Su obra aparece en diferentes revistas y plataformas digitales de España, Perú, Estados Unidos, Colombia, Italia, Uruguay, México y Chile. Ha sido antologada en Con la urgencia del instante (Ars Communis Editorial), Hágase el poema (Editorial Tinta Pujo), Antología Vol IV de la Feria internacional del libro de la Ciudad de New York (Smol Books), Antología Poesía en Paralelo Cero 2024 (El Ángel Editor), entre otras. Autora de “Tinajas” (El Ángel Editor) y Misivas electrónicas.
DE NOCHE
Los bordes de la noche
secan mis huesos.
La tenaz me absorbe
con su negro sonido de sequedales
vastedad silencio de voces perdidas
como el barro cocido de tinaja
absorbe la lluvia de mediodía.
Todas las voces que gritan
o susurran
quedan flotando en la superficie de la noche.
Solo el nuevo día las hunde
al reposo de otros años.
Cuando llegue el día de la batalla final
se levantarán las voces enterradas en el tiempo
magulladas por toda una era de espera.
La mía entre ellas, aún diciendo:
¡Qué cosa tremenda es ser cuando es de noche!
SIN BESTIARIO
Yo no soltaba conejos por la boca
ni mariposas,
aunque volaran
fueran blancas
saltarinas
y temblorosas
como gaviotas,
sobre la arena negra de Savannah,
mis palabras.
Yo no tenía
las bestias adecuadas
para hacerme de un zoológico raro.
Sólo tuve
una escultura verbal
que, como animal salvaje,
eléctrico
y fulgurante
jamás se dejó domar.
Nunca tuve un herbario
ni un montón de tierra
parecido a un volcán
encima de una mesa,
aunque, como Teresita Fernández,
podía yo muy bien ser
“alita de cucaracha
llevada hasta el hormiguero”.
No hubo una serpiente
con cara de tiburón
que secuestrara mi cordura
ni chillara
entre mis sienes.
No acaricié mancuspias
ni un tigre paseó en mi jardín.
Sólo tuve ojos de búho
dos tinajones
un diccionario
el sonido de alta frecuencia que se escucha
en las hondas ondas de la noche
y una palabra escrita detrás de otra.
COHERENCIA
No hay nada más lejano a una palabra
que lo que intenta decir.
Agónicamente uno sale
a buscar una palabra
que quepa en un verso que encaje
que fluya tranquila
como lluvia
techo
canal
tinaja.
Uno acaba por no encontrarla.
Dice que sí.
¡Por repetida se hace la verdad!
Entonces
te persigue cuando duermes,
te nombra te tiembla,
te domestica en el vaivén de los días
te caza te asa a fuego lento
tu carne roja y crujiente
en el sopor de su encanto.
Despertar es dejarse
tragar por la palabra.
La mandíbula abierta
te consume en el acto.
LA MATERIA DEL VERSO
Los versos tienen
cuerpo y huesos
una herida en la boca,
leve materia.
Tienen, los versos,
encías, clavículas
y vocación de multitud.
Los míos tienen tierra negra
y un fibroma en el vientre
redondo como un mango.
ABORTO
La isla es navaja
que sale de la piel.
La pariré como a un coágulo
y les diré a mis hijos
llámenla hermana,
tía
llámenla por su nombre.
No pudo ser otra cosa que el intento.
LECHO DE PALABRA
Busco una palabra teja
una palabra para ponerla
sobre mi cabeza
o mis pies cuando duerma eternamente
y pueda hacerla techo,
una palabra para regármela por el cuerpo,
untármela,
y ser felizmente embalsamada.