Presentamos algunos textos del poeta y periodista argentino Alejandro Schmidt (Villa María, Córdoba, Argentina 1955). Publicó entre otros Clave menor; El Diablo entre las rosas; Una sombra llena de perros, etc. Fundó y dirigió revistas literarias, como El gran dragón rojo y la mujer vestida de sol y la Editorial Radamanto. La selección corre a cargo de Rocío Wittib.
Carne vacía
Así es que los días se van
sin nadie,
por eso me arranco el corazón
y tomo su agua deliciosa
todos corren tras el viento
sólo un animal
el borde de la noche
espera
por esa carne vacía
y animosa.
Silencio al fondo
con pocas palabras
puede escribirse todo
pero al escribir todo
algo se borra
lo comprendemos por
el vacío que aparece
y su tajo
donde
—como una mano que
saluda al ausente—
hundimos la lengua.
Saber
Transparencia en relámpago de la razón
la duda
no tiene sueños por cumplir
así como deviene en temor
para el imbécil
crece hasta luz
para los sabios
violenta derrama, entre reyes,
su amargo amor
y surge en harapos
la verdad.
Ante preciosas fuentes
eliges su copa de advertencias
esperas
y te rompes.
Porque dudar es comprender…
La rosa ya es la arena.
Ahora puedo explicar algunas cosas
el cielo está completo
quien besa huye de sí mismo
mañana
será verdad la muerte
cuando uno escribe luz
lee la sombra
y viceversa
el mundo crece
la vida es una idea
ahora puedo explicar algunas cosas
callar
trae
adentro
la respuesta
La eternidad insiste
la voz es un perrito del lenguaje
la música esa piedra entre los mares
nada es difícil o importante
nada es raro
todo extraña
demasiado
la noche primera
la nieve rojísima del cuerpo
felicidad
la tumba existe
saber
sentidos
la eternidad insiste
hoy no es todos los días
mañana tampoco los futuros
dame lo que amaste
su laurel su almohada
el corazón es copa entre los cuervos
la letra una monja en los desastres
Y no poder aliviarse con un grito
Y así se le salía el corazón y lo agarraba
y así se le salía el corazón y lo agarraba
y así se le salía el corazón
¡se le escapó!
y no poder aliviarse con un grito
y no poder culpar a nadie
sale del corazón
de su semilla
sale
la voz
¡ya!
aire plateadito
se fue con la capucha y el zurrón
cáscara más tierna y primera del amor
que lo agarraba
que lo soltaba
con sus manitas de santo y el vigor
que lo tenía
que lo perdía
anduvo por el mundo y se rompió
y no poder buscarlo en cuatro patas
y no saber ahora ni el candor
y así se le salía el corazón
se le salía.
Cuerpo sobre el corazón
acaso estas nubes grises
que aparecen
desde abajo
corriendo como humo
para amanecer
anuncien
otra patria
su rostro
al fin
perros de caza
estas nubes
traen luz
sólo el viento
el cuerpo sobre el corazón
sentimos
y la breve sonrisa de la noche.
Horizonte
El árbol no tiene paz
Salen sus padres del río
Y lo abandonan
La floresta
Del cielo
Se desprende
Pero
Sola
Vibra el perfil de las ciudades
¿Das al horizonte sombra
Muy
Conmovido?
Sabe
El tiempo
Ir
Lejos
Lejos
Recuerda
Querido arbolito
También yo
Fui un hombre quieto
Que lloraba
Datos vitales
Alejandro Schmidt (Villa María, Córdoba, Argentina 1955), poeta y periodista cultural. Publicó entre otros Clave menor, 1983; El Diablo entre las rosas, 1996; Como una palabra que pudiste decir, 1998; Silencio al fondo, 2000; Casa en la arena, 2007; Verdad de lo evidente, 2011,Una sombra llena de perros, 2012. Fundó y dirigió varias revistas literarias, como El gran dragón rojo y la mujer vestida de sol, Alguien Llama -Carpetas de poesía argentina – y entre 1992 y 2007 la Editorial Radamanto. Su obra como poeta y editor mereció premios nacionales e internacionales y ha sido traducida al inglés, italiano, alemán, rumano, catalán y portugués.