Literatura, lenguaje y ¿adivinación?

Mario Calderón 1

El poeta, ensayista y narrador Mario Calderón (1951) ha publicado recientemente el volumen de ensayos La estructura de la realidad derivada de la literatura (Eternos malabares 2013), en donde expone su teoría en torno a la lectura del entorno individual o “adivinación”. Presentamos una conversación entre Calderón y Moisés Ramos donde se habla de las profundas posibilidades sémicas y simbólicas del lenguaje, de la adivinación y su lógica fundada en el lenguaje literario. El libro puede hallarse en las Librerías Educal.

 

 

 

Lo consultan políticos. Gente que lo conoció por primera vez quedó sorprendida de que les leyó el entorno y acertó en todo lo que les dijo. Así, el escritor Marco Tulio Aguilera Garramuño, afirma que “leyendo lo que había tras de mí en el restaurante Mario Calderón supo de mí más que la mayoría de mis vecinos”. Otro narrador, Ignacio Trejo Fuentes afirma sobre él: “Es capaz de decir a cualquier persona, conocida o no, qué le ha sucedido antes, qué le está ocurriendo y qué le pasará con sólo mirar alrededor del analizado”.

Es Mario Calderón, guanajuatense nacido el 25 de noviembre de 1951, doctor en Letras, autor de nueve libros de poesía, cinco de narrativa, incluido en antologías, desde muy joven: en 16 de poesía y en cinco de cuento. Profesor investigador de la facultad de Filosofía y Letras de la UAP, ha publicado también libros de ensayos y coordinado algunos más.

Acaba de recibir los primeros ejemplares de su texto La estructura de la realidad derivada de la literatura, en el cual expone su método de lectura de la realidad, mediante el cual sorprende a más de uno diciéndole cosas que nadie más podría saber, y menos aún un desconocido.

 

“Hay muchos políticos que vienen de fuera a consultarme, porque esto es objetivo, no se trata de adivinar a alguien y decirle: ‘te vas a sacar la Lotería’. No, no, no, no. Primero les leo el pasado y les digo: ‘Si acerté en el pasado puedes creerme el futuro, y si no, no me creas nada’, porque esa sería la prueba de fuego: si te estoy diciendo cosas del pasado y ves que son verdaderas, puedes creer el futuro”, explica en entrevista Mario Calderón.

Pero ¿leer el futuro? se le pregunta y responde: “sí hay un futuro y es todo un sistema filosófico que se trata aquí, en mi libro. Pero ¿realmente hay un futuro? La idea que tengo, hasta ahorita, es que Platón dice que la vida definitiva, objetiva, está en otro lado, en el “Topus uranus”. Yo entiendo que allá estamos los definitivos y que esta vida, en la que estamos, sólo es otro ensayo, como si se estuviera proyectando la vida, de algún lado, de allá y nuestra vida sólo es una proyección. Nosotros aquí no somos objetivos, en cualquier momento morimos. Aquí nada es verdadero, todo es ilusión, todo es como un ensayo, estamos como en una novela o en una película. A lo mejor es más preciso decir una película. Por eso Platón decía que cuando uno va a la escuela sólo va a que le ayuden a recordar”.

 

 

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¿Cuál es el papel de las palabras en su técnica?
Lo mismo sucede con las personas, dime cómo te llamas y te diré quién eres, podría afirmar. A eso le llama “la relación del nombre con la obra”, con base en lo cual da un panorama sobre nuestro país:

Mostrando que hay relación del nombre con la obra, México significa El ombligo de la luna, y luna para el inconsciente significa sensualidad, de tal manera que México, para el mundo tendría el significado de “Tierra de la sensualidad”, país de la sensualidad, por eso es el país de los diversos olores, sabores (por ello nuestra comida es Patrimonio Cultural de la Humanidad), de sensualidad

Yo creo que esa es la importancia de México frente al mundo y creo que debería promoverse más así a nuestro país.

En cuanto política, en mi libro Historia y cultura de México a través del lenguaje escribí, por ejemplo, que el tiempo de Felipe Calderón estuvo agitado porque Calderón significa “agitar, calentar como una caldera” e Hinojosa viene de hinojo, de perfume que cunde y Felipe quiere decir “aficionado a los caballos”, es decir, al trabajo por lo que en su sexenio entramos en una etapa del que todavía no acabamos de salir, de agitación; nunca ha habido tanta agitación en México como en ese periodo: agitación política, del crimen, del narcotráfico, etcétera.

Apellidado Calderón, fue antes secretario de Energía y cuando fue presidente su primera secretaria de Energía fue Georgina Kessel; Georgina significa “la que trabaja por la tierra” y kessel es un instrumento que usaban alquimistas para calentar sus brebajes.

En la misma idea de mostrar que hay relación del nombre con la obra, el secretario de la Defensa Nacional actual se llama Salvador Cienfuegos ¡Caramba, qué claro! ¿no? ¡Salvador Cienfuegos!

En cuanto a Enrique Peña Nieto, Enrique significa “Poderosos en su casa”, Peña “piedra”, sería base de algo, y Nieto, literal, nieto. En realidad este gobierno sería como nieto del sistema anterior del PRI, es el nieto del sistema priista, considerando que acaba de pasar una etapa panista. Los nuevos políticos son los nietos, pero obviamente si es “poderoso en su casa” yo espero que esta agitación de crimen organizado esté terminando cada vez más.

Ojalá que así suceda.

Pienso que, como país, vamos bien, hay injusticia social, etcétera, etcétera. Ojalá que algún día salgamos de esa injusticia que, ahorita es terrible. Pienso que va a llegar el momento, que sí va a llegar algún día. La verdad, creo en el gobierno del pueblo, en que todo va a cambiar, en que esto debe cambiar cuando llegue la izquierda al poder, como sucedió en el DF, donde la vida es muy diferente a la de acá: el transporte es muy barato, comparado con el de acá.

Definitivamente está mejor la Ciudad de México y pienso que debiéramos imitarla. Para mí la solución es el cambio de sistema, como piensa Gabriel García Márquez: que la teoría marxista fracasó, terminó, pero va a regresar. Yo también lo creo.

Lo que pasa es que ahorita el hombre está inmaduro todavía; el propio Marx dice: estamos en la prehistoria, por lo que yo creo que las cosas van a cambiar cuando el hombre madure y no sea capaz de estarse comiendo una torta, por ejemplo, mientras alguien está mirando. No se puede ser tan rico, como hay algunos ricos, mientras que otra gente no tiene nada.

Pero para esa madurez falta mucho. En México quién sabe, pero apenas sería un paso. Probablemente antes de 20 años, llegue, pero obviamente van a haber luchas. Y para la madurez del mundo falta más tiempo, muchísimo más tiempo. Lo que pasa es que el mundo está cambiando y va a cambiar.

Si nos remitimos a 1850, no había nada. En cambio, de ahí para acá, en 163 años, todo lo que hay: existe el teléfono (que parece brujería), la internet, la radio, la televisión, los viajes espaciales. Ha habido un avance enorme: una persona hoy, puede vivir como rey o mejor que cualquier rey de los siglos XVI o XVII y eso lo ha aportado la ciencia. Si nosotros hemos avanzado tanto, en este lapso, quiero imaginar qué sucederá en el mundo de aquí a otros 163 años. Estamos avanzando rápido, aprisa. ¿A dónde llegaremos? El mundo va a vivir muchísimos años, por lo que de aquí a 500, a mil años, se van a referir a nosotros como la prehistoria, gente de la prehistoria. Apenas están cambiando unas estructuras sociales. Por eso Marx tenía razón: vivimos en la prehistoria.

 

¿Es un método de adivinación?
Se habla muy mal de la adivinación, porque no es objetiva, no es científica. Lo que yo hice fue descubrir la realidad tiene una estructura, esto derivado de la literatura. Buscando lenguajes literarios, encontré que la realidad tiene una estructura. Lo mío se deriva de la metaficción, de considerar el mundo como una novela que puede ser leída y así como a uno, cuando va a la primaria le enseñan claves para aprender a leer, también en este método se enseña una forma de leer. Estamos en la página de una novela, en la cual hay claves para leer esta novela, para mostrar esa estructura, por ejemplo, que todo lo que está atrás de nosotros corresponde al pasado, lo que está adelante, al futuro, a la derecha lo más importante, a la izquierda lo menos importante.

Otra clave es que el entorno de una persona corresponde al medio social, al medio general, lo cual la gente no sabe; otra clave sería que el espacio equivale al tiempo, esto se dice en Física y es absolutamente real. Otra clave son los lenguajes; yo estoy diciendo que esta novela está escrita con varios lenguajes, al primero de los cuales le llamo denotativo, el común, el simple, que consiste en que, por ejemplo si atrás de una persona hay un niño, éste necesariamente fue importante para él, dependiendo del tiempo.

Yo cuento los espacios de donde está la persona, hacia atrás donde se encuentra el niño y no falla. Si atrás de nosotros, por ejemplo, hubiera una pareja platicando, feliz, esa pareja está viviendo lo mismo que nosotros ya vivimos.

Es decir: la realidad tiene una estructura, obvia, pero la gente no la ha descubierto. Yo creo que esa sería una de mis aportaciones, pero no sólo a la literatura, sino a la ciencia. Yo lo que hago es leer esa realidad y de esa manera resulta que se puede adivinar.”

 

¿Dónde quedan la ciencia y la comprobación?
Con este método me presenté a experimentos en la facultad de Psicología de la UAP; me extendieron una constancia de acierto del cien por ciento, pero luego fui a la facultad de ciencias Físico Matemáticas y allá tuve el 88 por ciento. Publiqué un libro de cuentos, Destino y otras ficciones, donde expongo el método. Ha sido leído en varias universidades y luego me invitan allá para que dé la demostración. El libro ha tenido bastante éxito, ha tenido cuatro ediciones.

El otro lenguaje al que me refiero es el connotativo, es decir el del doble sentido, el que está oculto bajo la realidad aparente y corresponde al inconsciente: en cualquier momento, a cualquier persona, puedo leerle el inconsciente y de esa manera decirle detalles muy generales del pasado, del momento e inclusive del futuro y lo que hago es leer el entorno, como si se tratara de un sueño, como si la persona estuviera soñando y yo le descifro en el momento su sueño.

Y el momento es un sueño porque ahí están funcionando, al mismo tiempo el consciente y el inconsciente. Es como si descifrará una pintura de Delvaux o de René Magritte, un cuadro Surrealista.

Al inconsciente se puede acceder simplemente leyendo La interpretación de los sueños de Sigmund Freud, quien hace una especie de tabla de equivalencias donde dice, por ejemplo, el árboles equivale a hombres, flores equivalen a mujeres, como todo lo cerrado equivale a femenino, todo lo alargado a masculino. Esas equivalencias puede aplicarlas uno mismo y descifrar cualquier situación.

La lectura de los sueños ha existido en todas las cultura, pero quien lo hizo de manera sistemática, objetiva fue Freud y funciona absolutamente. Y Carl Gustav Jung es una derivación de Freud. Habiendo leído con mucha atención los tres tomos de La interpretación es realmente sencillo. Y realmente funciona.

Con esta lectura comencé hace muchos años; quizá desde 1982, cuando trabajaba en una prepa, donde en lugar de presentarse los alumnos yo “los presentaba” el primer día. Ese era mi ejercicio y ellos se emocionaban mientras yo les decía lo más importante

Tengo muchísimos años, mucha experiencia y mis símbolos están muy probados, ya sé qué significa cada cosa. Lo que hay que hacer es atreverse a aceptar los símbolos que ve, hay que estar abierto. Uno no se puede cerrar.

La ciencia, en ese sentido puede hacer daño. Me cierro y digo: ‘yo creo sólo en lo que me demuestres. Sí, pero una característica de la posmodernidad es que hay muchas cosas que son inexplicables, para las cuales nadie tiene explicación. Tan enorme es eso que, por ejemplo, en la Universidad Pedagógica, a donde llevé mi método, encontré a una niña, una estudiante que puede ver siempre lo que la gente está pensando ¡Fuera de serie!

El método lo puedo enseñar y en mi familia todos lo saben hacer, el editor de Daga Editores. Mucha gente que está cerca de mí ya lo sabe aplicar. Y por eso es importante, porque nada tiene que ver la intuición: todo es objetivo, mecánico, por eso vale la pena.

 

¿Cómo se lee La estructura de la realidad, su obra?
La intención de publicar el libro La estructura de la realidad derivada de la literatura es que yo había publicado el método a través de cuentos en el libro Destino y otras ficciones y ahora es publicarlo como ensayo, bien explicado, lo más claro que pude. Como ensayo tiene relación, primero, con la psicología, porque estoy leyendo el inconsciente, pero también tiene relación con la física, porque la realidad tiene una estructura, que inclusive en física se ha descubierto.

Hay un capítulo en el libro que se llama La lectura del entorno en relación con la física, pues tengo amigos que me asesoraron.

Creo que este libro tiene una aportación, que se derivó de la literatura, que es la aportación a la ciencia, a la Física y a la Psicología. Yo tenía muchas ganas de publicarlo y este año, por fin pudo ser. Pertenezco a una Red de Investigación en Arte, RIA quienes con sus recursos me ayudaron a publicarlo.

El libro lo voy a presentar antes de que se acabe el año, aquí en Puebla y también en la ciudad de México, lo que pasa es que aquí se acercan los exámenes y entonces los muchachos están muy ocupados. Respecto a dar clases sobre el método, mucha gente me lo ha dicho. Yo estoy en total disposición de enseñar, de manera individual, porque esto realmente funciona”.

 

 

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