Un poema de… Quevedo

 

Francisco de Quevedo y Villegas

Un 8 de septiembre de 1645 murió Quevedo. Para recordarlo presentamos un curioso ovillejo, “A un poeta”, que retrata de manera fiel este oficio, a la vez ridículo y maldito.

 

 

A un poeta

 

-En esta piedra yace un mal cristiano

-Sin duda fué escrivano.

-No, que fué desdichado en gran manera.

-Algún hidalgo era.

-No, que tuvo riquezas y algún brío.

-Sin duda fue judío.

-No, porque fue ladrón y lujurioso.

-Ser ginovés o viudo era forzoso.

-No, que fué menos cuerdo y más parlero

-Ese que dices era caballero.

-No fué sino poeta el que preguntas,

y en él se hallaron estas partes juntas.

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