Muestra de autores novísimos de Baja California

La siguiente es una recopilación de autores novísimos de Baja California, cuya intención principal es dar a conocer a algunas de las jóvenes promesas de este estado. Los temas de los autores que a continuación aparecen son de lo más variados: sexualidad, buen humor, imaginación desbordada, deseos de todos tamaños y trances psicodélicos en los que entran a voluntad. Contrario a la creencia de muchos, los escritores norteños aquí reunidos demuestran que cuentan con un amplio imaginario del que se valen para construir mundos y emociones de toda clase. Éste les viene no solamente del ambiente natural y social próximo, sino de los medios digitales, así como influencias de autores mexicanos y extranjeros, entre los que destacan los estadounidenses, debido a la simpatía desarrollada en la frontera por los vecinos del norte. Varios de ellos trabajan activamente en la difusión de la literatura de calidad. / Adriana Pérez

 

 

 

 

 
 

 

 

 

meraly reyes

 

 

Méraly Reyes Tovar. Nació en Tijuana, B.C. (1993). Radica en el Distrito Federal. Actualmente estudia Lengua y Literatura Hispanoamericana en la Universidad Nacional Autónoma de México y Antropología Social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

 

 
 

 

Cuestión de nombres y cantidades
(microcosmos-macrocosmos)

 

Hay un zoológico en casa:
Un cocodrilo barbón leyendo Borges en el sofá

(Doblemente peligroso);
dos aves con una visión fragmentada y escasa de la realidad , con las alas convertidas en bastones sobre una jaula que estuvo siempre abierta;
un pez en inflación que ha bebido toda el agua de pecera y cada vez escupe más codicia;
un perro que no quiso nacer y ha decidido no ser;
dos serpientes inmutables a estímulos que no involucren la supervivencia;
dos ratones boca arriba en los que la vida ya solo rebota;
un par de grillos abrazados en disección al centro de un terrario con escoria;
termitas que se dice y supone que existen, pero no se ven;
dos camaleones a punto, pero siempre a punto, de salir al mundo y ya dejar de camuflarse.

 

 

Tengo un crush. Mi primer crush. No sé quién es. Tan sólo sé que cuando lee toma mucho café. Lo intuyo por la taquicardia que reflejan sus corchetes horrendos y estrellitas malparidas que enfatizan algún párrafo o línea del texto. Qué capacidad de síntesis tan deleitosa. El control de préstamo de la biblioteca fue renovado recientemente y no hay rastro de posibles nombres. Me pregunto qué hacía o hacia dónde iba cuando, sin quererlo, su lápiz se deslizó diagonalmente sobre la hoja 125. A veces no veo su huella en varias páginas y me precipito desesperada a hojear las siguientes para asegurarme de que sigue ahí: entre líneas.

 
 

 

karen marquez

 
 

 

Karen Márquez. Nacida en Tijuana, B.C. (1986). Formó parte del Colectivo Intransigente de Tijuana. Ha publicado en la Antología Posmortem: Mi País es un Zombie, 2011 (D.F.); en el Fanzine Digital de Literatura: [Radiador], del proyecto cultural Molino de Cuento (D.F.); y en la Revista Frontera-Esquina Vol.1 “Poetic Borders”. Publicó en 2012 el poemario Vita Nova, con editorial Kodama Cartonera. Editó la Antología de cuento, poesía e ilustración para niñxs titulada El Mar de las luciérnagas, en colaboración con Kodama Cartonera (B.C.) y Cartonera del Toro (Puebla). Actualmente trabaja en un proyecto de libro-audio-visual que aborda procesos físicos, psíquicos, sociales, y la relación que encuentra con lo mítico y sagrado expresado a través de la danza tribal, la danza butoh, la música experimental, todas ellas esencias del mundo que habita.

 

Elegía a Efraín Huerta
 

Sé de la lluvia nocturna cayendo
como sobre cadáveres
Efraín Huerta

To the depths of the ocean
where all hopes sank,
searching for you

Joy Division

 

Soñé el rayo de tus ojos  en superzum  envuelto de arboledas verdísimas
Como eclosión de una crisálida
Arrojada al abismo entre ser   y no existir
Recordé a la muchacha suicida
a la que Hegel hacía sentir ratón
y me proclamé en defensa de los
derechos de las bestias
Te esperaba
Socavando el fúnebre instante te espero
Has viajado a través de las piedras
con el temple enardecido
prófugo   voraz
Mi cuerpo se desprende de mí    hacia el jardín
Donde el viento y el sonido
se consuman
Y se consumen      inagotablemente
Naufraga de mis propias aguas      Me hundí contigo
Nuestros vahos enloquecieron en la ultratumba de las poderosas tierras despobladas
Nuestras llamas se unieron formando el cielo más sangriento      deteniendo el amanecer
Porque quienes se alimenten del fuego
serán las bestias nacientes    para la eternidad
Evoquemos   la noche     de nuestra muerte      en el desierto
Donde una tempestad tan profunda como dolorosa
cimbró en las conciencias de todo
guardián del tiempo   y de la historia
Dejemos los poemas de amor superficial
Y saquemos los fusiles empolvados
de nuestro corazón ardiente
de infinito
Yes  my love
Is getting ready

 

 

 

dante tercero

 

Dante Tercero. Nació en Uokaeme (Tijuana – San Diego), 1997. Poeta, genio implosivo, flaco, solitario, enamorado, azul, pelirrojo, emplumado, albino, tigre, perla, burbuja, trébol. Dante Tercero es transgénero y Dante & Liam (Editorial Ojo de Pez, 2014) es su primer libro.

Dante & Liam (fragmento)

TOP DYSPHORIA. I am Dante
“THE BOY FROM THE SUN”
tengo diecisiete años y vivo en Uokaeme
una ciudad muy pequeñita en la costa de Demogusmoe
en el planeta Uoisse (o Tierra).
cuando era niño nuestros Padres Supremos me llevaron a un planeta solitario y oscuro lleno de rocas gigantescas y me dejaron ahí hasta que aprendí a no tener miedo.
Luego me trajeron aquí y morí muy pronto porque me dio hambre y no supe que hacer con esa sensación que nunca antes había sentido.
Luego volví a nacer y a morir y a nacer y a morir y a nacer muchas veces.
Luego nací Dante, luego Dante Segundo y esta vez DEBÍ HABER NACIDO Dante Tercero…
pero nací Lili.
And that’s seriously wrong.
And sad.
And dead.
And pills.
And puke.
And joints.
And australopidopolupulusfrtrxiolosaurus.
And thats why I call myself Dante Tercero when I am home alone.
And thats why I call my dick Dante when I am home horny weed sing in password tumblr reblog this <3 <3 <3 my sister is a quiet bunny is a polkadot in my ass los reptilianos tienen mirada de láser y les gusta ver cubos dorados flotando sobre el mar no tienen un brazo y su sangre también es cuadriculada y ellos tienen las bolas abajo y no arriba, NO COMO YO, que no puedo ver mi plexo SOLAR.  :'(

 

 

 

alberto paz

 

Alberto Paz. Nacido en Tijuana, B.C. (1987). Estudiante en Lengua y Literatura de Hispanoamérica (UABC), gestor cultural y poeta. Manejó la difusión del proyecto Bicromato Flyer Literario (2011). Recibió el 3er. lugar en el Concurso de Creación Literaria UABC 2011 y ha sido ganador en 2012 del 4to. Slam Nacional de Poesía que organiza la REDNELL. Su trabajo se encuentra reunido en diversos diarios, revistas y antologías del país y el extranjero. Ha cursado talleres literarios con Guillermo Samperio, Mónica Lávín, Raúl Renán y Jaime Agusto Shelley. Actualmente labora como Coordinador de la Sala de Lectura del centro Cultural Tijuana.

 

 

 

“Oh, anoche me sentí enfermo, enfermo hasta la médula,
pues existe también un cuerpo del alma,lo mismo que un cuerpo del cuerpo,
y este cuerpo del alma me dolía, todo este cuerpo luminoso.”
Ray Bradbury

 
Vuelta en negro
 

Mi dedo índice despierta tras el movimiento
Mi cuerpo entero se colorea con crayolas
O con ballenas psicotrópicas al amanecer
Abro un ojo, luego el otro
La verdad es que el ojo de mi frente no está abierto
Yo nunca he sido un ser iluminado
Tan sólo he parpadeado un nano segundo
Soy una luciérnaga intermitente
con flores de miedo en las entrañas
La locura la bebo embotellada en los jardines de cemento
Pero aquí todos son cuerdos
Y en mi casa diminuta no hay espacio para las palabras
Abro un ojo
En verdad he abierto todos los ojos de mi cuerpo
En verdad cada poro de mi cuerpo es un ojo
Y todo yo soy un cíclope
Y todos los rayos de otra galaxia
se han filtrado por el cíclope de mi cuerpo
O por el cuerpo de mi cíclope
Soy una vuelta
Estoy girando sobre mí mismo
Una mosca está dando vueltas
Sabes que es el punto negro de donde venimos
El lugar de donde parten los cíclopes del cosmos in-finito
El dedo gordo de mi pie ha muerto
Las córneas de los ojos de mi cuerpo han muerto
Mi ombligo ha muerto
Mi cíclope ha muerto
Ya es otro día y seguimos siendo el punto de donde se parte
o las vueltas infinitamente negras de donde se regresa.

 

 

 

iann sicilia
Iann Sicilia. Nacido en Sonora (1988). Reside en la ciudad de Tecate, Baja California desde 2004. Es egresado de la licenciatura en Lengua y Literatura de Hispanoamérica (UABC). Cuenta con un libro publicado titulado Falsas entrañas (2013), algunos de sus cuentos se incluyen en la antología Cuentario (2012). Ambos títulos publicados por Desliz Ediciones.

 

 

 

El cuadro relleno de bruno

Encontré un pequeño manuscrito en el bolsillo de la chamarra que usaba aquella noche, cuando un hombre de 42 años se sentó a mi lado en el único bar decente en esta ciudad, esta ciudad a la que no pertenezco, y que a veces suele tener más características de un pueblo sin globalización. La hoja estaba escrita a lápiz, algo raro en mí; desde ese instante arrebaté mis emociones y pensé que tal noche no era más que una mala representación de las puertas del Teatro Mágico.
Volviendo al tema del manuscrito, estas son algunas frases que pude comprender de mis garabatos en estado de ebriedad:

Estoy de espaldas contra la calle, un hombre me pregunta qué hora es, no existe, la ebriedad sería la excusa perfecta, sin embargo, confieso que es mi primer vaso de cerveza; pero no el último jamás, ni aquí (en este pueblo lejano) ni en aquellas calles que recuerdo podía, gustosamente, llamar mi hogar.
Mi hermano es un loco.
O loco yo por tener su sangre en mi sangre y creer cuando me dice que los demonios lo resucitan todas las mañanas susurrándole pasajes bíblicos.
Loco yo que escucho tambores resonando, y mis manos tiemblan al escribir estas líneas con temor a que algo suceda.
¿Temor?
Nada de esto viene al caso. El aire me golpea la cara desnuda, sin rastro de mentiras.
No soy consciente de mis actos cuando ese sentimiento de pesadumbre me atrapa, me adormece.
Y entre el sopor de ese temor irracional, ruego a la vida que no exista más esto, que los tambores dejen de resonar en mis oídos cansados, que mi hermano… ¿qué?
Una pausa en el tiempo.
Dos pausas.
Tres pausas.
Cuatro pausas.
Cinco, otra pausa.
Un cigarrillo se enciende, inhalo, exhalo. Una pausa más.
El cielo se me viene encima, me revienta la cabeza.
Inhalo, exhalo.
Más pausas.
Tambores.
La figura de mi hermano sentado a mi lado mientras sorbo la cerveza ya caliente, beso el cigarro: inhalo, exhalo.
Un cuadro relleno de bruno se apodera de mi mente y se encalla en esta hoja…

 

Untitled

 

 

Dos mujeres me observan mientras colmo el cuadro. He de parar por un instante.
Un bebé se asoma desde la ventana del bar, la madre gira su muñeca y pide otra ronda. ¿Desde qué edad puedes considerarte un alcohólico pasivo?
La intimidad de aquella escena me atropella, no sé.
No sé de nada.
De espaldas contra la calle bebo cerveza y juego a que alguien me pregunta la hora, a que el tiempo puede pausarse a mi voluntad, y así sucesivamente todas las horas que restan de mi vida.
Mi hermano está a miles de kilómetros sentado junto a mí en este lugar donde el gaucho renace cada sexto día.

 

 

jesus alberto garcia

 

 

Jesús Ernesto García Hernández. Nacido en Mazatlán, Sinaloa (1990). Es poeta, narrador y ensayista radicado en Baja California desde 1994. Vivió mucho tiempo en Ensenada y actualmente radica en Tijuana. Estudió Lengua y Literatura de Hispanoamérica (UABC). Se ha desarrollado como crítico e investigador literario, ha colaborado en talleres culturales y de promoción a la lectura con el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) en Tijuana y el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC). Fue publicado en la antología de cuentos Desde aquí se ve el futuro, y en Testimonios de la vida fronteriza después del desastre con su cuento Scanner. Además ha participado en diferentes lecturas de poesía con su libro Sed de Dragón. Actualmente es corrector de estilo independiente e imparte clases de Literatura.

 

El puñal

Otra cosa quiere el puñal…
J. L. Borges

 

 

En un bar está el puñal.
Fue traído por sus padres: Margarita Rendón y Pedro Bunge. Lo trajeron de Guamuchil hasta Tijuana.
Quienes lo ven tienen que cotorrear un rato con él; advierten que es un muchacho bonito; las miradas se apresuran a sus ojos verdes que esperan; las manos obedientes pierden poder ante el juego impreciso de sus gestos y su cuerpo esbelto.
Pero otra cosa quiere el puñal…
Es más que una estructura ósea recubierta de músculos y piel; los hombres lo piensan y lo forman para un fin preciso; es, de algún modo eterno, el puñal que anoche mató a Narciso y el puñal que se deja matar por César. Quiere matar, quiere derramar algo más que brusca sangre.
En un rincón del bar, entre borrachos y putas, interminablemente cavila este puñal en su complejo deseo de tigresa, y la mano del otro se anima al tocarle la rigidez de la entrepierna porque el fierro fiero se anima, el metal que presiente en cada contacto al hombre deseado por los otros hombres.
Y en la noche, más tarde, no sin la nostalgia de las memorias impertérritas de los objetos, desentrañan la tríada funesta. En estas reproducciones metafísicas de espejos encontrados infinitamente el puñal, el otro puñal y el puñal…
A veces me dan lástima. Tanta dureza, tanta fe, tan apacible o inocente soberbia, y los años pasan, nunca inútiles.

 

 

 

francisco marquez

 
 

 

José Francisco Márquez. Nacido en Mexicali, B.C. (1990). Narrador y Maestro en Ciencias de la Ingeniería Aeroespacial (CETYS Universidad). Fue tutor en la Competencia de Robótica FIRST FRC en 2013. Textos suyos han sido publicados en revistas literarias de Baja California. Anexo a su entusiasmo por la tecnología, disfruta del cine, jugar ajedrez, bailar salsa y leer novelas de ficción e historias gráficas. Entre sus autores favoritos se encuentran Grant Morrison, Dan Slott y Scott Snyder.

 

 

Secuestro

¿Dónde estoy? Todo está oscuro. Vamos, abre los ojos.
Parece el interior de una camioneta, la parte trasera. Me siento muy raro… En realidad no siento mi cuerpo. Estoy mareado. ¿Qué pasó? La comida…
Conmigo alcanzo a contar tres personas. Hombre y mujer enfrente, uno más joven conmigo. Seguro el de atrás debe vigilarme, pero está en el teléfono. Nos detenemos… No alcanzo a ver por qué. ¿Qué hago?
Avanzamos de nuevo. Me empiezo a sentir mejor. Ya siento la soga que me tiene amarrado. Si me muevo poco a poco, y aprovechando el movimiento por los baches, creo que puedo zafarme.
Tengo que apurarme. Quién sabe por cuánto tiempo seguiremos en el camino, y qué tan lejos estoy de casa. Vamos, tú puedes… ¡Sí! Los nudos se deshacen, y al parecer justo a tiempo. El auto se está orillando. Cuando abran la puerta se llevarán una sorpresa.
¡Libertad!
–       ¡Ay!
–       Juan, ¡te dije que le echaras un ojo!
–       ¡Estaba dormido!
–       Voy por él.
–       ¡Vuelve, Lucas!
–       ¡Ven para acá!
No me puedo detener. Corre corre corre corre. Rayos, un callejón sin salida. Oigo al padre acercarse. Estoy cansado.
–       Aquí estás.
¿Puede alguien culparme por intentarlo? No me gusta ir a ese infierno. Dicen que es por mi bien, pero el veterinario simplemente no es uno de mis humanos favoritos.

 

 

 

mercedes hoffman 2

 

 

 

Mercedes Hoffmann. Nació en Coyoacán (1993) y reside actualmente en Tijuana, B.C. Su vida se forma entre el espacio de estas dos ciudades. Escribe, prosa y verso. Está por publicar su primer poemario Calafia 69. Ilustradora para Kodama Cartonera, bailarina de tango desde hace 8 años e instructora desde hace 5. Modela para dibujantes y fotógrafos.

 

 

Bang

Tomas y revisas: Alineada, cargada, le quitas el seguro.
Frente a mí sólo queda apuntar, lo sabes. Observo cómo se vuelve la parte más lejana, tu extensión.
Sólo hay una fuente de luz, ocho pasos, tu cámara y una excitación que me come por dentro, va explotar antes que tú.
Fue cuando dudé quién era el loco en esa habitación: ¡Bang, bang!

 

 
 

 

carlos rodriguez

 

 

 

Carlos Alberto Rodríguez Delgadillo. Poeta y narrador mexicalense (1988). Egresado de la Licenciatura en Derecho, por CETYS Universidad, campus Mexicali. Ganador del Sexto certamen literario de la fundación Pedro F. Pérez Ramírez (Peritus) en la categoría de narrativa histórica.

 

 

 

 
La apuesta

Encandece el recuerdo esta hora blanca en que la tragedia abandona
Es ahora aquel minuto
sigue siendono se extirpa
No habito aquellas estaciones
pero dentro resuena junio y sus flechas de gracia
y en el jopo de mi primo se ve andando travieso noviembre
Nunca de alguien más será la hora distendida
ni el sol de aquella tarde henchido como gilva esponja encrespada
Hoy atestiguo el día y su himno de hojas muertas
son las horas que se anuncian y andan y vuelven sin irse
En este llano de tiempo que es residir
he de esperar aún -a la salida del colegio primario-
la guitarra que gané a Luis en barajas.

 

 

 

pablo lomeli

 
 

 

Roberto Pablo Lomeli Piña. Nació en Tijuana, B.C. (1992), sin embargo, siempre he vivido en Playas de Rosarito, por lo que se considera rosaritense. Estudia la Licenciatura en Teatro (UABC), es actor, cuentista y poeta. Participó en el XI Encuentro Nacional de Estudiantes de Lingüística y Literatura (ENELL) en 2013, llevado a cabo en Aguascalientes. Como actor ha participado en algunos montajes universitarios como De la calle de Jesús González Dávila y El insólito caso del señor Morton de Martín Zapata. Le gusta la fotografía, caminar por la playa, y la música reggae, ska y surf.

 
 

 

Un litro de helado
 

 
 

 

Los días en los que hace mucho calor son los días que más pereza me provocan y no hago nada, solo estar sentado en el sofá, en calzoncillos viendo la televisión, con un ventilador enfrente que solo avienta al cuerpo el aire caliente de la sala.
Mientras los niños juegan con sus pistolas de agua en la calle, mi antojo por un litro de heleado de chocolate es inmensa. Mi cuerpo sudado, y por causa de eso un poco deshidratado, necesita recuperarse pero para ello debería ponerme un par de sandalias, un short y alguna guayabera y salir, pasar por donde los niños juegan y que me mojen, seguir caminando con este calor, y estar mojado solo me provoca aún más calor, y que al llegar a la esquina el mismo perro de siempre me persiga y me haga correr más de diez calles con este descomunal calor, y por consecuencia de la pequeña persecución me haya desviado de mi destino. Recuperar la ruta y llegar al fresco centro comercial, buscar la sección de helados y observar que ya no hay de chocolate, pero al ya estar ahí, frente del refrigerador elegiría de vainilla, entonces tengo que ir a pagar, pero en todas las cajas hay filas interminables, pero por alguna extraña razón, enfrente de mí hay una mujer embarazada, justo en el momento que le toca pagar sufre de contracciones, la chica de la caja entra en pánico y llora. La mujer embarazada ya en el suelo por el dolor, me toma de la mano muy fuerte y me cuenta su historia, de que ella se embarazó de un sujeto que nunca conoció, que fue en una fiesta en total grado de descomposición alcohólica, nunca supo el nombre de él, ni siquiera se acuerda bien de él. Se pondrá a llorar y la trataré de tranquilizar. Posiblemente y es lo más probable que mi desesperación aumente, no tanto por la ausencia de paramédicos, sino porque mi helado de vainilla sigue derritiéndose. En el justo momento que llegan los paramédicos, suelto a la mujer, y tomo mi helado, salgo corriendo, ya que no he pagado, me seguirá un guardia de seguridad, será un hombre regordete sin condición, a consecuencia de su falta de ejercicio, lo burlo fácilmente, pero con la sospecha de que pida refuerzos y me rodeen y no pueda huir, me lleven a la cárcel, donde me preguntarán por qué robé, les contestaré porque tenía calor, así que me encerrarán por robo, pero solo sería por un par de noches, simplemente para que tome conciencia de que robar es malo. Nunca en mi vida ni en mi familia alguien ha cometido un crimen, en menor o mayor grado, y para evitar todo aquello, mejor sigo en mi casa viendo la televisión, el helado puede esperar. <<Puta madre se fue la luz>>

 

 

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