El Síndrome de Esquilo: Un joven escritor en Buenos Aires

En esta nueva entrega del Síndrome de Esquilo, el narrador y periodista Vicente Alfonso (Torreón, 1977) hace un interesante recorrido crítico por la novela  La Octava Maravilla de la escritora y periodista argentina Vlady Kociancich (Buenos Aires en 1941).

 

 

 

 

“Hay conocimientos de apariencia ligera como el agua, pero de consistencia tan espesa que no atraviesan el fino tamiz de la razón. Debajo de ese filtro, esperando que caiga una gota, te morirías de sed. Y si lo quitaras, tu incapacidad de beber sin él te ahogaría, como si el mar te entrase en la garganta”. La cita pertenece a una novela que leí el año pasado aquí, en Buenos Aires.
Por casualidad me hospedaba yo en el barrio de Monserrat, a unos metros de la calle México, y es justo en esta calle donde se desarrolla la mayor parte del libro: La Octava Maravilla, novela escrita por Vlady Kociancich. Ayer, buscando otros de sus libros por las librerías de Avenida Corrientes, me encontré con que una nueva edición ha comenzado a circular.
La Octava Maravilla es una ficción estupendamente armada, que mereció elogios de Adolfo Bioy Casares, quien sobre esta novela escribió: “una construcción lógica, posible pero prodigiosa, una aventura de la imaginación filosófica, una historia de amor, de amistad, de traiciones, una búsqueda infinita”. De Kociancich podemos decir que nació en Buenos Aires, en 1941, y que además de escritora ha sido periodista, crítica literaria y traductora. Su ficha biográfica destaca que “su particular visión de Buenos Aires” es un tema constante en su obra, que incluye al menos cinco novelas y tres libros de cuentos, además de galardones tan importantes como el Jorge Luis Borges, otorgado por el gobierno argentino y el Gonzalo Torrente, otorgado en España.
En 268 folios, la autora nos relata la historia de Alberto Paradella, un joven porteño que desde sus primeros años da señas de ser muy inteligente, lo que genera altas expectativas en su familia y sus amigos. Con el paso de los años esas expectativas van creciendo como bola de nieve y se cargan sobre la conciencia de Alberto hasta convertirse en un equipaje difícil de arrastrar. Matriculado en la carrera de leyes, duda sobre la conveniencia de continuar con sus estudios, pues desembocarían en una vida de competencia para la cual no se siente calificado. La mejor salida a la mano es inventarse un proyecto de vida alternativo, y decir que su verdadera tarea es la literatura. Cuando en el horizonte aparece cualquier situación que lo compromete, Paradella se zafa con una cómoda frase: “estoy escribiendo”. Esto da pie a una situación que al principio parece chusca, y que la autora aprovecha para desarrollar cuartillas con un tono ligero y al mismo tiempo cargado de ironía hacia los jóvenes talentos que saturan los ambientes literarios en todos los países del mundo.
Pero pronto los lectores advertimos que el joven Paradella comienza a vivir una doble vida que le exige cada vez mayores esfuerzos: no tiene idea de cómo escribir, pero ya se ha ostentado frente a todos como un joven autor con talento que prepara su primera novela. El resultado es que, encerrado en su estudio, se dedica a copiar un refranero sólo para que su joven esposa escuche el tecleo de la máquina y no descubra su impostura.
Hasta allí la parte ligera del libro, que coincide con la juventud de su protagonista: el narrador nos transmite su mundo con una visión desenfadada, donde ni siquiera los problemas se toman en serio. Pero como advierte uno de los personajes, el mundo es un sitio muy complejo: la vida del joven escritor-abogado resulta muy distinta de lo que indicaba el plano original. Con mano muy firme, Vlady Kociancich nos lleva hacia una historia que va revelando poco a poco aristas cada vez más escabrosas: traiciones, desengaños, dolores inesperados empujan al protagonista a emprender una fuga tratando de evadirse de su país, incluso de su propia vida, sólo para terminar varado en un terreno en el que se mezclan la realidad y la ficción en forma hábil, podríamos decir magistral. Publicada por primera vez en 1982, La Octava Maravilla es un rompecabezas que se arma frente al lector sin que éste lo perciba, y que al final se revela como un artefacto bien embonado, en el que cada pieza cumple una función.

Comentarios: cajondesastre77@gmail.com

También puedes leer