Presentamos, en versión de Javier Gutiérrez Lozano, algunos textos del poeta libanés Mazen Maarouf (1978). Es poeta, traductor y escritor nacido en territorio libanés, pero miembro de una familia de refugiados palestinos. Dada la represión libanesa se exilió en Islandia. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, chino, alemán, español, sueco, maltés, islandés, malayo y urdu. Gutiérrez Lozano trabaja en la traducción de su libro Ángel en el tendero.
ADN
No existe forma
de gritar…
recuerda que tú eres palestino.
Una forma para hurgar tu rostro
en la ventana del autobús, mientras palmeras y maleteros
titilan el pasado y rompen tu reflejo.
Una forma
para tocar la capa de ozono
suavemente, como un globo con helio,
o para llorar
porque te sabes un bastardo.
Una forma
para plasmar tus manos en los pechos de quien amas
y soñar
con ideas lejanas:
un pequeño hogar en un suburbio de París,
el Louvre,
toneladas y toneladas
de libros y soledad.
Una forma de morir:
incitar francotiradores
en tempranas horas de la mañana.
Poder llamarle “puta”
a la mujer que te ha engañado.
Fumar yerba en un elevador,
solo, a las once de la noche;
escribir un poema miserable en la bañera.
Una forma
para gritar en la cloaca,
donde tu rostro ondea de nuevo
entre el barro tóxico,
allí donde recuerdas, que en cierta forma,
no eres absolutamente nada,
excepto un palestino.
BALA PERDIDA
Tras cruzar el living,
la biblioteca,
el largo corredor
y la fotografía que nos mantiene en un viaje por el río Alkalb;
después de atravesar la lavadora,
y a mi madre -exhausta
a pesar de existir la lavadora-,
inclina su trayectoria con fuerza de gravedad
descansando finalmente en mi nuca…
y
te asesina.
ESPACIO
Un espacio
colmado con grandes piedras
-como si fuese la luna-
no puede alojar el encanto
del vendedor de lotería
ni absorber
la muerte de un amigo.
No está abierto
para niños que juegan al fútbol
hasta que el día se consuma…
pero aún nos queda
el espacio externo
donde el vendedor suspira ante el rostro de…
y en él miramos
el gesto
de un querido amigo.
El espacio externo
que transforma su más grande piedra
en una pelota
pateada por niños
cuando el día se consume.
Datos vitales
Mazen Maarouf (Libano, 1978), poeta, traductor y escritor nacido en territorio libanés, pero miembro de una familia de refugiados palestinos. Para entender la poesía de Maarouf es importante conocer el contexto que hay detrás del autor. Tras las dificultades sorteadas de ser un refugiado en Beirut, Maarouf se convirtió en egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad Libanesa. Después de años ejerciendo en el ámbito de la física y la química, Mazen se acercó a las artes y al periodismo, donde trabajó para el periódico Annahar. Posteriormente laboró para medios extranjeros como Al-Quds-el-Arabi (Londres), Qantara (París), Kalima (Abou Dhabi), entre otros. Con el inicio del nuevo milenio, el poeta palestino se adentró completamente a la poesía, y combinando su labor periodística, encontró ya llave de aquella puerta que fusiona la denuncia con los versos. Hallazgos del pasado, la reprimenda a un refugiado y decisiones de gobiernos como los de Libano y Siria como inspiración en su poesía, lo convirtieron en un blanco de los intereses políticos. Viviendo en una constante amenaza, Maarouf se vio obligado a abandonar el territorio que había considerado como su hogar, recibiendo asilo político en Reikiavik.Es Islandia la tierra que hoy en día lo ha protegido de la represión, el país que lo ha acogido para seguir levantando las letras por todos aquellos que ha perdido la voz. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, chino, alemán, español, sueco, maltés, islandés, malayo y urdu. Actualmente, el poeta mexicano Javier Gutiérrez Lozano está trabajando en la traducción al castellano de su libro Ángel en el tendero.