Presentamos en Círculo de Poesía, una muestra de la obra de Alejandra Mendez Bujonok (1979) San Cristóbal (Santa Fe), reside en Rosario. Es guionista y productora cultural. Curadora de importantes encuentros literarios en su provincia. Coordinó los ciclos de lecturas: “Poesía en los Bares” organizado por Secretaría de Cultura y Educación de la ciudad de Rosario, “Poetas que leen a otros Poetas”, “Poetas del Tercer Mundo”, y los trasnoches del Festival Internacional de Poesía de Rosario (ed. 2010-2011) entre otros. Ha participado en diversos encuentros o festivales de Poesía nacionales e internacionales. Figura en antologías nacionales y latinoamericanas. Ha publicado: Tarde abedul (poesía) editorial La Pulga Renga, Rosario (primera edición 2013 – segunda edición 2015). Los tres primeros son de Rapsodia de los descontentos (Inédito). Los dos últimos de Tarde Abedul.
La fuente
Pensamientos de dentro, de todos,
flotan y se mezclan
los peces en el aire.
Sospecho que el limón me mira
en su sol amargo
¿o soy yo quien lo mide
en la distancia de ácidos
con cierto recelo lagrimal?
No sé qué es la fuente de luz
que nombran
los merecidos del cielo.
Tanto tuve que andar
para acertar en el agua
el accidente de la sombra,
para aprender a llorar.
Contrapunto
Para cubrirme del desamparo virtuosista
de la fantasía en un lunes con luz tenue,
luz ínfima de pared cualquiera del mundo,
de la vergüenza cromática en la fuga
no vista ni aceptada,
creo el contrapunto
que es ese fino oficio en el origen.
Como un triste dios pequeño
a tientas sufro
practicando mi libertad.
Rhizanthella
Por los caminos del agua en busca del silencio
las máquinas son máquinas secretas.
Como una Rhizanthella, sin romper
jamás la superficie de la tierra,
florecen por lo bajo aquellos rayos.
Caracola
Tenían quietudes azules/sus ojos
cantábrica profundidad/marítima su alma
inaccesa/toda alma todo cielo toda vida/
caracola en movimiento.
Tenían la ductilidad de los vientos/sus vientos.
Me miraba su historia -abuela- como queriendo
salirse de usted.
De niña entendí/solo viéndola mirar/que todo
es un acantilado lejano.
De la manera en que me salvo
No uso reloj en la muñeca
(es triste el mundo de los ajustados)
No uso gafas oscuras de sol
(es triste el mundo de los escondidos)
No uso paraguas de la lluvia
(es triste el mundo de los protegidos)
Me salvo así
(o eso creo)
De pensar el control de los objetos.
De pensar la distancia de los otros.
De pensar que la lluvia es una maldición.