Presentamos un reportaje preparado por G. Cappa sobre el disco “Jugar con fuego” que se encuentra actualmente en proceso de grabación y edición en los Estudios de FJR de Granada, con la producción de Enrique Bjeta. Se trata de una fusión de flamenco y poesía en la que el poeta Fernando Valverde (Granada, 1980) y el cantaor Juan Pinilla (Huétor Tájar, 1983), unirán su trabajo para la creación de un proyecto único e interesante.
Fotografía: Antonio Olmo
El cantaor Juan Pinilla y el poeta Fernando Valverde unen sus voces en el proyecto Jugar con fuego, un disco en el que el cantaor y ganador de la Lámpara Minera de 2007 se apropiará de los versos del escritor y premio Emilio Alarcos de Poesía. Pero Valverde, por una vez, dará un paso al frente y recitará algunos de los poemas del disco en un camino que tiene gloriosos precedentes como el encuentro entre Ángel González y Pedro Guerra. El disco-libro, que comenzó a grabarse el pasado 26 de agosto en los estudios de FJR de Granada, incluirá poemas como Celia, ganador del Premio Antonio Machado, La caída, La apariencia o Los niños de Managua. Además, algunas canciones han sido escritas específicamente para este trabajo, como es el caso de Revolución, un poema que tiene como fondo la actual situación social de España y la “apatía” de muchas personas ante las injusticias y los abusos de poder. “El proyecto se está gestando porque Juan es un estupendo lector de poesía que ya tiene experiencia en adaptar textos de Lorca, Miguel Hernández o Ángel González”, explica Valverde sobre un encuentro que aparca de una vez los tópicos de las letras populares para hurgar de lleno en las entrañas del siglo XXI.
El gran reto de Jugar con fuego ha sido adaptar el verso libre del escritor a la rígida estructura de los palos del flamenco, lo que ha llevado a Valverde a revisitar de nuevo su obra y, en algunas partes, adaptarla a las formas clásicas. Pero los cambios son en la estructura, no afectan al lenguaje de su poesía. Ahí estaba el reto para el poeta y para el cantaor, viejos conocidos desde que uno era un joven aficionado que comenzaba a afinar en La Platería y Valverde un novato de las letras. “Siempre habíamos querido hacer algo juntos y no terminaba de darse el momento. Al final lo hemos encontrado y para mí es una ilusión muy grande porque Juan no sólo es un amigo de siempre, sino un gran artista al que admiro”, afirma Fernando Valverde.
Por su parte, Pinilla asegura que “el flamenco hunde su raíz en la rica poesía popular y resulta todo un reto adaptar el cante a las nuevas formas poéticas”. El cantaor considera que este trabajo le ayudará a “rebuscarse” dentro de los cánones y a componer una música que se adapte a los nuevos ritmos que laten en la poesía. “Fernando Valverde, poeta de vocación y acción, ha sabido conjugar la vanguardia con el ritmo popular, la esencia con la ciencia, el duende con el misterio indescifrable de su frondosa e imaginativa lírica. Espero que tantos años de afición me ayuden a configurar los cantes y las formas literarias que este trabajo se merece”, añade Pinilla.
Jugar con fuego se convertirá también en un espectáculo de flamenco y poesía que ya está asegurado en escenarios de México, España y Centroamérica. “El flamenco es poesía. La palabra es lo primero, el verbo, en base al cual se configura el cante, el baile y el toque flamenco. Todo es palabra y cada una de estas expresiones serían imposibles sin la poesía, sin la lírica que acompaña a esta música milenaria”, continúa el cantaor, acostumbrado a pisar grandes escenarios y a cantar en la intimidad para todo un premio Nobel de Literatura como Mario Vargas Llosa.
En el polo opuesto está Valverde, que confiesa sentirse “aterrado” ante la perspectiva de subirse al escenario para recitar sus poemas. “Si por mi fuera grabaría el disco y dejaría el proyecto ahí”, confiesa jocosamente. Y eso que un gran amigo suyo, el también poeta Benjamín Prado, ha demostrado que un escritor puede ser más rockero con un papel en la mano que un cantante con una guitarra. De hecho, ya ha actuado junto a artistas como Coque Maya o Leyva sin desentonar para nada. “Pero Benja es un tío muy atrevido”, dice el autor granadino antes de la gira y antes de ver cómo sus textos se ‘materializan’ en la voz de su compañero de viaje. “Es un cantaor único y, personalmente, me encanta cuando canta de forma más melódica, más suave”, opina sobre un artista comprometido como pocos y que ya tiene otro disco-libro en su biografía, Las voces que no callaron, en el que se adentra en el cante de los flamencos que lucharon por la libertad durante la dictadura franquista. Pero su incansable actividad en los escenarios es igual de frenética en plataformas como Facebook, donde deja siempre bien claro su corazón republicano y siembra su muro de reflexiones como la de Paulo Freire: “Sería en verdad una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollasen una forma de educación que permitiese a las clases dominadas percibir las injusticias sociales en forma crítica”.
Fernando Valverde y Juan Pinilla tienen ya listas sus voces -la flamenca y la poética- para Jugar con fuego y salir sin quemaduras de la experiencia.
