Presentamos, en versión del poeta y traductor José P. Serrato, algunos textos del poeta brasileño Almir Castro Barros (Maraial, 1945). Comenzó a escribir en los años sesenta. Es autor de los libros stações da Viagem, Os Cães da Sina, Ritmo dos Nus, O Lugar da Alma y Um Beijo Para Os Crocodilos.
Terminales
Destruido el amor
deja enemigos
panteras y jabalíes
en el corazón de los amantes:
unos se matan
otros despiden al último huésped
que guardaron dentro, para soñar,
algunos, aún esperanzados,
se inclinan hacia los enfurecidos animales
como en un templo
se espera a Dios.
Coincidencias en la mañana del muerto
En la mañana del muerto no fui a verlo
por ser de otros males un castigo.
Me gusta mirar muertos como un extranjero
o inconsecuente como un arqueólogo.
En la mañana del muerto no fui a verlo
porque mi único suéter me mostraba
muerto, la mañana muerta, más allá del muerto.
En las mañanas de los muertos soy así;
íntimo de los deudos, como uno más de la familia
y sólo de ellos me distingo porque río.
Retrato de pared
Recuerdo de mi madre
que mantenía pozos secos
entre los muros de las clavículas
y el resto del cuerpo era desierto.
Noche
Cuando los gatos tienen los ojos de zafiro
el miedo se multiplica
y los que escriben
tiemblan por las despedidas
y el sueño de los vecinos.
Terminais
Destruído o amor
ele deixa inimigos
panteras e javalis
no coração dos amantes:
uns se matam
outros despedem o derradeiro hóspede
que guardaram em si para sonhar
alguns ainda esperançosos
inclinam-se aos animais enfurecidos
como num templo
se aguarda Deus.
Coincidências na manhã do morto
Na manhã do morto não fui vê-lo
por ser de outros males um presídio.
Gosto de olhar mortos como um estrangeiro,
ou inconseqüente como um arqueólogo.
Na manhã do morto não fui vê-lo
porque meu único paletó me mostraba
morto, a manhã morta, além do morto.
Em manhãs de mortos sou assim;
íntimo dos deixados como um da família,
e só deles vário porque rio.
Retrato de parede
Lembro de minha mãe
que mantinha poços secos
entre os muros das clavículas
e o resto do corpo era sertão
Noite
Quando gatos têm safira nos olhos
O medo se multiplica
E os que escrevem
Tremem por seus adeuses
E o sono dos vizinhos.