Poesía de Estonia: Kätlin Kaldmaa

Presentamos, en versión de Lawrence Schimel, algunos textos de la poeta, ensayista, traductora y novelista estonia Kätlin Kaldmaa (1970). Ha publicado cuatro colecciones de poemas, entre ellos Uno es ninguno (2008) y Alfabeto de amor (2012).  Ha traducido al estonio autores como Jeanette Winterson, Aphra Behn, Michael Ondaatje, Ali Smith, Colum McCann, Junot Díaz y Gabriel García Márquez. Es la presidenta del PEN Estonia.

 

 

 

 

 

 

niñosoldadopoeta

 

levanta su mano y el aire le obedece

el aire lo sube a hombros,

lo sostiene y quema

colombia besa su hombro

trieste acaricia su cabeza,

el niñosoldadopoeta levanta un kalashnivok en sus hombros,

coge del aire lo que la tierra no le da,

lo que la tierra manchada por la guerra no es capaz de darle,

el aire le da verlaine,

el aire le da lorca y elytis,

el aire le da rumi

y aún no hay ningún final para las palabras,

ningún final para la guerra,

los dos siguen como lágrimas

en el corazón de la madre a la que le que falta su hijo,

líneas negras en las almas de niños

que han soportado dos guerras, amarradas como zarzas de espino

bordeando un camino en cinque terre: negro, maduro, jugoso,

sal-de-mar como las lágrimas de niño cuyas líneas del corazón son negras,

las comes y la mitad de la sangre del ojo del mundo se acumula en tu tripa

corre en círculos por tu sangre, se amontona en tus riñones

para hacer fluir la adrenalina, hace que estés quebradizo

y roto como una muñeca sin cabeza ni brazos

recogida de una casa destrozado por las bombas por

una madre sin hijo

eres la sal pero no de la tierra

eres el agua pero no de la mar

eres la sal y el agua de mil elementos químicos y un billón de conexiones neuronales,

cuya felicidad entera se esconde en el hecho

de que algún otro sal y agua y mil elementos químicos y billón de conexiones neuronales

no han abusado de ti por propia mano o sus extensiones

 

ah, kalashnikov, esa pistola con nombre ruso,

la bazooka, lo que sea que usaban en Vietnam,

no te ha tocado,

desde el bombardeo

no has buscado a tus amigos insomnes, muertos o vivos,

intactos o en trozos,

caminas, con la maleta en la mano,

de una terminal a otra

y eres una persona

sal y agua y un millón de elementos químicos y un billón de conexiones neuronales,

el ente más feliz del mundo,

con la posible excepción de las cigarras,

con todo tu dolor de espalda y depresión y una hipoteca de una eternidad,

el ente más feliz del mundo,

que ha emprendido la tarea de limpiar la cara de la tierra

fundiendo juntos el allá arriba con el aquí abajo

llevando el cielo a la tierra

 

 

 

 

 

 

Mi amante suizo

 

Mi amante suizo vive en el infierno más profundo del mundo.

Intenta tú llegar a Zurich sin un jet privado.

Ya en Zurich, hay que reconocer

que no es difícil, porque los trenes suizos

llevan a la gente a la aldea-bombón más remota

incluso los domingos por la noche,

no como en mi país

donde el autobús solo va al pueblo de mi abuela dos veces por semana

y nunca vuelve.

Mi amante suizo

odia la violencia, odia el dinero, odia a los blancos,

odia a los suizos, odia a los verdes, odia a los rojos,

odia las montañas, odia al sistema

que le permite escribir, odia a la tele,

odia a la gente que sale en la tele,

odia el éxito, odia a los coches, odia a los cristianos,

odia Suiza, odia a las campanas de la iglesia,

odia, odia, odia.

 

Mi amante suizo escribe un folio de su novela cada día

y cree que venderá 100.000 ejemplares

y será traducida a todos los idiomas del mundo

y nunca más tendrá que trabajar

y podrá escribir su próxima novela

un folio al día.

 

Mi amante suizo tiene una docena de gatos,

todos predestinados a morir.

(todos estamos predestinados a morir.)

Las manos de mi amante suizo son como patas,

su voz es como el ronroneo de un gato

(salvo cuando hay algo que odia),

se coloca en el lugar más cómodo de la casa

igual que un gato y despliega su vida a su alrededor,

todo a su alcance, para no tener apenas que moverse.

De vez en cuando su pata izquierda

cae rotundamente en el sofá,

una nube de polvo asalta su nariz

y estornuda, tan tierno y tan gracioso,

como un gatito acorralado que escupe.

 

La película favorita de mi amante suizo es “Ciudadano Kane”

y su libro favorito es “Ulises”, cuando emiten las noticias

se va a la otra habitación. El mundo está tan feo.

Mi amante suizo habla americano.

Dice que lo aprendió del cine.

 

Mi amante suizo es vegetariano,

come queso y huevos y cuajada.

Pero no comerá nada que haya sido matado

o que tuviera voz.

Pero y las patatas, protesta mi voz interior,

o las pobres zanahorias que gritan de dolor

cuando se les hincan unos dientes vegetarianos,

machacándolas vivas.

Vivas.

Mi amante suizo se pone feo a posta

para que la gente tenga que esforzarse

e ir más allá de la superficie

si de verdad tiene interés en él;

a veces se pregunta en voz alta

por qué tiene tan pocos amigos

y por qué no ha tenido mucha suerte con las mujeres.

Antes de mí.

 

Mi amante suizo es todo un gatito en la cama.

Araña y maúlla y se acurruca hacia ti

y ronronea cuando lo acaricias,

sus besos son mojados y ruidosos

como en las películas,

hace una performance para sí mismo como delante de un espejo

y justo antes de correrse sube de volumen

igual que una peli porno de Tyro:

“Oh ya, oh ya, oh ya, oh ya, oh ya, oh ya.

OH YA, OH YA, OH YA, OH YA, OH YA!!!”

Muerdo la almohada para no reírme

y él interpreta mi jadeo como señal de que me he corrido.

OOOOH YAAAAAA!!!!

 

El sentido de la justicia de mi amante suizo

es muy fino.

Llora cuando ve a la gente sin hogar

y vive solo en un piso de cuatro habitaciones.

 

 

 

 

 

 

declaración de amor

 

I

si me gustas, te daré una vaca y seremos amigos. si la vaca sigue viva dentro de seis meses, te daré un poema. si la vaca tiene un ternero dentro de un año, pasaré una noche fuera de la puerta de mi habitación. si la vaca bebe medio cubo de guinness en su cuadragésimo-quinto cumpleaños, te daré una llave.

 

 

 

 

II

no me des ámbar, balsámico, carmín, dominós, elixires, fakires, granito, hielo, ilusiones, joyas, kiwis, lugares, manzanas, nogales, opio, porcelana, quermes, ropa, sabiduría, tortugas, unicornios, valor, whisky, xilófono, yggdrasil, zapatillas. dame tu propio ser, dado vuelta como una manopla, de adentro hacia afuera, con todos tus defectos.

 

 

 

 

III

y quiero dormirme a tu lado y aprender cómo lo haces, que tipo de movimientos preceden a tu sueño. y quiero despertarme a tu lado y deslizarme de la habitación y sentarme en la habitación de al lado y escuchar los sonidos que haces cuando despiertas. y quiero despertarme a tu lado y esperar a tu lado a que despiertes y ver qué signos de vida pasan por tu rostro. y no quiero que te hagas daño, pero quiero saber la historia de tus cicatrices, ver el mismo trozo de piel  con y sin la cicatriz, cómo se produjo aquel daño y cómo fue curado.

 

 

 

 

IV

te daré ámbar, balsámico, carmín, dominós, elixires, fakires, granito, hielo, ilusiones, joyas, kiwis, lugares, manzanas, nogales, opio, porcelana, quermes, ropa, sabiduría, tortugas, unicornios, valor, whisky, xilófono, yggdrasil, zapatillas. entregaré mi propio ser, dado vuelta como una manopla, de adentro hacia afuera, con todos mis defectos.

 

 

 

 

V

y quiero mantenerte entre toda la locura del mundo. y quiero que me aceptes tal como soy, adicta al trabajo y siempre de viaje, y que estés aquí cuando vuelva, y que me esperes y me llames y preguntes si volveré a casa pronto, y si quiero algo para comer cuando llegue. y quiero la vida más aburrida del mundo, irnos a la cama al mismo tiempo y despertarnos a la misma hora, y decirte cada día “cállate ya” cuando, en vez de dormir, hablas y hablas sin parar, y te levantas cuando ya no puedes dormir más y haces ruido en la habitación de al lado, y quiero escuchar tus sueños, y dejarte leer los míos, sin ninguna esperanza de que se hagan realidad. y quiero sentir cómo acaricias mi cuello con tu mano cuando pasas cerca de mi escritorio, y escuchar cómo maldices con una risa a tus colegas de la otro punta del mundo, y quiero que nunca tengas que marcharte, que solo tengas que llegar, quiero discutir contigo los nombres y nacionalidades de nuestros hijos.

 

 

 

 

 

 

 

Mi amante islandés

 

Mi amante islandés

es hombre, mujer, niño, criatura

del lugar más joven

conocido en el planeta por la gente.

Ésta es una tierra al borde

del uno y del otro.

 

Mi amante islandés

consta de tres partes

–mientras la casa de su corazón

está en llamas del ático al sótano,

sus pies están fijados en lava

marcadas por la presencia de la nieve.

 

Mi amante islandés es descendiente del dragón

envuelto en nubes húmedas y abrasadoras

que ocultan un horno ardiente

un fuego humeante y orogénico

en las grietas profundas de la tierra que retumba.

La montaña se levanta delante de él como una fuerza,

cuyo poder reside

en arrancar de la oscuridad el fuego indómito

que se esconde debajo de una corteza áspera

de nieve y tierra y musgo y lava.

 

Mi amante islandés es negro como los troncos de los árboles

contra un cielo de azul vivo

tres instantes antes del anochecer

en un mundo de solo tres colores:

azul celeste profundamente vivo,

negro de tronco de árbol revestido de fractales

y blanco de nieve pura, grueso y prístino.

 

Mi amante islandés es blanco como la nieve

que cae en remolinos, todo resplandor, reluciente.

Mi amante islandés es blanco como la nube

que arremolina la nieve, todo resplandor, reluciente.

Mi amante islandés es blanco como el sol

detrás de la nube que arroja la nieve en remolinos,

todo resplandor, reluciente,

cayendo y cayendo y cayendo y cayendo

y cayendo y cayendo y cayendo y

cayendo y cayendo y cayendo y cayendo

y cayendo y cayendo y cayendo y

cayendo y cayendo y cayendo y cayendo

y cayendo y cayendo y cayendo y

cayendo.

 

Cuando le preguntan por el tiempo,

mi amante islandés contesta:

“Ya te lo dije antes:

el tiempo es la única cosa que tenemos aquí.”

 

 

 

 

 

 

Oscuridad y luz

 

Mojas tu pie en la oscuridad como en el agua,

lo sacas,

no se ve ningún pie,

tu pie está negro hasta el borde de la oscuridad.

 

Mojas tu mano en la luz como el agua,

la sacas,

no se ve ninguna mano,

tu mano está blanco hasta los límites de la luz.

 

Oscuridad, luz,

igualmente imperceptibles.

 

 

 

 

 

 

Vespertino

 

Han vuelto las ovejas, berreando.

Las cabras no berrean.

Llevan cascabeles.

Tintinean.

 

Un ser humano yace en la cama y no ve

cuando

la piel se hace lino

el lino se hace aire

el aire se hace mar

el mar se hace piedra

la piedra se hace luna

la luna se hace silencio

el silencio se hace pensamiento

el pensamiento se hace sueño

el sueño se hace hecho

el hecho se hace ser.

 

Uno no es ninguno

 

 

 

 

Librería

También puedes leer