La poeta norteamericana Margaret Randall (1936) presenta su nuevo libro en Puebla, con Círculo de Poesía. La cita es a las 18:30 en el Galerías del Palacio, Zócalo. Si vives en otro sitio, sigue la lectura vía ustream. Presentamos, como adelante, un poema del nuevo libro de Randall. Tras el click podrás seguir la lectura: 19:30 Bogotá, 21:30 Bs. As., 02:30 Madrid.
Abriéndose como una roca
Para Sebastián Pérez Mondragón,
nacido el 26 de enero de 2002
Emergiendo. Olvidando. Olvidando
mientras emerge,
un niño lucha por atravesar el canal de nacimiento
impulsándose a sí mismo en el camino.
Se deshace de la memoria como una roca
se deshace de la luz
cuando el desierto trae la noche
sobre sus hombros.
Sebastián, tu máscara antigua
arrastra secretos
opacados por esta nueva conciencia
que te imponemos,
tus ojos siguen la mano de tu madre,
dejan dimensiones que ya no son sólo tuyas:
la curva del tiempo, la temperatura de las estrellas.
Un intercambio necesario, unidireccional,
su recompensa esta migración
de un lugar a otro,
este viento que se vuelve calor,
esta alegría subyugada en el arreglo rápido
—atrapando mientras crea
nuestra necesidad.
Sebastián, en tus mejillas demacradas
y boca perfecta
trazo lo que supiste alguna vez,
alturas y valles germinando sonido.
La memoria te suelta ahora
que te estiras para alcanzar la cuerda salvavidas
que te tendimos.
Un día, cuando detengamos nuestras guerras obscenas
en una temporada sedienta
regada por repentina lluvia del desierto
tu memoria perdida resurgirá a la vida
y nos reuniremos a tus pies.
¿Serás tú el que
nos enseñe a leer nuestro mundo
del centro hacia fuera
o te tragaremos completo
como aquellos otros
que cayeron de ese único lugar seguro
abriéndose como una roca
para sembrar sus secretos en nuestros ojos?
(traducción de María Vázquez Valdez)
Margaret Randall
en la novísima vanguardia poética de los Estados Unidos
Margaret Randall es una conciencia-espejo al que nos asomamos para vernos a nosotros mismos en nuestra realidad. ¿Cómo lo logra? Con su experiencia de vida y su vasta obra que engloba más de cien libros publicados con poemas, ensayos, entrevistas, y su maravillosa labor como editora y divulgadora de la poesía en los ocho años que trabajó para hacer realidad, en México, la histórica y legendaria revista de poesía El Corno Emplumado. En un hecho particular, en relación con sus libros de entrevistas a mujeres de Nicaragua que participaron en la lucha sandinista, la poeta Gioconda Belli escribió: “Es un mérito enorme de Margaret habernos ayudado a vernos a nosotras mismas, ponernos un espejo amoroso y amable donde mirar el reflejo de lo que éramos y lo que somos.”
De la llamada “vida bohemia” de los artistas neoyorkinos (aquel enorme cúmulo de vanguardia compuesta por pintores, escritores, músicos, danzantes, y la cotidianidad en el Greenwich Village, lecturas, exposiciones, jazz y teatro-acción) Margaret llegó a México en 1961 con su hijo Gregory de diez meses de edad y dos poemarios publicados: Giant of Tears (Gigante de lágrimas) y Ecstasy is a Number (El éxtasis es un número), ambos con dibujos de Elaine de Kooning y el primero agregaba arte de Ronald Bladen, George Sugerman, Robert Mallary, Al Held y Joop Sanders. En ese tiempo muchos escritores estadounidenses residían en México por largas temporadas, algunos de ellos: Jerome Rothenberg, Diane Rothenberg, Philip Lamantia, Ray Bremser, Harvey Wolin, Diane di Prima, Marge Piercy, Diane Wakoski, Lawrence Ferlinghetti, Joan Vollmer Adams, Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Gregory Corso, Lucien Carr, William Burrroughs, Neal Cassady, Peter Orlovsky. Con ellos compartían la amistad y las inquietudes artísticas algunos mexicanos y sudamericanos como: Homero Aridjis, Juan Martínez, Sergio Mondragón, Thelma Nava, Roger Bartra, Efraín Huerta, Ernesto Cardenal, Ernesto Mejía Sánchez, Raquel Jodorosky, Miguel Grinberg. Muchos de éstos solían reunirse para leer sus poemas tanto en domicilios particulares como en bares donde se tocaba jazz como El Gato Rojo, Acuario y El Coyote Flaco. Los jazzistas mexicanos alternaron con los estadounidenses, como los que formaron el grupo llamado Veteranos de Corea, y con ellos experimentaban música y poesía en vivo.
En el departamento en que vivía Philip Lamantia solían reunirse muchos de los poetas antes mencionados. Ahí nació la idea de hacer una revista de poesía que divulgara la fuerza de ese espíritu vanguardista que continentalmente compartían, y la decisión de volverla realidad la encabezaron Margaret Randall, Sergio Mondragón y Harvey Wolin. Fue la revista bilingüe El Corno Emplumado—The Plumed Horn, título que unía a la trompeta (horn) del jazz con las plumas de la serpiente prehispánica (Quetzalcóatl). Para esa titánica labor editorial fue determinante el entusiasmo y la capacidad de arduo trabajo que Margaret llevó junto con Sergio y Wolin.
Margaret nació en Nueva York en 1936, en el seno de una familia de intelectuales judíos que emigraron a Alburquerque, Nuevo México, cuando ella tenía once años de edad. Así, Margaret creció en ese mundo bilingüe de la región que la familiarizó con el idioma español. Años más tarde vivió una temporada en España. Después vendrían los años de México, Cuba y Nicaragua, por lo que su formación cultural implica más de 23 años de experiencia hispanohablante. Es por esto que su obra escrita se ha ido entretejiendo entre el inglés y el español.
Además de su importante labor como poeta y editora, a Margaret le distingue una gran determinación de lucha por un mundo mejor que incluye una conciencia feminista de dignidad, no sólo en la acción sino también como autora de libros que han dejado una huella indiscutible, tanto para países hispanohablantes como los de lengua inglesa de nuestra América. Ella ha dicho: “…es en México que empecé a escuchar las voces de las mujeres. En México me hice feminista y empecé a usar la voz ajena en mi propia obra.” Precisamente, es en México donde publica su primer libro sobre ese tema: Las mujeres. Antología documental (1970, Siglo XXI Editores). Dos años después, en la misma editorial aparece: Mujeres en la revolución. Otros libros de su pluma son: El espíritu de un pueblo: las mujeres de Vietnam..., Todas estamos despiertas. Testimonios de la mujer nicaragüense hoy (en inglés se tituló Sandino’s Daugthers) y Las hijas de Sandino. Una historia abierta (en inglés: Sandino’s Daugthers Revisited).
Para Margaret Randall ser poeta implica una categoría de ser total, de ser humano completo que como intelectual está al tanto de su tiempo histórico; por esto su reflexión y crítica siempre ha estado al día de los acontecimientos sociales. Muy temprano y paralelamente a los temas feministas, se ocupó de otros asuntos sociales, así fue que en relación con la protesta juvenil de la década de 1960 publicó el libro Los hippies. Expresión de una crisis en 1968. En el libro Part of the Solution (1973, New Directions) intercaló su poesía con traducciones y reflexiones a manera de diario en tanto testimonios de su tiempo. A través de la revista El Corno Emplumado Margaret participó en 1968 de la crítica y denuncia del represivo y corrupto gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, después de lo cual sufrió la persecución teniendo, con las dificultades del caso, que exiliarse en Cuba. En una obra más reciente, Narrative of Power (2004, Common Courage Press) ella recoge ensayos de actualidad en los que diserta sobre si existe en realidad la “aldea global”, los fundamentalismos de este siglo, el amor lésbico, mujer y resistencia, etc.
La primera antología de poesía beatnik en español la preparó Margaret en 1969, aunque fue hasta 1977 que apareció publicada por Visor con un importante prólogo y notas de ella, bajo el título de Poesía beat. Este libro recoge obra de catorce poetas, entre quienes hay dos relevantes mujeres: Diane di Prima y Barbara Moraff.
Margaret se formó en la misma atmósfera contracultural de la generación beat, como la mayoría de los poetas que al principio mencionamos, pero debemos aclarar que el concepto de vanguardia poética de las décadas 1950-1960 en los Estados Unidos es muy amplio, pues abarcó a varios grupos que si bien llegaron a tener convergencias también se diferenciaron. Junto a la muy comentada generación beat, algunos estudiosos han hecho distinguir grupos por regiones como: los poetas de Nueva York, los del Black Mountain College, el Renacimiento Literario de San Francisco; y más recientemente, David Lechman publicó un volumen de casi 500 páginas documentando lo que él califica como La última vanguardia. Construcción de la Nueva Escuela de Poetas de Nueva York, en la que agrupa a los poetas de la década de 1950 John Ashbery, Frank O’Hara, Kennnet Koch y James Schuyler. Cuando Margaret Randall llegó a residir en México, su vínculo más directo fue con los poetas de Nueva York que enarbolaron la teoría de preceptiva poética que se llamó Imagen Profunda, entre ellos: Jerome Rothenberg y Robert Kelly.
Si bien con los datos anteriores tenemos una ubicación literaria de Margaret Randall, en primer lugar esos datos ya se quedaron en el pasado; y en segundo, no son suficientes debido a que ella (con su dinamismo intelectual, lenguaje poético, experiencias vitales, compromisos humanistas y acciones de lucha) se escapa de clasificaciones o congelamientos. A Margaret ahora la encontramos formando parte de una novísima vanguardia poética estadounidense de la que muchos estudiosos de la literatura no parecen estar enterados. Yo estoy convencido de que después de la generación beat y los otros grupos contemporáneos a ellos, las mujeres poetas estadounidenses son quienes han reautentizado, renovado, revivido el lenguaje poético en idioma inglés. En esa novísima vanguardia en la que Margaret es miembro activo también están: Marge Piercy, Diane di Prima, Sylvia Plath, Anne Sexton, Erica Jong, Adrienne Rich, Diane Wakoski, Leonore Kandel, Ruth Weis, Denise Levertov, Mary Norbert Körte, Anne Waldman y Sharon Olds, entre otras. A todas ellas les caracteriza una voz poética muy propia con la que elevan la cotidianidad de la mujer a una categoría de poesía nueva, con sucesos muy personales en los que se juega la condición de su género a través de los hechos a veces terribles pero también con momentos lúdicos, es decir, una lucha dialéctica entre lo positivo y lo negativo plagada de contradicciones concretas. Voces de poetas donde lo ordinario se vuelve extraordinario.
La poesía de Margaret muestra a la mujer que ha luchado para pertenecerse a sí misma, la mujer que con dignidad día a día sigue su reconstrucción como un ser que actúa en tanto sujeto, es decir, que se deslinda y aleja de la vieja condición de objeto que le fue impuesta. Es, definitivamente, una mujer nueva como a principios del siglo XX buscaba y proponía Alejandra Kolontay.
La clave del vanguardismo de estas poetas se encuentra, por supuesto, en el ambiente artístico e intelectual en el que se formaron, habiendo heredado todas las inquietudes que en las primeras décadas del siglo XX buscaron formar una nueva humanidad, lo cual permeó a pensadores y artistas. Una discusión de ese tiempo la expresó el artista plástico Robert Motherwell con estas palabras: “El interés en el lenguaje, tan extendido en el arte moderno, no está en lo semántico per se; de lo que se trata es de un interés permanente por lograr que el lenguaje (a través de cualquier medio) encaje lo mejor posible en nuestros sentimientos reales y que, incluso, llegue a mostrar los sentimientos verdaderos cuya expresión nunca antes ha sido captada.” Margaret es una de las poetas que mejor han logrado ese lenguaje. Ella lo ha dicho así: “Intento recrear un suceso o un sentimiento, no describirlo. Quiero que el lector o la persona que escucha el poema sienta que está ahí, comprometida con la misma experiencia. O que la experiencia de mi poema transporte a esa persona a una experiencia propia.”
En español la poesía de Margaret circuló tempranamente en varios números de la revista El Corno Emplumado y en algunas otras publicaciones. La editorial Hiperión ha dado a conocer uno de sus poemarios con obra entre 1985 y 1995, titulado Esto sucede cuando el corazón de una mujer se rompe. Y ahora por parte de alforja ARTE Y LITERATURA damos a conocer Dentro de otro tiempo: reflejos del Gran Cañón, con dibujos de su compañera la artista plástica Barbara Byers; traducido por María Vázquez Valdés. Algunos de los libros de Margaret que no se han traducido al español son: The Price You Pay, This is About Incest, Coming Up for Air, When I Look into the Mirror ad See You, Dancing With the Doe, Halfway Home y Where they Left You for Dead.
Con su poesía Margaret aborda lo cotidiano con la misma sencillez con que entra en los temas trascendentales y complejos de la existencia humana. Es capaz de encontrar la esperanza en la dialéctica entre la vida y la muerte, por ejemplo, en la elegía que escribió por el poeta Joel Oppenheimer dice: “Que no se engañe nadie. / La muerte sólo pervive / cuando se pierde el lenguaje de la vida.”
José Vicente Anaya
Ciudad de México, 2005