Poesía joven de México: Adrián Mendieta Moctezuma

En esta ocasión presentamos algunos textos de Adrián Mendieta Moctezuma (Ixtacuixtla, Tlaxcala; 1995) Ha tomado talleres de ensayo, Dramaturgia, Literatura emergente y Narrativa en diversas instituciones.  Participa en la antología de cuento “SAMPLER” (CONACULTA/ITC; 2014) y en el poemario colectivo “Un papá con ojos de lluvia” (H. Ayuntamiento de Tlaxcala; 2014), coordinado por el poeta Jair Cortés. Coautor del libro “leyenda en letra. Relatos de Ixtacuixtla” (PACMyC/ITC; 2015).

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Antes de dormir

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Léeme un cuento, una historia. Crea en esta habitación un enjambre de risas, un mar de obsidiana. Téjeme un chaleco para abrigarme, la noche está aquí, es muy fría y tiemblan mis piernas, tiembla mi cuerpo. Cúbreme con tus brazos de estambre; en este cuarto oscuro; en la intemperie, en las esquinas hay monstruos maquillados y se han llevado mis piernas. Prepara chocolate y deja caer tus párpados al piso, que caigan con sus vestidos de lágrimas, que caigan de tus ojos de corteza.

Abrázame
miente
abrázame y dime que mañana todo será distinto
que me espera una vida diferente. 

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Miro una radiante constelación en tus ojos

una sombra de agua

vaivén de genes en una casa de carne

solamente una sombra petrificada que habla sin rostro

sin nada que explique su presencia en flor

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y pienso

en indagar sobre aquella sombra

encontrar el inicio de sus aristas

en el interior de sus células preguntar por su antigua dirección

                             ver

                                    más

                                            allá

de la materia caída del cielo

que me concedió el color.

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Todo me remite al inicio

cuando el cielo no era cielo

sino mamífero amurallado

corazón inútil aprendiendo a palpitar

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Todo era bruma

escarcha en el espacio inamovible

rapaz sonrisa de un ser sin nada por mostrar

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Me trajiste aquí

con el cuerpo hecho capullo

y los ojos un tumulto de aves sin plumas

era huesos y no más que huesos

silencio en la oscura mañana de enero

que se negaba a florecer

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Me lanzaste como roca abandonada

puñado de estiércol dispuesto a erguirse

para tomar forma.

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Miro un telescopio

observo un lugar donde la muerte anida

donde los hombres callan su propia voz

y las jaurías de perros hambrientos charlan

como si entendieran el paisaje que habitan

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De la cuna

con piernas temblorosas

zapatos de yerbas enmohecidas

avanzo

donde los pájaros han tirado flores de ciruelo

donde el camino es borroso y la muerte asecha

veo

         un lago rojo

ahí, están naciendo otras criaturas

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*

En mis genes hay herencia de reyes eunucos

vírgenes que fueron enterradas estando vivas

y hombres arrogantes que mencionaron al mundo

quisiera descifrar mis genes

mi piel

mis células

degradarlas hasta llegar a cero

charlar con mis antepasados

ser más que ácido desoxirribonucleico

atrapado en una época que me odia

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*

Yo no me canto a mí

ni a ti ni a los otros

yo no canto

mi lengua está entumida

aunque espero que de ella surja la saliva

que explore los cielos

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Yo no canto

desafino

escucho los cantos de los otros

los que crearon la civilización con su cópula

trato de memorizar su palabra

y algún día reclamarles por el piso agrietado

por la condenación de repetir las enunciaciones

de los antiguos patriarcas

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*

Desde mi cama

miro la ventana

              tras ventana

                        en una orilla

no duermo

mis ojos están paralizados

asombro tras asombro de maravillas inútiles

madre, no podemos explicar al mundo

pero me consuelas  me abrigas

ya no soy un tejido bordado en tu sexo

me dejaste en otro vientre

uno más amplio

el cual no podemos explicar

pero habitamos

antes de dormir me consuelas

a ti también te pesan los días

también desconoces

los derroteros de esta ciudad embriagada

que nos contagia su tristeza.

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Oquedad

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I

El rostro

perdido entre ceniza es suspiro encarcelado

piel laxa

el rostro

no es más que un reflejo oscuro de lo que soy

de lo que fui

de un mundo seco al que pertenezco

con venenosos oleajes e inmanencia en todas partes

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a veces

creo dejar parte mía en la regadera

siento caer mi rostro

se escurre y desaparece en las aguas misteriosas del drenaje

parte mía se pierde en la ducha

parte mía se cae todas las mañanas

se escapa en las palabras que salen por sí solas

las palabras que abren mi boca y se vuelven más que lenguaje

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lleno no estoy

me falta la palabra precisa

la que se escapa

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II

la mañana resultó decepcionante

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III

sin dormir

en vigilia

algunos gatos caen de mi cabeza

toso un par de palomas

alacranes huyen por mis poros

¿de qué huyen?

¿hay algo de mí que los espanta?

pero si son ellos quienes me habitan

los que me enaltecen

hasta darme sentido

yo soy la presencia fútil de un relámpago callado

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no hay nada

nada puebla este cuerpo hermético

cansado de pedir a gritos la muerte de su ausencia

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IV

dibujo un llanto

quedito 

que no se escuche

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dibujo un llanto

en mi recamara

para que no lo vean

lo hago a hurtadillas

en las esquinas

en la azotea

en el musgo

para espantar al sueño

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dibujo éste llanto

porque no sé

dibujar algo mejor

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V

La madrugada fue más decepcionante

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el llanto  río perpetuo

evoca una herida

se extiende como agujero negro−azul−blanco

palpita

pero no tiene sangre

aunque palpite

la herida está seca

es una fisura en la carne

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nada me sitia

el mar de llanto

la dimensión que abrió mi piel

la palabra precipitada

los animales que dejaron su casa vacía

las retinas que no me perciben

nada me sitia.

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VI

Percibo al mundo con lo poco sobrante

relámpago ávido fragmenta mi vista

torrente de signos

uno – tras – otro – tras− otro

hay algo que me encuentra y cubre

no es lo perdido

es más que la palabra precisa

es el sentimiento transformado en signo

poesía−carne−delirio

es el lenguaje

él aviva mi existencia

acostumbrada al colchón atroz del abismo

borra al llanto

hace palpitar a un corazón ahogado

lo baña

lo retuerce

en sus brazos

transforma al silencio en palabra

fulgor fugaz

ahíto de vida.

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Enunciación del cuerpo

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Hoy

sobras en esencia,

mientras tu cabello forma una carretera con el viento y la noche se mezcla con azúcar en una taza de café

ingenio una estrategia para comenzar la hazaña 

te tomo

¿me tomas?

¿arraigo mis impulsos?

me suelto.

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Tu cuerpo con brillo de leche, se balancea

cae la primera, la segunda

y la novena hoja

terminas desvestida y lanzas tu playera con estampado de Pacman al piso

observo el origen del deseo

amoldándose en la orilla de tus muslos.

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Te quedas con el brassier

eres rubia 

torso talla 28

no lo digo muy seguido

pero avivas mis ansias

las de circundarte el cuello, las nalgas, el alma,

hacer tu lengua racimo de uvas

tórrida luna

cuerpo en furia de ola,

olvidar mi nombre, mi condición de poseedor

y ser objeto −literal−

no de tus pasiones cotidianas u ocultas

ser el objeto, la plantilla de sandalia que roza, cada segundo,
la base de tu pie;
ser la pantimedia que compras en catálogo,

rojo encaje amoldando tu pelvis;

el pantalón que guarda tus secretos.

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*

Descargué una foto tuya de Facebook

estabas en una cama

la curva de tu espalda (su perfecta parábola parecía llorar)

no había manos que acariciaran tu columna vertebral

y mis manos quisieron recorrer esa carne,

quedar ahí

como plastilina derretida en tu espalda baja.

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(no sabes la muerte que surge cuando no respondes mis mensajes)

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Guardé la foto en mi celular

para que en las noches

mi piel solitaria evoque tu forma

tus piernas rígidas

y acariciar lo tuyo con la esperanza de bañarme en tus aguas.

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*

Nabokov escribió Lolita

leí la novela una semana antes de conocerte,

quien diría que anhelara esa historia,

yo atrapado en tu fuego, en tus entrañas;

y sí, quiero plagiar la historia de Nabokov,

hacerte mía, mi letra en una hoja de papel.

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“Semen de mi vida

                             fluido de mis entrañas…”

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“La punta del pene emprende un viaje de 170 centímetros

desde tu paladar al inicio de tus pies…”

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Sí,

eso tengo que decir:

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En las mañanas era estudiante de preparatoria

con sus padres era: ¿Lola, Rosa, Arturo, Luis?

pero en mis brazos era, siempre, Lolita,

Así

en diminutivo.

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Tu cabello arcoíris y la atmósfera aterciopelada presenció una sarta de helechos que corrían por el río hasta la Avenida Juárez. Llovía. En mis zapatos el lodo−charco atraía cientos de miradas de víboras. Siempre que salíamos, llovía. Yo callaba en la espera de tus besos, de la cera en tus mejillas y tu lengua en mi garganta. ¿Recuerdas la parvada de colegialas mirando nuestros pasos? Yo sí lo recuerdo, tenías tu mano ajustada en mi entrepierna y me decías: La casa nos espera, mis padres no están.

Yo callaba,

yo

llovía.

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*

Mis padres me enseñaron a poseer

cazar lagartijas y estrellar el rostro de mis victimarios en la acera.

Tú me enseñaste a abrir la carne,

desaguar los pozos

y olvidarse de uno mismo,

mirar sin prejuicios la avenida y andar en ella.

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En esta casa, ya no importa nada.

¿MASCULINO?     ¿FEMENINO?

hombre−bestia        dama−sepultura

aquí las garras de nuestros miembros hablan

por sí mismas

la alternancia de poseedor y poseído

de lesbia y lesbio

de marica y macho.

En esta casa

                   la etiqueta con la que se entra a la cama

es transparente

   y me sabes, nos sabemos,

a la hora del orgasmo no existe el tiempo.

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Datos vitales

Adrián Mendieta Moctezuma (Ixtacuixtla, Tlaxcala; 1995) Ha tomado talleres de ensayo, Dramaturgia, Literatura emergente y Narrativa en diversas instituciones. El Taller “Introducción a los Problemas Contemporáneos de la Crítica Literaria” en la Universidad Autónoma de Tlaxcala. El diplomado “Actualización profesional en narrativa contemporánea” CONACULTA/INBA/ITC. Ha colaborado en medios impresos como Catedral suplemento cultural del diario síntesis, (Puebla); en Guardagujas Suplemento literario de la Jornada (Aguascalientes) y la Revista Molino de Letras. También ha publicado en medios electrónicos como las revistas Cronopio, Ariadna, Buriñón, Intersticio, El árbol y Órfico. Participa en la antología de cuento “SAMPLER” (CONACULTA/ITC; 2014) y en el poemario colectivo “Un papá con ojos de lluvia” (H. Ayuntamiento de Tlaxcala; 2014), coordinado por el poeta Jair Cortés. Coautor del libro “leyenda en letra. Relatos de Ixtacuixtla” (PACMyC/ITC; 2015).

                     

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