La corrupción en CONACULTA y en el INBA o la podredumbre de las instituciones culturales de México. Texto de Mario Bojórquez

Circula una carta del socio de Rodrigo Castillo, en la que se dedica a justificar -sin éxito- por qué su amigo está en lo correcto al participar en un concurso convocado por el INBA-CONACULTA, para obtener un beneficio de hasta dos millones de pesos. Dice que su participación es lícita, porque él lo dice, no le merece mayor atención el artículo 47 en sus fracciones XIII y XV entre otras, de la Ley de responsabilidades de los servidores públicos que ya hemos mencionado muchas veces y que es muy fácil de consultar. Tampoco menciona los artículos constitucionales 108, 109, fracción III y 113 que persiguen a los funcionarios que cometen un quebranto a las finanzas públicas. Dice que no fue Rodrigo Castillo por sí mismo quién solicitó un beneficio cercano a los dos millones de pesos, sino que al frente de una corporación de 14 personas, es decir de socios y empleados, solicitó ese premio; es de notar que aunque pueril esta disculpa, aún así no se escapa de lo que establece el citado artículo. Inicia su carta recuperando algunas expresiones que he dedicado a algunos provocadores que me han injuriado en diversos momentos de estas semanas, no coloca desde luego los que él, su socio Rodrigo Castillo y otros más, amigos, parientes, socios y empleados me han dedicado a mí y que por pudor no cito. No dice que se han constituido en la peor maffia mexicana poderosa que incluye diversos golpeadores y amenazantes “guaruras literarios”, trolls y personalidades falsas que hacen burla constante y diversos agentes menores que durante todo el día se encargan de difamar mi nombre y obra, o que mientras en el muro de María Rivera me atacan y difaman, en el INBA, su marido Gerardo de la Cruz me niega los nombres de los jurados, o que mientras denuncio a Teresa Vicencio, su marido Luis Humberto Crosthwaite, me ataca en el muro de Hernán Bravo Varela. Dice también, con el afán de desacreditar mi dicho, que durante mi periodo como “empleado de CONACULTA”, obtuve el Premio Bellas Artes de Literatura Nacional de Ensayo Literario José Revueltas 2010, lo cual es una flagrante mentira, pues no he sido “empleado del CONACULTA” en ese periodo, fui y lo soy nuevamente, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte que es una distinción que se obtiene por méritos culturales. Ser tutor de la becas del FONCA es una actividad más de las que se realizan con motivo de la distinción, yo la cumplí durante el periodo 2009-2011. Nada dice de los nombres de los jurados de ese concurso que las autoridades del INBA se han negado a dar al público, quizá porque las acusaciones se vendrían en cascada, no han dicho por ejemplo, que circulan muchos nombres entre los corrillos de la literatura porque esa institución ha sido omisa. ¿Cuál es el problema de que sepamos o no que Braulio Peralta, el siempre combativo periodista cultural de Milenio y ahora, -qué triste-, vergonzantemente callado para cubrir a sus cómplices, ha sido jurado del más desaseado y corrupto concurso de la cultura mexicana reciente? Estos jóvenes creen que son intocables, sus amigos los alientan a delinquir sin ninguna vergüenza, no se dan cuenta que sus patrones ya no son los mismos y que se encuentran en la orfandad política. ¿Querrá el PRI cargar con las corruptelas del PAN? ¿Acogerá a estos infractores con qué propósito? Las horas de estos ladrones del erario están contadas, pero no desde que yo los denuncié, sino desde el momento en que sabiendo que cometían una falta, como sin pudor lo afirma Mauricio Salvador, participaron en una convocatoria donde estaba prohibido hacerlo y creyendo y quizá deseándolo, al dejar sus puestos en CONACULTA seguir medrando al amparo del dinero público. Por último, hago responsables a Rodrigo Castillo, sus socios y amigos, Mauricio Salvador, María Rivera, Hernán Bravo Varela, Manuel Iris, Sergio Ernesto Ríos, Román Luján, Luis Alberto Arellano, Pável Granados y Mónica Nepote de lo que me pueda pasar, pues ya varios de sus enviados han prometido golpearme cuando tengan una oportunidad. Qué vergüenza tener que dedicar tiempo a esto cuando el país se nos va de las manos.

 
Mario Bojórquez

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