Sobre la poesía de Nathalie Handal

nathalie handalAndrea Cote reseña “Poet in Andalucía” de la poeta de origen palestino Nathalie Handal (1969). Radicada en Nueva York y París, Handal es una de las autoras más representativas de su generación en Estados Unidos. Mereció el Menada Literary Award y la Gold Medal Independent Publisher Book Award. Es coautora de la antología “Language for a new century. Contemporary poetry from the Middle East, Asia and beyond”.

 

 

 

El poemario de Nathalie Handal Poet in Andalucía es ante todo un recorrido por las formas del exilio. El viaje, las migraciones, los destierros y la travesía errante de los amantes son algunos de los caminos que este libro transita para dejarnos ver que no hay viaje que no sea de regreso a uno mismo

Poeta en Andalucía es un libro inspirado en la trayectoria inversa a la del poeta español Federico García Lorca quien entre los años 1929 a 1930, durante su estancia en Manhattan, escribió el libro Poeta en Nueva York. Nathalie Handal, quien vive en la ciudad de Nueva York, partió desde allí hacia la Andalucía de Lorca y en esa ruta recobrada escribió su propia travesía de anhelo y exilio.

La escritura como una forma del diálogo con lo pasado, los ancestros, las huellas que el tiempo siembra en los templos y las palabras como puerta de encuentro con el otro son partes del derrotero que impulsa este libro.
El escenario de búsqueda de la poeta es la Andalucía del presente, una tierra crisol de voces y visiones del pasado en que convergen la historia colectiva y la personal y en la que cada ruina sobre ruina revela la ambición de una época. Así se observa, por ejemplo, en el poema

 

Caminando al Alcázar:

Esta es la dulce Málaga, llamada de Bella,
de donde son las famosas pasas,
las famosas mujeres
y el vino preferido para la consagración.

-Rubén Darío

¿Quién reescribe lo sesgado
la forma de la posición que acabas de abandonar,
cómo tu cuerpo le da forma al aire,
dejando un espacio fijo?

Dejo distintas formas de mí
por toda Málaga-
Camino por la Alameda Principal
y la gente pasa a mi lado
cual si supieran algo que ignoro. Franco se ha ido,
pero es difícil olvidar
el mapa de huesos que dejó atrás.

El Puerto se abre,
esperando un mensaje o una brisa-
nada puede ocultarle al mar,
se llenan los chiringuitos,
y Rubén aguarda al final de la avenida.

Ahora ante el Gibralfaro
acepto el momento,
lo que vendrá.
Pregunto por la muralla, la Coracha, la Alcazaba,
pregunto por la piedra caliza, el Patio de los Naranjos,
la pólvora, y el Pozo Airón.

¿Dónde estás, Rubén?
¿Qué cosas no me has mostrado,
cómo eres debajo de tus ropas,
qué tienen en común
la tierra y las aguas
cuando contra ellas una mujer aprieta su seno?

Ahora, mis ropas están mojadas,
es invierno,
no pertenezco a nada en este instante,
comienza a llover.

Mi voz acepta la otra voz-
árabe, luego español.
El océano está roto
pero ni eso puede separarnos.

Nada me pertenece,
pero estoy aquí y tú existes-
me muestras, una y otra vez,
cómo el amor desplaza lo pasado.

 

El exilio es el motivo alrededor del cual se va construyendo el texto, reconociéndose como heredera de una tribu errante, la voz poética se adentra en los misterios de la pérdida, la partida y el desarraigo. Los poemas de este libro intentan atrapar el sentimiento de un otro en el que; no obstante, habitan las claves de uno mismo. Es en los fragmentos de las historias de otros que la voz poética intenta percibir su propia identidad fragmentada. Al final, Handal propone una escritura de la vida propia que pasa siempre por fragmentos de la vida de otros

 

Lo que pasa con las plumas

Guardamos las llaves
cartas, y fotos-
todo lo demás quedó atrás
cuando abandonamos la casa.

Eso ocurre cuando
un país se transforma de un día a otro,
cuando aquéllos que conocemos
se transforman en una verja de plumas-
y lo que ocurre con las plumas es que
ellas saben lo que dejamos atrás.

Por años vigilo
la casa de mi vecino
desde ventanas ajenas-
distintos países,
muchas casas,
algunas de ladrillos,
algunas de piedra.

Algunos nunca imaginan
lo que significa un hogar
cuando una melodía
inconclusa atrapa el techo.

Yo finjo
jamás haber visto
un cuerpo flotar en el aire,
las manos de un padre sembradas en la tierra-
después de todo
lo que nunca admitimos
nunca sucedió.

Pero yo no podía
cambiar ese día en Murcia,
cuando el agua trajo la luz
a la puerta:
tengo siete años
es la víspera de nuestra partida,
el día en que mi padre me da un cuaderno,
y yo le digo,
aquí guardaré mi país.

 

Por otra parte, el poemario presenta el acto de escritura misma como un ejercicio de encuentro con la otredad. Las citas a otros poemas son una imagen clara de esta idea. La escritura poética se establece en diálogo no sólo con el sustrato evidente del libro de Lorca, sino con varios otros poetas de la tradición española como Góngora y Garcilaso, así, escribe la autora:

“Acabo de ver a los poetas
del Siglo de Oro y los del ’27,
no había tiempo que los distanciara-
Luis me dijo bebe, Natalya,
Rafael me dijo, recita a Sura,
Garcilaso me dijo la ilusión crea la historia,
Federico me dijo canta para nosotros,
pero lo que más recuerdo es lo que me dijo Lope,
quién declara su amor a quién
las palomas cubren las cercas rotas.”

Finalmente, llama también la atención la fascinación particular por ciertos vocablos que recorre el libro Poet in Andalucía. Es en las palabras donde más claramente palpitan los antiguos paisajes cuyas revelaciones acuden al llamado del poeta. La sección final del libro incluye, por ejemplo, una serie de glosas y explicaciones de algunas citas, referencias y nombres que se encuentran en los poemas y que Handal contextualiza históricamente. Por otra parte encontramos todo un aparte llamado 10 Qit’as, en el que se eligen ciertas palabras del árabe para de ellas desprender un poema. Tanto en ese lugar del texto, como en el espíritu general del libro se sugiere que todo lenguaje es en verdad un llamado o una especie de carta que día a día enviamos de un lado a otro de los tiempos.

Ojalá

Él se aferra a la fuerza
que extiende la luz angosta
y se ve a sí mismo en algún lugar tras la historia.

Piensa,
sólo nos resta
inventar a Dios,
hallar una cifra transfinita que nos permita creer,
tocar los predios de La Manquita,
decir Insha’allah,
y esperar que los campanarios
nos recuerden en qué nos hemos convertido.

Él sabe qué significa
vivir en otro sueño-
el tiempo transformando nuestros rostros.
Hay muchos tipos de pérdida-
la suya es la contemplación
del agua atrapada en las bocas,
la suya es nunca entrar en La Malagueta,
la suya es intentar
comprender
lo que significa Dios mediante,
o si es eso lo que decimos
para borrar la niebla de nuestra lengua.

 

 

Datos vitales

Nathalie Handal (Haití, 1969) es una poeta laureada, dramaturga y editora. Handal ha vivido en los Estados Unidos Europa, los Estados Unidos, el Caribe, Latino America y el mundo árabe. Ha publicado las colecciones de poesía: The Never Field (1999); The Lives of Rain (2005), Love and Strange Horses (2010) yPoet in Andalucía (2012). Ha recibido los premios: Premio literario de Menada a su libro The Lives of Rain, el Gold Medal Independent Publisher Book Award al libro Love and Strange Horses, y la mención honorífica en San Francisco Book Festival y New England Book Festival. Poemas suyos han sido traducidos a más de quince lenguas.

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