La poeta y traductora italo-venezolana, Erika Reginato, nos presenta, a propósito de las fechas que corren, un texto del poeta italiano Giovanni Pascoli (1855-1912) sobre la epifanía, la llegada de los Reyes Magos. Pascoli es señalado como un poeta Decadentista al igual que Carducci y D’Annunzio. A mediados del siglo XX, Giuseppe Ungaretti, debido a su hermetismo, lo consideró uno de sus modelos.
LA EPIFANÍA ES UNA FÁBULA DE LA INFANCIA
GIOVANNI PASCOLI (San Mauro di Romagna , 31 de diciembre de 1855 – Bolonia, 6 de abril de 1912). Considerado como uno de los mayores poetas italianos de finales del siglo XIX.
La Epifanía es la celebración en todo el mundo de la llegada de los Reyes Magos en muchos lugares de Italia celebran la llegada de la Befana representada por una bruja buena. Es el hada de los tres sabios astrólogos que siguieron la gran estrella por meses a través de un duro y largo viaje para adorar a un pequeño niño, al que ofrecieron los regalos dignos de un rey que todavía recordamos entre dulces y canciones. El poeta italiano Giovanni Pascoli, recuerda a lo largo de su obra la importancia de los clásicos griegos, la infancia entre un paisaje boscoso y el calor hogareño en la constante invocación de temas donde conviven la desgracia familiar, el amor y la vida. Su obra es una fuente de musicalidad entre el experimento espacial que se abría paso en el Decadentismo y el avance de la poética italiana de los comienzos del siglo XX. Toma de la mitología personajes como Ulises y a Psique. Escribe poemas que conforman la tendencia fantástica de su sentimiento. El crítico Augusto Vicinelli escribe en el ensayo El Realismo Mítico, refiriéndose al poeta Pascoli: “ya hemos conocido su realismo mítico, aquella tendencia fantástica que transforma hechos naturales en momentos de un mito…”. Pascoli era el poeta de las sensaciones específicas en donde se siente la maravillosa melancolía de nuestro mundo ordenado en el misterio. Su poesía permite observar el símbolo que nos conduce a descifrar la infinitud de la Palabra que actualmente es tema de estudio como apertura a la generación hermética de 1930. Escribe “Myricae” en el año 1890 y alude un dominio a la incógnita del verso. Invoca al Padre y temas populares y bíblicos que originan fe y esperanza, un novedoso análisis de la poética. Al respecto dice el crítico Curi: “Pascoli escribe de un nuevo amanecer, del canto de los pájaros, diferente”. Un poema para la infancia.
LA BEFANA
LA BRUJA DE LOS REYES MAGOS
Llega, llega la brujita
lega desde las montañas en la noche profunda
¡Qué cansada está! La rodea
el hielo, la nieve y la niebla.
Llega la brujita
tiene las manos cruzadas en el pecho
y la nieve es su manto
y el hielo su panel
y el viento su voz.
Tiene las manos cruzadas en el pecho
y se acerca poco a poco a la cabaña
mira, escucha
a veces cerca, otros veces lejos
poco a poco, poco a poco.
¿Qué hay dentro de esta casa?
Un frágil cuerpecito
todo está tranquilo, todo está oscuro
una luz pasa y brilla.
¿Qué hay dentro de esta casa?
Mira y mira…tres camas
con tres niños que duermen, dulces
mira y mira…en la cabecera
hay tres medias largas y finas.
¡ah! tres medias y tres camas.
La luz brilla y desciende
y cruje la escalera
la luz brilla y sube
y se mueven las cortinas.
¿Quién sube? ¿Quién baja?
La madre baja con sus regalos
sube con su sonrisa.
La luz arde en su rostro
como el faro de la iglesia,
la madre ha bajado con sus regalos.
La brujita de los Reyes Magos está en la ventana
escucha, ve y se aleja.
Pasa con la brisa
por la gran calle
tiembla en cada puerta y en cada ventana.
¿Y qué hay en la cabaña?
Un suspiro prolongado.
Alguna llama de fuego
ilumina todavía la chimenea.
Pero ¿qué hay en la cabaña?
mira y ve tres pequeños platos
con tres niños dulces que duermen,
entre las cenizas y los carbones,
hay tres zapatillas consumidas.
Si tres zapatillas y tres colchones…
La madre vigila y cose
suspirando y bostezando
y de vez en cuando ve
aquellas zapatillas en fila
vigila, llora, suspira y zurce.
La brujita escucha y llora:
huye a la montaña, es ya la aurora.
Aquella madre se lamenta
al ver los niños sin más nada.
La brujita de los Reyes Magos mira y escucha,
La brujita está en la montaña
lo que observa es lo que vio
algunos lloran otros ríen.
Ella tiene nubes en la frente
mientras se queda es la áspera montaña.