Presentamos algunos textos de la poeta colombiana Camila Charry. Ha publicado “Detrás de la bruma” editado por la Fundación Común Presencia, Colección Los conjurados. Es profesional en estudios literarios de la Universidad Javeriana y trabaja como profesora de Arte y Literatura. Ha dirigido talleres de creación, poesía y cuento, para jóvenes.
Del libro Detrás de la bruma. Fundación Común presencia, Colección Los conjurados.
Del libro Detrás de la bruma. Fundación Común presencia, Colección Los conjurados.
1. Secretos
Yo guardo secretos, madre,
que me matan
esta fugacidad
es una manera de nombrarlos:
tanto deseo de todo
y la nada ya tan dentro.
2. Tempestad
El deseo
íntima batalla de insectos radiantes que se alzan
como una tempestad en medio de mi noche.
3. Lenguaje
En esta hondura que es mi cuerpo
laten el agua el miedo
el goce de mirar tus ojos
calmos
limpios
como cualquier palabra
muerta.
4. Olvido
Estarás lejos
cuando en las tardes el aguacero de siempre
esconda golondrinas y gusanos.
Sabrás al fin que olvidar es sólo
esquivar entre las calles
fantasmas
que la luz de los faroles imagina.
5. Señales
Llueve sin afán
el día huele a ti;
atento
mi corazón palpita y desconfía
sabe
que a pesar de todas las señales
jamás vas a volver.
6. Rito
Entrar en el silencio
mendigo que lava mis culpas.
(Inéditos)
I
Era por estar vivos
que nos desnudábamos
y reconocíamos
la furia en el colmillo de la noche
y era
por este apego a la carne
que día tras día
las manos quemadas por tanto sueño
arrancaban de las espinas
la luz roja de la tarde.
Hemos bebido, Señor
la sangre y la imagen que había en la sangre, Señor.
Paul Celán
II
Te arrojo el brillo de mis lágrimas
las tripas del sacrificio
y la cabeza muda del buey.
Te arrojo la semilla
que crece apretada
en este lado de mi noche.
A ti debo
estas pesadillas
y la respiración ausente del corazón.
III
Cuando al fin
los perros se callen y tras la puerta
el eco de la noche
repita mi nombre
hasta el amanecer
me habré reconciliado
con cada una de las apariciones
que la memoria trae impasible
como un trueno.
IV.
Al final
cada hombre escucha sólo su propia voz
como una culpa
la única.
Podemos imaginar un rostro en el vacío;
en ese caso el vacío nos llama la atención por su
parecido a nosotros.
Edmond Jabés
V.
Vuelve la imagen
y el fantasma en el espejo
hace un gesto con las manos
indescifrable.
Señala una mancha en medio de su frente
y desliza su fantasmal dedo por la boca herida.
Sabe
que un largo silencio
lo sacó de la luz y que ahora
ronda tu cuerpo que le duele
como una brillante espina
varada en su memoria más lejana.
La muerte no la conocéis, y sois vosotros mismos vuestra
muerte. Tiene la cara de cada uno de vosotros, y
todos sois muertes de vosotros mismos.
Francisco de Quevedo (El sueño de la muerte)
VI.
Noche adentro
El perro muestra frenético sus dientes
y corre con su presa entre la boca
llanura adentro;
ha sido largo el suspiro exhalado por el que ahora es un cadáver
banquete que entre mordiscos el hambre y el instinto riñen.
El perro cruza luego la noche
la tiniebla que para él resulta el mundo humano.
Jadea, lame las magulladuras de sus días
sabe entiende
qué son la soledad y el destierro
pero desconoce la función del tiempo
su impostergable cometido;
envejecerlo todo acabarlo todo.
Como el perro
mis labios riñen con la vida y tragan luz
jamás sacian su hambre,
ya adentro la luz es un rayo
y se extiende por las entrañas del cuerpo
que también cruza la noche
magullado solitario
consciente de que será cadáver
banquete del tiempo;
ese otro perro
que llanura adentro noche adentro todo lo devora.
VII.
Yo escribo como hablo
desde la desgarradura de la tarde
cuando el último pájaro trina
en una rama
mientras lo imagino.
VIII.
Habrá que hacer como las hojas en otoño
caer sin retorno y esperar el tránsito de lo desconocido
que surca y esquiva
el recuerdo del árbol que un día se habitó.
IX.
De lejos vi que la montaña ardía;
eran fuegos y veranos los que brillaban en mis ojos.
Era acá, en este cuerpo
en donde ese espejismo
era el deseo y su recuerdo perdido.
Datos vitales
Camila Charry Noriega nació en Bogotá, Colombia. Tiene publicado el libro “Detrás de la bruma” editado por la Fundación Común Presencia, Colección Los conjurados. Sus poemas y reseñas han aparecido en antologías, revistas y magazines de Colombia, España, Portugal, Argentina, México, Chile y Canadá. Es profesional en estudios literarios de la Universidad Javeriana y trabaja como profesora de Arte y Literatura. Ha dirigido talleres de creación, poesía y cuento, para jóvenes. Coordinó y dirigió el I Concurso de poesía intercolegiado en la institución donde trabaja, convocando a estudiantes de diferentes colegios de Bogotá. Actualmente prepara la segunda versión de dicho concurso. Fue finalista en el IX Concurso de poesía convocado por la Librería Mediática de Caracas y recibió mención de honor en el I Concurso de poesía organizado por la Revista Abisinia de la Universidad Javeriana de Bogotá y Mención de honor como primera finalista en el XVI concurso de poesía Ciro en el 2012 por su libro, en preparación, “Era por estar vivos”.