Presentamos, en versión de Álvaro Solís (Villahermosa, 1974), dos textos del poeta y traductor italiano Vittorio Sereni (1913-1983). Considerado como uno de los mejores poetas contemporáneos de Italia, es autor de los libros “Frontera”, “Diario de Argelia”, “Los entornos inmediatos”, “Los instrumentos humanos”, “Trabajos en curso”, “El sábado alemán” y “Estrella variable”, que recibió el premio Viareggio de poesía en 1982.
Paura seconda
Niente ha di spavento
la voce che chiama me
proprio me
dalla strada sotto casa
in un’ora di notte:
è un breve risveglio di vento,
una pioggia fuggiasca.
Nel dire il mio nome non enumera
i miei torti,
non mi rinfaccia il passato.
Con dolcezza (Vittorio
Vittorio) mi disarma, arma
contro me stesso me.
Miedo segundo
Nada tiene de espanto,
la voz que me llama
exactamente a mí
desde la calle frente a mi casa
en nocturna hora:
es el breve despertar del viento,
una lluvia fugaz.
Mi nombre no enumera
mis errores, ni me reprocha el pasado.
Suavemente (Vittorio,
Vittorio) me desarma, arma
contra mi propio yo.
Fissitá
Da me a quell’ombra in bilico tra fiume e mare
solo una striscia di esistenza
in controluce dalla foce.
Quell’uomo.
Rammenda reti, ritinteggia uno scafo.
Cose che io non so fare. Nominarle appena.
Da me a lui nient’altro: una fissità.
Ogni eccedenza andata altrove. O spenta.
Quietud
Entre yo y esa sombra en equilibrio entre el río y el mar
sólo una línea de existencia
a contra luz de donde nace el río.
Aquel hombre
remienda sus redes, vuelve a pintar el casco.
Cosas que yo no sé hacer. Nombrarle apenas.
Desde donde estoy, hasta él, sólo quietud.
Cada exceso se va a otro sitio. Oh apagada quietud.