Poesía uruguaya: Paula Simonetti

Presentamos algunos textos de la poeta uruguaya Paula Simonetti (Montevideo, 1989).  En 2012 obtuvo el Primer Premio de Poesía Joven Pablo Neruda. En el 2013 obtuvo una mención en el concurso nacional Juan Carlos Onetti (Intendencia de Montevideo) por su primer poemario, “En la boca de los tristes”.

 

 

 

 

 

 

 

Armar el cuadro otra vez/ reconstruirlo

como si una fuerza extraña lo hubiera fracturado

como los evacuados como los exiliados

como los que incendiaban sus propias casas

como después de las  guerras y de los desastres

y también como cosas más sutiles

como sobrevivirle al amor como después

de esos finales

como después de la muerte como después

de los padres

y después de los hijos

y también como cosas más sutiles

como cuando amanece

 

 

 

 

 

 

 

No quería hablar de mí

quería hablar de los que sobreviven

siempre

Pero yo, que aparezco

riendo entre las sombras del domingo

yo insisto

con el inútil recuerdo del cuarto de infancia

del hibisco al sol de los veranos

o de la cama revuelta

y también de las historias

que los hombres me cuentan

mientras fumo en la cama

Estoy callada y retengo

apenas esa imagen

más historias de otros

y después de otros

luego vienen

las cartas, las cartas, las cartas

de aquellos que amé

o que creí amar

-Los domingos da igual-

y si me amaban da igual

-ah si vieras estos paisajes

estas ciudades-

-deberíamos pensar en vivir juntos-

-creo que debemos dejar de vernos-

-p.d conseguí el libro que querías-

Tiempos que enloquecen

pero en cámara lenta y se deshacen

y giran en el centro de nosotros

Magia absurda para conjurar

solo un domingo

Todo, tiene ese encanto

de canción de carretera

retomar o abandonar

parece algo posible

Pero,

simplemente no quería

Y luego

los amantes o el alcohol o los amigos

-a quién no le pasan estas cosas-

A quién no le sucede una y otra vez

lo mismo

Y después están las religiones y también

la poesía

una brujería para transcurrir

solo un domingo

Un domingo que quiera decir

que signifique

Y después las preguntas

en las que insiste el viento

El mar queda lejos los domingos

y la vida queda apenas lejos los domingos

Yo quería hablar de los que sobreviven

siempre

pero hoy es domingo

hace frío

y la ternura y la revolución

se quedan del lado de afuera

a quién no le pasan estas cosas

quién no sobrevive a esto

 

 

 

 

 

 

 

Nelson

 

¿Te acordás cuando dios te abandonó

y era verano?

¿Te acordás cuando dijo

quedate revolviendo

contenedores, basurales, plazas, vientres

piezas y pulmones?

¿Te acordás que apenas

te dejó frente a ese plato breve?

¿Te acordás de la oración,

de cuando amanecía?

¿Te acordás de dios y del verano?

 

 

 

 

 

 

 

No voy a hablar

voy  a hablar de otra cosa

nunca es eso

no te voy a decir

basta

voy a dibujarte este sutil

paraíso de papel

sin contarte los piojos ni los sueños

la mirada que se abre hacia una infancia breve

de las hamacas voy a hablar

de los rosarios

será que no rezás

que no te hamacaste

ayer

mañana

nunca

no voy a retomar la cuenta

moretones que se van pero hacia adentro

para volver a estallar en el gesto de los hijos

de tus hijos y ad eternum

me olvidaré después cuando esté hablando

a nadie

de Picasso

eso

duele

no tu mano  firme como

la rigidez de un loco

le diste vuelta la cara y volvió otro

de un golpe tu hijo se hizo hombre

no me vas a decir que ellos son niños

hombre de mil años canta Goyeneche

voy a hablar de otra cosa

aunque me vuelvo

a este abecedario

que solo habla de vos y de mi infancia

y sirve para conocer la muerte

nada más

no dice basta

no se hizo para decir basta

no voy a hablar del golpe y de la marca

de la forma en que tu mano aplasta el gesto

de tu hijo como si fuera mosca de verano

voy a hablar de la forma en que tu mano

se levanta desde adentro del poema

y lo deshace

 

 

 

 

 

 

O

Guardarse el pan sin que lo noten los amigos

mientras se escribe que la vida es

la breve luz del cigarrillo

mirar desde la cama una silueta

un libro un perro el hambre

nunca quise vivir para escuchar

el sonido del despertador en la mañana

y ver que tiraban piedras en el vidrio

y que otra vez

no era el amor

ya no el amor

los maridos muertos

los poetas muertos

un montón de músculos

con alguna esperanza cuando salen

a pasear y se ponen a dolerme

nunca quise leer mirar/ mirar tan hondo

saberme un yo en los ojos de esos perros

mirar mirar doler Idea

mirarme en otros ojos ver tus ojos no quería

ni besar cualquier frente sudorosa

ni tomarme la fiebre del poema

ni darle voz a nadie

no quise ser mujer quería

mirar hacia atrás caminar

al revés no quería decir madre

nunca quise aprender a escribir

decir mi nombre dibujar este país enrarecido

el aire/ no quería aprender a respirar

saber qué son pulmones cuánto sale

quería escribir hacia atrás

tapándome los ojos como si no supiera

 

 

 

 

 

 

 

Datos vitales

Paula Simonetti nació en Montevideo, Uruguay, en 1989. Es licenciada en Letras por la Universidad de la República y especialista en gestión cultural (UdelaR, 2014). Trabaja en el área social y la cultura comunitaria, es investigadora y correctora de estilo. Se dedica a escribir desde niña y sus poemas han integrado una serie de antologías tanto en Uruguay como en el exterior. En el 2012 obtuvo el Primer Premio de Poesía Joven Pablo Neruda, a través del cual viajó a Santiago de Chile, participando de la Feria del Libro y de talleres en la Fundación Neruda. En el 2013 obtuvo una mención en el concurso nacional Juan Carlos Onetti (Intendencia de Montevideo) por su poemario “En la boca de los tristes”. Este poemario es el primero de su autoría y fue editado por “Lo que vendrá”. Su primer libro está estrechamente ligado a su trabajo con poblaciones vulneradas.

 

 

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