La colección Cosmopoética Poesía Internacional ha publicado un muy interesante volumen de poesía iraquí contemporánea: “Otros mesopotámicos raros. Antología de la última poesía iraquí”, con edición, selección y prólogo de Abdul Hadi Sadoun, poeta radicado en España. La iraquí se ha caracterizado por ser una tradición lírica que renueva y enriquece la poesía árabe.
Hashim Shafiq
(Bagdad, 1950)
Una guerra privada
La mujer que está en la cama
lee una novela
cuyos protagonistas enfadados
se pelean
discuten hasta la madrugada
sobre la guerra que va a estallar
mientras la mujer que está en la cama
coge la novela con una mano
su otra mano
bajo las sábanas
hace su propia guerra.
Shaker Laibi
(Bagdad, 1955)
He visto las palomas mensajeras haciendo el amor
He visto las palomas mensajeras haciendo el amor
sobre las rejas de la ventana.
Dije: “No engañes a la mujer
que te está esperando con su vestido”.
He visto a las muchachas
celebrando las rosas rojas sobre el mantel.
Dije: “Sé cariñoso
con las cerezas que deslumbran encima del tablero”.
He visto los machos de los ciervos
afilando sus uñas con las piedras.
Dije: “Bendito sea el toque de tu vacilante palma de la mano.
Y bendito sea el beso bautizado con los aromas de la pureza”.
He visto las lágrimas verdes en los ojos.
Dije: “Voy a buscar el alba, esté donde esté”.
Yo soy tu amante y tu hermano,
he puesto mis pasos en tu llano virgen
y mis ojos en los secretos de tus hombros.
¡Oh bendita! Tus hombros son dos barcos
que están a punto de sumergirse
en mi lago.
Kadhim Jihad
(Nassiriya, 1955)
El enigma
Quizás, el enigma nunca sea revelado,
hagamos lo que hagamos
para resolverlo.
Quizás no existiera ningún enigma,
tal vez hubiera sido mejor no revelar ningún recuerdo.
Tal vez hubiera sido mejor profundizar en la ignorancia,
la ignorancia que sustancia el corazón.
Adnan Al-Sayeg
(Kufa, 1955)
Estupidez
Con cada caída de un dictador
del trono de la historia,
que está esculpido con nuestras lágrimas,
se me inflaman las manos de tanto aplaudir
pero nada más volver a casa
enciendo la televisión,
y escupe a otro dictador
de las bocas de la gente
que aplauden y silban.
Me río…
de mi estupidez,
se me llenan los ojos de lágrimas.
Jamal Jumá
(Bagdad, 1956)
Apretón de manos en la oscuridad
Los camiones han partido hacia el sur
llevando los zapatos de los muertos
y sus sombreros.
En cuanto a los cadáveres,
ya han dicho adiós al sol
y han dejado que el aire revuelto
cubra de arena lo que de ellos queda,
despojos desperdigados por doquier,
antes de que vengan la noche…
y los lobos.
Talib Abdelaziz
(Basora, 1959)
Esculpir
Ahora
o después
en los fines de semana
o en navidad
si una vez te falla el francotirador
o te falla un fragmento de obús,
pues, te vendrá la bala
que está hecha para ti
y tu nombre está grabado en ella,
y dentro de ti suena su eterno silencio.
Nasif al Nasiri
(Nassiriya, 1960)
Los sueños de llegada
La esposa sueña con la llegada del marido,
la madre con la llegada del hijo,
la muchacha con el amante,
y la tesorería con el ladrón.
El marido escribe cartas desde la cárcel,
una víbora ha mordido al hijo en la trinchera,
el amante canta en cautividad,
el ladrón merodea borracho por las calles,
la esposa ya es viuda y se fue a otra ciudad,
la madre llora,
la chica espera como un jardín abandonado,
y la tesorería se llenó de nuevo
y sueña con la llegada de otro ladrón.
Abdelamir Yaras
(Bagdad, 1966)
Mala suerte
Naceré en el siglo venidero
naceré en Bagdad,
también.
Tengo mala suerte
mi padre será el mismo,
también mi madre.
Y mis amigos serán los mismos.
Pero yo,
desgraciado -como he dicho-
incluso hasta para nacer.
-Eso es lo que ocurre de hecho.
No naceré en otro lugar
aún cuando muriese.
No moriré
en otro
lugar.
Otros mesopotámicos raros. Antología de la última poesía iraquí. Abdul Hadi Sadoun (edición, selección y prólogo). Colección Cosmopoética Poesía Internacional. Córdoba. 2009.