Poesía mexicana: César Cañedo

La poesía de César Cañedo (El Fuerte, Sinaloa, 1988) es desafiante e irrumpe como un río energético. Ahora presentamos un poema, a manera de elegía, en el que retoma la imaginería bojorquiana. Cañedo actualmente estudia el Doctorado en Letras en la UNAM y es fundador y codirector del Seminario de Literatura Lésbica Gay, UNAM, de reciente creación.

 

 

 

 

 

 

 

 

O negativo

 

A Pedro Montealegre, In Memoriam

 

Poetiloca muscuflora rimbomvérgica,

retablista del sexo broadcasteado,

orgiástica saltimbanqui y poetisida,

remáchame de versos y esteroides,

conjúrame la carne que se asienta,

enséñame a deletrear Antofagasta

sin que Ibáñez nos jale de los pelos

abajeños, cresposos, bocaamantes.

Ni pobre, humana prosa, ni alopécica,

la tuya más bien es me voy, me vengo,

chaquetera y ridícula, excelsa y cuaternaria,

exiliada, ida y vuelta, de cordel y timpánica,

fermento de boundage y el S/M,

forzoso aterrizaje sin laureles ni espanto,

calavera que entierra con el bíceps poético

a la fuerza en la tumba de la democración,

rechifla pluralista en fáunico congreso,

decisiones erradas, como el bulto en calzón.

Puñístico que entras ano, trioísta

legítimo, suspensorio del tiempo,

especulador de indecencias y sexshopes,

vena salida de remarle tanto,

sangre ponzoña de negadas fallas,

cazador de dildoposas, arrojado del templo,

niño perdido para no estar en gracia,

“a veces ser feliz sólo es no serlo”,

lubrica más tu pluma

que tu ganso.

 

César Cañedo, 11 de enero de 2015

 

 

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