Apareció, bajo el sello de la editorial colombiana Norma, “Taxi”, de Fernando Montesdeoca (D.F., 1952). El libro fue finalista del Premio Hispanoamericano de Novela “La otra orilla”. Montesdeoca ha merecido el Premio Internacional de Novela Sergio Galindo y el Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez.
Abdi maneja un taxi y no sabe, a decir verdad, muy bien por qué lo hace. Lleva a los otros y se deja llevar, mientras Ciudad Aquino, el lugar en donde vive, se mueve, transformándose a cada instante; crece como centro financiero mundial, y está a punto de convertirse en la nueva capital del país. El descontrolado cenador Cormoranes dirige esta iniciativa y todos saben que será elegido presidente en las próximas elecciones. Andrés es un aspirante a político que trabaja en un puesto menor y tendrá su oportunidad gracias a una inesperada situación con el mismísimo Cormoranes.
Abdi se ve involucrado con un ama de casa que parece dirigir una red de misteriosas actividades, doña Casi, la cual recibe ayuda del chino Chù, adicto a la violencia y al cuidado de las plantas domésticas.
Examante ocasional de un narco, Día es una pasajera que despierta en Abdi la temida delicia de la pasión, mientras el detective Mejía y la forense a la cual él llama la “niña bonita” investigan, a partir de la desaparición del senador Cormoranes, una serie de crímenes con un sello de violencia que no corresponde, pese a las apariencias, con las habituales ejecuciones de los narcos de La Casinera.
Todos ellos, que además han pasado en uno o en otro momento por el taxi de Abdi, se acercan al punto en donde sus problemas convergen.
“No somos ninguno pero nos imaginamos que sí”, repetían los habitantes de Ciudad Aquino, según un famoso dicho del sabio del Barrio Chino, quien aclaró, cuando le preguntaron a qué se refería con eso: “a que somos seres imaginarios con existencia real”.
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