Alí Calderón: La antología, sin duda, no es un nuevo Medusario, pero pensémoslo, sus valores siguen siendo los mismos. La visión de la poesía es la misma: discursos fragmentarios, polifonía, el poema maniatado como vehículo comunicativo, diálogo perenne con las vanguardias, supresión o difuminación del yo, progresión metonímica (enumeración sin ton ni son), búsqueda del sinsentido y el absurdo, el sabor a lo kitsch, problematización formal e intelectual del poema, la apuesta por la contingencia y lo imprevisto, aceptación de formas no perfectas… es lo mismo del Medusario. Pero más grave, es lo mismo del Octavio Paz de 1966 y aún de Lezama!! No es lo mismo pero es lo mismo. El problema de la antología es, sin ningún lugar a dudas, el prólogo. Ahí no hay ningún respeto o diálogo con otras poéticas (y eso que se pugna por la hibridez!!! -por otro lado nada nuevo). Ese modo de adjetivar y despreciar: “el canon literario, muy cómodo con cierto tipo de conversacionalismo como discurso modélico…” Y uno podría pensar: el canon literario (hoy neobarroco, minimalista, experimental, de la estética del riesgo) no está también muy cómodo reciclando fórmulas? esa supuesta oscuridad no es también un modo de la comodidad? No será cómodo incluso leer desde la incomprensión?

Mario Bojórquez: Querido tocayo Mario Arteca, pides tolerancia para formas de escritura que no son las nuestras y hay mucho de razón en esa petición previa, sólo que no es congruente cuando tú y Maurizio Medo y otro centenar de autores –la mayoría “desechables” como bien dices–, firman una carta trasatlántica contra una antología que no han leído: Poesía ante la incertidumbre; se solazan en algo que conocemos en México como “la cargada” priísta en un ejercicio de intolerancia repugnante, colocando en la picota, quemando en efigie, juzgando sin defensa a un grupo de jóvenes talentosos poetas que intentan una posibilidad de escritura que no se enmarca en el afán reduccionista que parecen gozarse en implantar los “puros” babélicos que medran en tus parcelas. Nosotros por otra parte publicamos en Círculo de Poesía de Poesía, a autores como tú con quienes compartimos procedimientos de escritura, pero de ningún modo acusamos una única posibilidad de comprensión de los procesos de la poesía en español, creemos casi las mismas cosas que plantean algunos de ustedes, diferimos y es natural, en cuanto a la disolución del yo porque creemos en la lírica, desconfiamos de la pretendida incomunicabilidad del lenguaje poético que proponen pues creemos en el diálogo humano como lo propone Heidegger, no seguimos un solo procedimiento de escritura, participamos de las tradiciones y dialogamos con ellas y tu respetado Eduardo Milán las borra de un plumazo llamando a algunos de nuestros maestros “poetas de la lengua”. Como decimos en México, todo eso enchila, pero siempre habrá para ti o para Maurizio Medo y para muchos otros como Kozer o Leon Felix Batista, el abrazo cariñoso de los colegas disidentes. Mario Bojórquez.

Mario Bopjórquez: Discursos fragmentarios? Y sí, comprendemos que la vida contemporánea es fragmentaria y total, que de esos pequeños fragmentos de la realidad perceptible habremos de construir el nuevo pensamiento poético, pero nunca, nunca al margen del hombre, última instancia donde el poema se cumple.
polifonía? y cómo no, si hablamos de lenguas multimodales, de insaculación metalingüística, de migraciones, de una subeversión del légamo sintáctico
el poema maniatado como vehículo comunicativo? ahí ya no, si Medo sólo puede producir incomunicabilidad, no es precisamente una de las mejores virtudes de su personalidad literaria, el poema lleva en sus palabras los sentidos superiores de la existencia, aún aquellos que escapan a una notación lógica y prelógica de su expresividad, el poema comunica, siempre, hasta la perplejidad de la incomprensión.
diálogo perenne con las vanguardias? Eso sí de plano ya es de hueva, dialogar con el petiso Lezama es tan riesgoso y tan innovador como dialogar con Góngora o Píndaro, los referentes de los poetas de la dificultad por lo general son muy reducidos, hay pobreza lectora.
supresión o difuminación del yo? Ahí no, creemos en la esencial heterogeneidad del ser en Juan de Mairena, y creemos que el ser es algo que esta siendo que no acaba de serse, como ya previno con suficiencia Octavio Paz en El arco y la lira actualizando a Heidegger.
progresión metonímica? Otra vez no, la poesía no se reduce a un solo procedimiento, existen tantos recursos en el arsenal retórico que someter al poema a sólo un tropo de contigüidad o sucesión, es tan precario como sugerir la isotopía del significante en el Medusario
búsqueda del sinsentido y el absurdo? No y claro que no, el absurdo y el sinsentido como búsqueda es verdaderamente un absurdo y un sinsentido, encontrarlo en el curso de la creación, es quizá un hallazgo feliz, pero como programa es una ocurrencia insostenible.
el sabor a lo kitsch? Recuperar los elementos de la cultura popular, injertarlos en el poema, pero no como programa, nunca como programa sino como concurrencia feliz del fluir del pensamiento.
problematización formal e intelectual del poema? Y sí, y cuándo no lo ha sido, es menos problematizado un poema de Darío como el dedicado a Ramón del Vale Inclán o una décima popular veracruzana?
la apuesta por la contingencia y lo imprevisto? Apostar, otra vez un programa prefijado, el mundo es contigente e imprevisto, no necesitamos apostar a nada de eso, lo vivimos ya todos los días.
aceptación de formas no perfectas? Ahí sí me parece que es la pereza la que habla, porque no aceptar formas perfectas como las del propio lezama o carlos german belli, tanto como aquellas que no sean perfectas, el propio Gerardo Deniz o Glauco Matoso escriben esplendentes sonetos.

Mario Arteca: Un gusto leer tus plabras, Mario, desde ya. Y agradecido por la publicación en el Círculo, no soy de esas personas que no agradecen. También para vos o para Lamas y demás, habrá una mano tendida. En lo particular, lo que a mí me enojó no son los poemas de los autores de Poesía en la incertidumbre -que sí he leído- sino los preconceptos esgrimidos en el prólogo, donde se castiga aquello de la “incomunicabilidad”, o la “dificultad”, hablando que los escritores de latinoamérica se escudan en la dificultad para disimular la falta de talento. Eso es muy ofensivo, injusto y reduccionista. Con los colegas, no tengo ni medio problema, a la Ana Wajzuk, que está en el libro, la estimo y la conozco desde hace muchos años,desde cuando editaba aquella revista costarricense con Cháves. La disidencia proviene de algunos signos no muy felices de etiquetar todo lo que parezca riesgoso en poesía con lo experimental y lo neobarroco. Cuando digo que hay que convivir en la disedencia es que respetemos las escrituras. Estamos en el mismo barco y hay que apoyar emprendimientos como los de Ruido Blanco, que son costosos pero están muy bien hechos. Hay que dejar de ver cada antología como una pretensión canónica. Creo que la poesía de nusytro continente está mutando hacia formas de expresión complejas pero muy ricas, en donde todos, de cuardo o n o, estamos incluidos. Un abrazo grande a Calderón, a Lamas y a vos. Y coincido en que la poesía no se reduce a un solo procedimiento, pero no descartemos los que hacen funcioinar varios en un solo estilo. Eso, nada más. Otro abrazo desde La Plata, Argentina.

Tras ese abrazo desde La Plata, Arteca, ya en su muro, Mario Arteca ofende y escribe:

Mario Bojórquez escribió una breve esquela crítica destruyendo Un país imaginario, recientemente publicada por Ruido Blanco, Ecuador, una antología donde, además de mí, hay excelentes escritores. Desacertado los estoques del buen poeta mexicano, que llama “neobarroso” al neoibarroco y creyendo que la muestra, se trata de una resucitación del Medusario. Algo le contesté en los comentarios. La tolerencia ante otro tipo de escritura es nula. Lo lamentamos. Se pierde una buena oportunidad de ver qué tipo de escritura, desde la dificultad (cuyo término parece mala palabra, o una manera de guiñar a los ditores españoles que quieren una poesía sin riesgo ni desmesuras). Su opinión mustra que mejorar el lector, devenido escritor, es una tarea impostergable. El perro que ladra a Sancho vio dos seres quietos y con caballos cansados.
 
 
 
 
Mario Bojórquez, finalmente, le deja en su muro la letrilla aquí presentada tras el siguiente texto:
 
Letrilla y más abrazos de los perros ladradores de Sanchos encaballados, que a lo lejos parecen pareja de burros.

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