ABOLIR LOS SIGNOS DE PREGUNTA: POETAS DE COSTA RICA NACIDOS EN LOS NOVENTA
G.A. Chaves
Un día uno es un joven de 19 años y es poeta y el periódico de la universidad va a publicar nuestro primer poema. Luego uno pestañea y al abrir los ojos han pasado dos décadas y ya los jóvenes son otros. La poesía lo sabe y se pone de su lado.
Desde Génesis 1:1 hasta la primera mitad de los años ochenta, un poeta nacido en Costa Rica recibía al nacer un carné sindical con la frase “¿Puedo hacer esto?” grabada en concreto quebradizo. Desde entonces, gracias a la erosión propia del trópico, los poetas que nacen parecen recibir la misma frase pero sin signos de pregunta: “Puedo hacer esto”.
Esta muchachada fue concebida hacia el fin de los conflictos militares en Centroamérica, en medio del cierre del Banco Anglo y la llegada del neoliberalismo, al ritmo de Nirvana, de rock nacional, de las Spice Girls y de oleadas de turistas. Citan a Los Simpson como influencia del mismo modo que sus mayores citaban a Vallejo. Son unos degenerados inconscientes y eso usualmente es bueno para la poesía, a la que le aportan un ADN ecléctico y post-todo.
Es una generación que no cree mucho en pretensiones, y le importa más que el corazón no se guarde en cajas. Leen a Luis Chaves y la mayoría quiere ser Luis Chaves, quizá porque Chaves les aporta inmediatez y les parece vitalmente relevante, pero quizá también porque creen que escribir así es fácil, y no.
Igual que los poetas de antes, la mayoría de estos jóvenes van a la universidad pero, a pesar de su precoz inteligencia, sus envidiables lecturas y la facilidad con la que se suben a un transporte cualquiera y se van a ver mundo, ya no aspiran a ser intelectuales librescos, sino músicos, fotógrafos, escenógrafos, editores de revistas, scenesters de rock y proveedores de memes en redes sociales.
También están los que escriben de día y por las noches llenan los graveyard shifts de algún call center y, por eso, su familiaridad con el inglés es la misma que tenían los modernistas con los nenúfares. Junto a la libertad de espíritu, la juventud costarricense ha heredado la orfandad en relación con aquel Estado Benefactor que les dio comida, salud y trabajo a sus padres, y que dejó de existir poco antes de que ellos aparecieran. No es de extrañar, entonces, que tampoco les interese la literatura escrita con el auspicio de ese Estado.
Decía el chileno Sergio Parra que un “poeta joven” es un contrasentido: en el momento en el que alguien asume un proyecto literario serio, deja de ser joven. Los que se andan por las ramas persiguiendo modas y premios sin desarrollar una sensibilidad propia son los que nunca dejan de ser jóvenes, aunque ya superen la edad de jubilación laboral. Esa apuesta fuerte aún no se vislumbra entre estos autores, y eso está bien. Ahora mismo es más importante que jueguen con las palabras, que les tomen el gusto.
Aunque no puedo decir nada sobre el futuro de cada nombre presente, sí puedo apostar a que los poemas aquí reunidos son momentos importantes para cada autor y autora. Hay buena semilla acá. Incluso hay poemas memorables para los lectores.
Esta selección empieza con poetas nacidos en 1990 porque así me lo pidieron, pero en realidad debería empezar con CAROLINA QUINTERO Y ANA LUISA MORA, ambas nacidas en 1989 y autoras de libros publicados que ya revelan tendencias generacionales marcadas. Reportamos el dato por mor de la justicia.
Heredia. Octubre del 2016
* * *
Empezamos en 1990 y lo más lejos posible: DIEGO QUINTERO nació en Taskent, en la antigua Unión Soviética, y en el 2015 publicó con Espiral el poemario Estación Baudelaire. Muchos de sus poemas se leen como dick pics verbales, pero tiene otros, como el siguiente, donde despliega su más sutil inteligencia:
Un joven Diego Quintero le propone a Pierre Menard reescribir a Borges bajo los parámetros estéticos del absurdo
(Poema hallado entre las notas del famoso explorador Erick Ulsson, quien fue brutalmente asesinado en 1990. El crimen aún no se resuelve.)
Diego Quintero pacta voraz el combate al eye lector: reescribir a Borges como un criminal de cuello blanco, blanquísimo, que hurtó la ceniza del tiempo. Ahora el francesito sorbe su café, ahora el francesito saca un papel, ahora el francesito escribe una pregunta: ¿El secreto a la biblioteca universal? ¿Un simple garabato? ¿La luna? ¿La mónada? ¿El sur? Quintero no responde porque no distingue ficción de ciudad árabe ni principado de fusil nazi. Sí, nazi –dice Quintero–, Borges era nazi; rescribamos a Borges como un nazi. Menard, tan esfinge, acepta el duelo: le pregunta al latinoamericano quién o cuál o cómo es el nazi jugador de la cábala, ajedrecista de los cuartetos, matemático de la Torá. No sé, no sé, no sé y no me importa, yo sólo quiero convertir a Borges en el sueño mojado de Barthes; el espejo que refleja los muertos, mi espejo, nuestro espejo. Pierre, el loco Pierre, se ríe quijotesco del joven Diego y le contesta: yo no puedo morir, no puedo nacer, yo no existo. Usted, Quintero, tampoco.
* * *
También de 1990 es ERICK MARTÍ. En el 2012 publicó el libro Worstseller (Germinal). Igual que su autor, los poemas de Martí respiran mejor en espacios abiertos, donde el humo del cannabis asciende para convertirse en nube iluminada:
(Sin título)
Se trata de un cuarto
realmente pequeño
da la impresión de que nada
de lo que hay adentro
puede ser lanzado por la ventana
porque no cabe
ni siquiera entiende uno
cómo pasó todo por la puerta
cuando llegamos
sin embargo ahora
la luz fluorescente
no nos permite
imaginarlo vacío
a veces cuando no hay nadie
o cuando podemos levantarnos
más tarde de lo normal
cada cosa
parece estar en su lugar
y no donde la dejamos.
(De: Worstseller)
En noviembre del 2006 mi papá me prestó plata
y así hice el pago por un violín de madera
especialmente cuidada
que un año después perdí
en el maletero de un bus.
En el 2009 me compré otro igual,
pero usado
(a veces creo que es el mismo),
y no volví a usar maleteros
ni a llevar el violín conmigo,
de hecho
lleva meses sin ser usado,
aislado del polvo
y del mal tiempo
por una caja cada vez más fúnebre.
Es decir,
el tema de hacer recitales
o unirme a la orquesta
está enterrado.
Y no le debo nada a nadie.
Le he ofrecido el violín
a varios amigos y conocidos,
pero aún me estorba
desde el mueble donde lo veo puesto.
No sé si alguien entiende a qué me refiero,
pero insisto
en que no estoy en deuda con mi papá
que quiso en algún momento
verme comiendo kosher
y heredando con interés su kipa,
y en que lo menciono
precisamente
para caminar tranquilo
al terminar otro año.
* * *
JUANJO MUÑOZ KNUDSEN vino al mundo mientras Costa Rica vivía su primer mundial de fútbol en Italia, y mucha de esa nostalgia épica se ha filtrado en sus poemas. Novosincero para unos, realista fresa para otros, Muñoz Knudsen es autor de dos novelas: Genial 2006 (2014), y Como perdí mi sonrisa juvenil, mae (2016), ambas publicadas por Feliz Feliz, una editorial con nombre de restaurante chino:
Gigante (fragmentos)
Voy a escribir un cuento
que sea un poema grande.
Como será grande, va a tener partes
para que uno tome aire
o se despeje,
se levante si quiere
y vaya a comer espaguetes.
Y la pasaría mejor comiendo,
no porque el poema grande fuera malo,
sino porque los espaguetes
los habría hecho la empleada
y a ella es a la que le quedan mejor
El cuento del poema sería sobre un muchacho.
No, mentira,
sería sobre una muchacha.
Digo, varias muchachas.
Algunas tendrían pelo largo e hijos,
pero la mayoría tendría pelo corto y ningún hijo.
Eso es bueno.
Me gusta eso.
El poema va a ser épico
pero en el sentido que lo usa la gente que fuma mota,
mucha mota.
Como sinónimo de tuanis.
La historia empezaría
en la misma época en la que yo decía
que quería ser boxeador,
porque a Francisco le pegaban mucho
y quería poder hacer algo.
*
Un día, después del cole
Francisco la llevó a comer a Pizza Hut.
Pidió un pichel de fresco de mora, en vez de
dos vasos individuales y
a la luz de una lasaña de pollo
le dijo que era más linda
que la argentina más linda
A él le dicen que se cree que es mejor que los demás
sólo porque tiene
la novia más flaca
de todas.
Y tal vez sea verdad.
Esto ocurre en sétimo
cuando todo duele más.
“De noche por aquí es bonito”
le decía Francisco a su novia
a su reciente novia.
Antes le había dicho cosas como
“Si en este momento empezara una familia nueva en The Sims
la mamá se llamaría como usted”.
O:
“Le prometo que me voy a sentar a la par suya
en cada acto cívico del cole”.
Tenía hablada, pero era feo.
A ella al final no le importaba eso
y le respondía con lágrimas pequeñas
lágrimas de sétimo grado
lágrimas de chiquitos que acaban de dejar de usar shorts para ir al colegio
lágrimas de granos de azúcar refinada
lágrimas de algo que hace ver gigante
la sal marina.
*
Resistían la presión social
y se hablaban de usted
Ella le decía:
usted es bueno
usted es alto
usted cuenta muy bien
“Si viviéramos en una novela
de ciencia ficción
en la que el contador fuera el trabajo más importante
usted sería millonario”.
Y se prometían cosas:
ir al mundial
dejar de comer carne
llegar a Marte.
Pero no cumplieron ninguna.
Pasó un mes
terminó sétimo
y ella se fue a vivir
a Pérez Zeledón.
*
Siguió otro año y conoció a alguien más,
como se daría cuenta que sucede cada año.
Estuvo Priscila, que no le devolvía las llamadas.
También Daniela, donde conoció el preciado peso del pecho.
Jackeline, con quien aprendió a dar vuelta.
Ariana, de quien veinte años después escribiría su nombre en la pizarra
y una lágrima se asomaría entre las escasas pestañas de sus ojos de 36 años
como diciendo
“estamos viejos pero queda tiempo
aunque no sepamos para qué”.
Así siguió Francisco
y yo un par de metros a la par
viendo qué era lo que hacía que a ratos
nos pusiéramos tan tristes.
***
Conocería más mujeres
Y cada vez más.
No entendería el flujo
que pareciera infinito,
cada día dos o tres mujeres que nunca antes hubiera visto
llegaban:
por todos los medios
a veces entraba a Facebook, aunque no le gustara.
Veía mujeres que ponían que les gustaba Spinetta y Pink Floyd
y eso lo hacía sentir triste
pero luego leía
que también les gustaba
Marx
…
Llegará el día en que Francisco se preguntará
“¿Por qué andamos con tantas chicas y chicos?
No puedo salir con una chica
porque me voy a topar a la chica con la que salí la semana pasada
y ella irá con otro mae”.
Ese es el vacío al que debemos enfrentarnos.
Todo lo que no sea salvado
será perdido.
* * *
La última poeta de 1990 es PRI GÓMEZ. Al igual que Diego Quintero y Erick Martí, Gómez es de Heredia. En los noventa se puso de moda irse de San José y vivir en la ladera norte del Valle Central, y por eso ahora el tránsito entre ambas ciudades es tan insoportable y hay que correr detrás de los buses. Pri estudió periodismo y escribe crónicas para el diario La Nación:
Dictamen
Busco calor humano
a las 6 de la tarde.
Mientras llueve
veo ir los glóbulos rojos,
veo venir los glóbulos blancos.
Ayer fui al doctor.
Le dije que las voces volvieron.
Me dijo:
despiértese a las 5 de la mañana
no desayune
alquile un barco que la lleve lejos de la orilla
maréese
vomite.
Los huesos en el mar se evaporan y se hacen lluvia.
Sin Mario
La película se llama:
Huir.
El conflicto:
no tener licencia ni saber manejar bici.
El tráiler sería:
yo viendo la computadora
yo tirándola al suelo
yo corriendo la cuesta hacia el bus
yo acordándome de las aves que imaginaba cuando jugaba a contar carros y perdía por no elegir los rojos.
Yo espiando por los cuartos de mi casa
yo asustada cuando vi un brasier en el suelo y la puerta cerrada
yo cuando le hice a mi hermano un bigote de algodón para las fotos de diciembre
yo cuando escuché a mis amigas de la escuela decir malas palabras.
Yo en un carro con las ventanas empañadas
yo contándote por qué tengo manchas en los brazos
yo pensando que no te importaba la tira rota del brasier
yo viendo una cámara sin saber sonreír
yo diciendo que me gustaría acampar
tú diciendo que en un cuento que leíste
ella sólo pudo acampar sin él.
* * *
CARLA QUESADA ALLUIN nació en 1991 y es de San José. Estudió psicología y le gusta la cosa urbana y el paisaje latinoamericano. A sus poemas les sobra edulcorante y les falta concisión, pero cuando logra conectar sus emociones con objetos reales (aquello que Eliot llamaba “correlato objetivo”), queda a un paso de lo sublime:
Edulcorante (fragmento)
¿Qué se hace con los cafés que huelen a espera?
¿Y los que saben a ausencia?
Endulzar el café, el pan, la vida, los ratos.
La taza en la mesa.
Me pregunto
¿Qué se hace con tanta espera, insomnio y café?
Se les toma todos juntos.
Hay ausencias que enfrían más que el invierno mismo.
Cuántos calcetines para calentar el alma.
Cuántas bufandas para cubrir el corazón .
¿Cuántos?
¿Cuántas?
El tiempo todo lo cura, pero ¿y si el tiempo es la medida de los cafés que nos tomamos esperando que algo caliente el alma?
¿Qué se hace con los cafés que se enfrían con olvido?
* * *
CARLOS CÁRDENAS es otro oriundo de Heredia y nació en 1991 (el mismo año en que pasó de moda centrar los poemas en la página). Complace a sus papás estudiando Derecho y a sus amigos tocando la Stratocaster. Juega ajedrez y lee a Borges. A su novia no parece molestarle:
Bendiciones
De la estadística
una certeza:
lo peor de volverse drogadicto
es terminar siendo cristiano.
Confesión de lo que un espía sumamente profesional oyó
He oído de viajeros
perdidos en el bosque
que aseguran
las ramas
los abrazaban de noche.
He oído de pilotos
perdidos en el cielo
que aseguran
las nubes
no tenían figuras.
He oído de buzos
perdidos en el mar
que aseguran
las piscinas
son muy peligrosas.
Y he oído de amantes
extraviados en Klimt
que aseguran
nada salva
un primer mal beso.
* * *
JOSET NAVARRO es el más reciente en la larga lista de escritores ticos que se han ido a vivir a México (Cardona Peña, Eunice Odio, José Ricardo Chaves, etc.). Estudió en Baja California y sus poemas aún insisten en el bajo preciosismo gaseoso (como un Alfonso Reyes engullido con coca cola) del que tanto le ha costado despojarse a la poesía costarricense:
La memoria es un oscuro pasajero
Cuando sea un estado en las sensaciones
guardaré lo que soy en esa obscura complacencia,
cuando guarde entonces todo el tiempo aprovechado
despertaré a la infancia.
Se dignará la palabra más allá de mis dominios
sin perder la iluminación del aire,
sin perder la postura sólida,
sin redimir la tristeza
como fríamente hacen los mares.
Cuando esta época se desborde de mi cuerpo
como el trigo de Alá en las arenas del peligro,
estaré en la casa donde vi crecer mis andaderas,
y a los árboles cubrir los hallazgos.
Esa casa es de los árboles con su silbido gigantesco.
Son ellos un milagro en todos los valles que recuerdo.
Son el hecho primordial de mis esencias más lejanas,
la materia infinita, unos árboles negros.
* * *
DAVID VARGAS nació en 1992 y cada vez que visita un lugar escribe un poema. Por eso prefiere no salir mucho y dedicarse al diseño y a la música. Su preocupación por el paisaje como vehículo narrativo, como técnica de escritura, lo distingue de entre sus coetáneos más televisivos:
Los gritos se refugian en la calle.
Los vecinos aparecen con cara de pánico
y olores a pijama.
Hoy, como en la prehistoria,
somos una tribu ancestral
en torno a la voz de una radio.
Somos los 70s
frente a un único televisor por calle.
Ahora duermo pendiente de una réplica
con los zapatos puestos
y la cédula como un collar de perro.
Espero la réplica
para mirarnos al salir,
como antes.
* * *
KEVIN ROMÁN, también del 92, es tan joven que cree que 1999 ya es vintage. Es de esos poetas desenfadados que tanto bien le hacen al mundo pero que, como las demás estirpes condenadas a cien años de YouTube, tiene ante sí el reto de mostrar que su irreverencia no se quedará en irrelevancia. Lo que escribe, de momento, tiene un pulso promisorio:
Lisa Ann
Entre los vintage noventeros
y sus videos HD
hay una diferencia
de al menos
quince cinceles.
El tamaño lo es todo.
Proeza de la industria.
Por ello gigantiza sus tetas.
Ya no revolotean.
Sobre sus costillas dos machetazos
La falacia de lo grande
también llega a sus labios
antes de grueso mulata
hoy picaduras de avispa colagenal.
Luego de los treinta cinco,
da el salto MILF:
botox y cabinas de bronceado.
Señora naranja con expresión tétrica.
Artificial como sus gritos de orgasmo.
Un minuto de silencio por su belleza sobrehumana.
En su memoria se carga un vintage del 99.
Mayo
Mayo empezó
con un bombillo
que parpadea
y amenaza quemarse.
Un diluvio precoz
que enseguida es bochorno.
Otro mes que se esfuma
sin más metáfora
que ese abejón
ahogado en el orinal.
* * *
Cerramos el 92 con MARVIN CASTILLO SOLÍS, un pezeteño (de Pérez Zeledón) que se fue a San José a estudiar Filología Española. Por la extensión de sus desvaríos y lo prosaico de su aliento, quizá sus poemas deberían ser cuentos. Rescatamos estos fragmentos de una elegía a su padre:
Raíz de cementerio
A la memoria de Marvin Castillo Esquivel
Fui marcado con su nombre,
me heredó la mancha que tengo en la nuca.
Esos signos que me obligaban a obedecerle
ahora me dan la última palabra…
Los difuntos no escriben,
no piensan “Aquí viene el gusano”,
aunque el gusano entre y salga y entre
y los deje cosidos a la tierra.
Ni siquiera extrañan las ganas de llorar.
Mi papá no lloraba.
Si pudiera, a lo sumo extrañaría
almorzar con arroz, frijoles y barbudos
bañados en vinagre de chilera.
…
Jamás olvidaré la flacura de sus brazos
su cara de esqueleto agonizando de hambre,
ni aquellos ojos de pozo
que reemplazaron las últimas palabras…
Quien fuera el que dijo:
no temáis,
es tan hermoso morir,
nos tomó a todos por idiotas.
Chao, pa, cuánto me alegra
que no haya Dios,
vida eterna,
energía,
vibraciones,
aura,
providencia,
reencarnación,
ni nada remotamente parecido.
Gracias por enseñarme a orinar en público.
Gracias por llevarme sobre los hombros.
Gracias por dejarme dormir en misa.
Perdón por no cuidarlo en su enfermedad.
Perdón por no asistir a sus funerales.
Perdón por no ser un hombre en sus términos.
Y esto es lo inútil, mi última palabra:
La gente convierte el arroz,
los frijoles y los barbudos
en mierda.
El árbol convierte
la tierra del cementerio
en naranjas.
* * *
BYRON SALAS nació en 1993. Es de San José y todo parece indicar que pronto publicará una novela. Detrás de la pesadez de sus poemas narrativos hay una voz lírica musculosa e intencionada. Claramente, Byron Salas es de los que se toman la escritura como un trabajo serio. Muestra síntomas del herpes culteranista local, pero confiamos en que no sea grave y se vacune pronto:
Donde se compara a los padres con lagos silenciosos
I
El árbol en que mi padre escondía las esferas de cristal
está seco y lejanamente sordo, bajo la lluvia, ese mastín
gordo y perdido que resistió el embate de su mano artista.
Es el árbol seco del agua, hinchado y noble:
como un buen animal espera la muerte, colgado
de la puerta de una casa, atravesando su piel un clavo de longitud
incierta pero materialmente ahí, así resistió el embate de la mano
y las esferas de cristal que iban nublándose lejos de mis ojos.
¿Qué necesidad hay de llamar sequía a la muerte de los árboles?
¿Por qué la muerte, siempre huidiza y bocona, sufre de ramas secas?
El parque, ese parque del centro del alma
–lo igualmente impredecible como el centro del infierno– se va
encendido bajo la lluvia por un árbol secreto que llamea.
El árbol de las esferas de cristal, en el centro del alma, cerrando los ojos,
perdidamente mancillado por el tiempo y el mazo, soporta mis recuerdos.
El árbol se va secando bajo la lluvia, porque llueve torrencialmente,
padre mío, lince del deseo, llueve muchísimo sobre Babilonia,
y discurren cabezas y plumas rodando lentamente, mas el barro
es el barro y es la muerte. Oh, lince. Árbol seco por siempre,
Babilonia cruel y libre, azotando al cielo nublado del olvido,
con la mano abierta y muy delgada como la de una vieja enferma,
o un pájaro que implora, o un eficaz anzuelo que viene trayendo consigo,
contra la corriente, todo el deslave de mi memoria.
* * *
También de 1993 es ERNESTO GARCÍA, estudiante de filología y artes dramáticas y co-editor de la revista Conjetura. Lo de García es el apunte rápido, la ráfaga perceptiva, la combustión espontánea. Muchos lo han intentado antes de él y han muerto en el primer libro porque así son los flechazos. Esto no es un reto; es más bien una advertencia:
Posludio
Sobre la mesa: dos platos, 1 hora y 30 minutos de comida seca. Dos vasos, 4 minutos de agua por vaso (con conversación), 10 segundos (sin conversación). Cubiertos dañados. Servilletas sucias, 2. Un mantel en degradación placentera.
En el suelo: zapatos. vino. sal. saliva. polvo.
Nada puesto por casualidad.
Combustión espontánea
Es claro,
la combustión completa
no tiene nada que ver
con el combustible,
con el oxígeno
o con las manos.
Teorema:
mañana
respirar
será un
atentado.
Praxis:
recordar
que el sol
fue una vez
parte esencial
de la vida en la Tierra.
Écfrasis:
Una niña corre tras un niño. Él tropieza en una trampa tendida por el zacate. Se miran dos segundos antes de la caída, la gravedad comienza a hacer su trabajo, las miradas calan el suelo antes que la sangre (que está a punto de brotar de sus rodillas). No hay pánico en sus ojos sino desilusión.
* * *
Seguimos con GUADALUPE VARGAS DÍAZ. Nació en 1993 y es de Turrialba, una región al este de la Meseta Central donde hay mucho poeta y mucho queso, dos industrias en las que Costa Rica claramente lo intenta pero no destaca. Quizá ambos casos se expliquen por exceso de ternura. Sin embargo aquí está este poema, donde la pena y el anhelo son reales y su expresión es hermosa:
A Mimí
Me gusta pensar que desde arriba
nos ves como a un gran mar de oro,
somos peces durmiendo.
Las dunas y las montañas, olas estáticas,
siempre a punto de desplomarse
y hundirnos con ellas.
Las carreteras son cardúmenes de peces color plata,
miles de peces que se dirigen hacia donde estás,
yo voy hacia allá, siempre nos movemos.
La luna se instaló en cada una de nuestras escamas,
exhalan vapor, la luz que nos rodea, nos espina.
* * *
Por su parte, JOSÉ ALBERTO FALLAS nació en San José en 1993 y fue miembro del trío de cinco, que es un viejo taller de Ecuador del cual ni la CIA tiene noticias. Mantiene inédito el poemario Avena quaker mercedes sosa, en el cual aparece esta mínima moralia:
11,5 poemas
1
Yo no contesto llamadas
porque estoy ocupado haciendo nada
como fumando tabaco en el cuarto
o marihuana en la computadora
2
me levanto
y tengo desayuno
no me baño,
me masturbo
3
la ropa la lavo cada tres semanas
mi pantalón huele a azúcar y orina,
también detergente y vinagre,
es para el mal olor
4
le pongo un mensaje,
espero, me masturbo,
no contesto
si me llama
5
hoy hablé por chat
y en persona.
6
a nadie le tengo respeto,
yo soy siempre superior.
por eso no pido opiniones.
7
hay días que llueve
porque estamos en temporada lluviosa.
me mojo por caminar
con un paraguas
roto.
8
normalmente gasto poco
en mantenerme
por consumir cosas.
que igual me mantienen.
9
ella me dijo que valore
lo que tengo,
porque no todos lo han tenido así.
10
a veces compro como tres botellas en un día.
hoy compré cinco cervezas
y dos cigarros sueltos.
11
a ella le respondo a veces, otras veces a otras personas
y seguro sólo yo me pregunto
sobre eso de la atención
11,5
qué raro
preguntarse.
* * *
ERICK BENAVIDES nació el tercer día del año 1994 y es de Pérez Zeledón, una región al sur de la provincia de San José famosa por sus aguerridos futbolistas, su agricultura orgánica y sus varones que escapan hacia Estados Unidos. Como hay pocos hombres, las mujeres van ahí a estar tranquilas, como en el caso de la novia de Francisco en el poema de Juanjo Muñoz Knudsen que aparece arriba. El otro dato firme que tenemos sobre Erick Benavides es que le gusta seguir los noticieros:
3:00 PM.
Digo, pues, que tú eres el asesino que andas buscando.
-Edipo Rey
En este instante que escribo
ya se ha puesto en marcha la maquinaria fría
de la mala noticia que me darán mañana a las tres de la tarde.
¡Qué hora!
Lo mejor de las tres de la tarde es el café de los burócratas.
¿Quién puede estar vivo en ángulo recto de las agujas?
Sin embargo no será más que culminación
pues en este instante que escribo
ya giran lentamente los engranajes sangrientos de mi mala noticia.
Todo se ha congregado mañana a las 2:59 en la yema del dedo
del tipo
de blanco que toca el timbre
de la puerta
de mi casa.
Desde las botas del ministro de guerra de cualquier país sudamericano,
desde el polvo más lejano de la galaxia,
desde el llanto primero de un recién nacido
que de no haber llorado evitaría la tragedia,
desde la pierna de un diabético que se descompone en la basura,
desde la mansedumbre del ciego y la rabia del mudo
todo ha comenzado una carrera sincronizada y lenta hacia ese malparido instante
como lava desbordada del volcán más alto,
y cualquier cosa que haga para impedirlo
será más inútil que repicar una campana bajo el río:
entre la multitud de sonámbulas causas
distingo mi propio puño
poniéndole punto final a este poema.
AL DÍA, 24-10-12.
Kattia Bedoya.
Madre sola.
10 hijos.
Casa donada.
Les cortaron la luz.
Se alumbraron con una candela.
La candela incendió la casa.
Es el resumen que hice hace unos años de una nota en el periódico.
El poema no sale…
Pero la idea está clara.
* * *
SOFHÍA GUEVARA nació en 1995. Apenas empieza a reunir antecedentes literarios y delictivos. En los años 80, Ana Istarú puso de moda hablar de sexo y parejística en la poesía de Costa Rica. Son muchas las imitadoras que ha tenido, con diferentes estilos y resultados. Sofhía Guevara es la más reciente y, a veces, no cansa tanto como las otras:
Actualización de estado 2013 (fragmentos)
1.
“I am on the highway to hell”
Han pasado días
entre una boca y tu boca
conseguí trabajo
hago las compras
y aprendí a cocinar
a llevar de lejos
el peso de la palabra
que no dije al salir
cuando cerré la puerta
y dejé la llave
rompí el pacto
y en mi destino
el fuego vendrá por mí.
Estoy borrosa en el supermercado
la tercera dentro de mí
le susurra a la primera
que no sé lo que hago
por ellas devuelvo la leche
para comprar cigarros
y antes del pasillo de mascotas
la causa y el efecto
de haber sido estúpida
la noche anterior
me golpea la cabeza.
SMS: Dejé una lista de compras en tu suéter, ¿me la mandás?
3.
Yes Sir Yes
LOG IN
log out
LOG back IN
Thank you so much for calling.
La maquila tiene dos bocas que se comen al mundo.
No sabía que crecer
era lavar la ropa una vez por semana
y sentirme indigente
el día de pagar la renta
recibí el año a las 12:36
con los tres cigarros que me quedan
y shot de cacique que arde
con las letras en mis piernas
escritas con sangre
el sexo como comerse una galleta
salada, dulce, con crema, sin crema
sin ganas
el lunar en mi hombro derecho
es un suicida crónico
el lunar en mi hombro izquierdo
es un ángel que hace tour de bares
bendito este año en acabose
esta edad que sigue siendo un fracaso
las horas que no he dormido
y el beso que solo di con la boca
perdí una casa, una hija
un esposo, cuatro perros
una lora y un atrapasueños azul
me comí a la diosa blanca
en salsa de soya
tengo un trabajo absurdo
desmayos cada viernes
y hoy
ganas de dormir con alguien.
* * *
Cerramos con ANDRÉS ZUMBADO, quien nació en el 98 y creció en Aserrí. Un lugar estupendo, y es ahí nomás. Es el único poeta en esta muestra que utiliza el voseo tal y como manda el Ministerio de Educación. Sólo ese gesto lo pone diez kilómetros delante de los demás en su intento por perfilar una voz lírica verosímil. Que esa voz suene tanto a la de Luis Chaves lo devuelve de inmediato a la línea de arranque:
Error 402
Uso fotos viejas
como separadores de libros.
Si no vamos a recordar
la página,
recordemos algo que
pareció valer la pena.
Sin título
El polvo
no se aferra.
Sólo no
atinamos
a pasarle un trapo
encima.
Con vos, sin terminar de entender por qué te trato de vos
En el intento
de tomarte una foto con el celular
sin que te dieras cuenta,
la cámara se congeló
y congeló una cara arrastrada,
con ojos que podrían
estar viendo
algún suelo mejor.
Collage 2016
Coro de
narices tragando mocos
en sucesiones impares
con la cumbia cruel del vecino.
Gritos
de algo que
sólo se podía gritar
y restos
de algo que
parecía quebrable.
La policía llegó
pretendiendo
remediar una familia;
hablando
con un hombre
que abre una
cerveza en el instante
y al fondo,
otro hombre,
no tan hombre,
que inhala y exhala
en sucesiones más bruscas
que la de las
narices tragando mocos.
La perra, la segunda, la viva,
chupa todo lo que pueda
parecer una lágrima.