A partir del volumen Language for a New Century: Contemporary Poetry from the Middle East, Asia & Beyond, preparada por Tina Chang, Ravi Shankar yNathalie Handal para Norton en 2008, la traductora Indira Díaz (Puebla, 1988) nos presenta textos de siete poetas coreanos contemporáneos.
Pak Chaesam
Nació en Tokio, Japón en 1933, pero se mudó a Samchunpo en Corea, el pueblo natal de su madre a la edad de cuatro años. Asistió a la Universidad de Corea, su primer libro de poemas La mente de Chunhyang fue publicado en 1962.
El camino de regreso
Sobre el helado camino,
la madre vuelve al amanecer
empapada del pesado rocío nocturno;
después de un día de ventas.
No hay tarro de miel en la alacena
Sólo el polvo gris acumulado
Mientras tanto los niños, tan pequeños para el trabajo,
Sin culpas, duermen tendidos aquí, allá.
Nadie ve, nadie comprende cuando ella sacude
la lluvia de estrellas que trae en la frente.
Cuando de sus mangas
se desprende la luz de la luna.
Shin Kyong-Nim
Nació en 1935 en Ch’ongju, al norte de la provincial de Ch’ungch’ong. Se dio a conocer con la publicación de la colección Nong-mu en 1973, después de pasar diez años como granjero, minero y comerciante.
Ssitkim Kut-
La canción de un espíritu errante
Anda tu camino en paz, ellos dicen, recorre en paz tu camino.
Con tu cuello roto y tus miembros mutilados:
Avanza mil, diez mil leguas por el camino
Al más allá, sin noche, sin día
Anda tu camino en paz, ellos dicen, recorre en paz tu camino.
Duerme, dicen ellos, duerme ahora tranquilamente.
Piensa que millones de años han pasado, nunca abras los ojos
mientras caes en un extenso campo, en un prado
o en un pedazo de arena, séllalos con sangre.
Duerme, ellos dicen, duerme tranquilamente ahora.
Apodérate, con tus manos rasgadas y astilladas
Apodérate cálidamente de estas manos cubiertas de sangre.
Un nuevo día llega, el sol está brillando
Los pájaros cantan, la brisa es suave
Apodérate, con tus manos rasgadas y astilladas, ellos dicen, aduéñate.
No puedo continuar con mi cuello roto y mis miembros mutilados,
No puedo cerrar tranquilamente los ojos.
No puedo apoderarme de nada con estas manos astilladas,
No puedo adueñarme de tus manos cubiertas de sangre.
Tengo que volver con los ojos llorosos y brillantes.
Debo regresar
Con mi cuello roto, cargando mis miembros mutilados,
Apretando los dientes y deseando que caigan tristes las heladas del cielo.
No puedo apoderarme con estas manos astilladas
No puedo apoderarme de tus manos cubiertas de sangre.
Tengo que volver, una densa nube anuncia la tormenta
A los callejones, a los mercados, a las fábricas, a los muelles;
Tengo que volver, es un clamor violento.
Kim Sung-Hui
Nació en Corea del Sur en la provincia de Cholla, en 1952. Entre sus libros se cuentan Talgyal sok ui saeng (1989) un volumen de ficción Santa Fe ro kanun saram(1997) , y un amplio estudio de la obra de Yi Sang en 1998.
Sun Mass
La oscuridad precede al sol,
El sol destruye a la oscuridad.
La realidad se opone al sueño
Y entonces, los sueños destruyen la realidad.
El águila toma el sol en su paseo.
Ahora, detrás de una pared de nubes
Me arriesgo
A soñar
Que las corpusculares ondas misteriosas del sol
Están uniendo mi vida con la suya
Para evitar que mi existencia se convierta en cenizas
Para evitar que se convierta en una máscara de hielo.
Me atrevo a imaginar:
Mi fuego girando como el sol en su eterna órbita.
Para siempre, eternamente.
Uniendo
Mi vida y esa enorme vida.
¿Qué rueda giratoria
En el vacío de qué niebla
Es nuestro hilo que comienza a destejerse?
Kim Kwang – Kyu
Nació el Seúl en 1941. Fue profesor en el departamento alemán de la Universidad de Hanyang de la cual se retiró en 2006. Además de publicar ocho volúmenes de sus poemas más destacados, tradujo a poetas del alemán al coreano, incluyendo volúmenes de Henri Heine, Gunter Eich y Bertold Brecht.
Norte Sur Este Oeste
En primavera las verdes olas van en aumento
Extendiéndose hacia el norte, hacia el norte.
Sin obstáculos, sin cercas, no hay alambre de púas o líneas de demarcación militar
que las detengan.
Viajan hacia el norte.
Cruzando los llanos y las montañas,
Azaleas y arbustos desertan también hacia el norte.
En verano las aves cantan
Se escucha el croar de las ranas
Y es lo mismo en todas partes.
En otoño, cae una avalancha de tonos dorados
Que viaja hacia el sur, hacia el sur.
Sin obstáculos, no hay zona que los detenga
Viajan al sur.
Por los ríos
Por los valles
Florecen cosmeas y hojas carmesí que cruzan la frontera sur.
En invierno el sabor helado del vinagre
Y la picante sopa matutina.
Siempre es igual.
Norte Sur Este Oeste: sin hacer distinción
El blanco cubre el mundo por igual
no se puede contener la nevasca.
Ko Un
Nació en Corea del Sur al norte de la provincia de Cholla en el año 1933. Fue un autor prolífico, publicó alrededor de 140 volúmenes. Después de sus años como monje budista se convirtió en un reconocido portavoz en pro de la democracia durante los 70´s y los 80´s. Fue nominado al premio nobel en dos ocasiones.
Extractos de Flores de un momento
A la puesta del sol
Sólo un deseo-
Convertirme en lobo
Bajo una enorme luna llena.
*
Pasé el día entero viviendo una historia ajena
Y cuando vuelvo a casa
Los árboles me miran
*
En el Monte Kariwang en Chongson, en la provincia de Kangwon
Las corrientes cayendo
Están ocupadas, pero más ocupados están
Los peces pequeños,
Nadando hacia arriba
Luchando contra la corriente
*
Remando con un solo remo
Perdí el otro
Miro a mi alrededor por vez primera, la extensión de agua es inmensa.
*
Afuera de la cueva el aullido del viento, la lluvia.
Dentro,
El chillido de los murciélagos llenando el techo
*
“He llegado queridos,
El duro invierno terminó”
*
La tumba de su esposa se ríe en silencio
*
Sí, algunos dicen que pueden recordar mil años
Y algunos dicen que ya han visitado los próximos.
Es un día de viento
Estoy esperando el autobús
*
Fuimos a Auschwitz
Sobre el camino de regreso
Cada uno de nosotros miró por una ventana distinta.
Vimos montones de vidrios y
Pilas de zapatos
*
Siguiendo las huellas de un animal en la nieve
Miré atrás mis propias huellas.
*
Dos personas están comiendo
uno frente a otro
La cosa más rutinaria
Y al mismo tiempo
La mejor cosa
Como si ellos dijeran, esto es amor.
*
En silencio
La resina enterrada se transforma en ámbar
Por encima, comienza a caer la primera nevada.
*
Sobre el camino
un ciervo
contemplando tranquilamente la luna en un arroyo
*
El pico de un pollito picando la comida
Mis estudios también están lejos de concluir
*
Cuando los puestos cierran el último día de ventas
vislumbro de repente
A la madre de Samman que murió el año pasado
Y supongo que volvió para hacer las compras.
*
¿Qué puedo hacer?
Pétalos de flores de durazno
Se han estado acumulando todo el día dentro de la casa abandonada.
*
Hace treinta años
Una mujer hambrienta miró
Un millar de sacos de arroz en un espejismo.
*
Todo afuera de mi puerta
Es mi maestro
Maestro -una mierda
Maestro -qué tontería
Maestro, las pecas de los niños.
*
La gigantesca mansión de un magnate de negocios
La impotencia de los necesitados
La esperanza de los ladrones.
*
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
Ocupar un día brillante con preguntas
Para niños de cinco años
Seguramente ellos saben
Que sin esos porqués
Todo sería nada.
Ku Sang
Nació en Seúl en 1919. Sus primeros poemas fueron escritos en Japón cuando aún era un estudiante, desde entonces ha escrito y publicado libros de poesía y ensayos sobre temas sociales, literarios y espirituales. También ha escrito una serie de obras de teatro y editado antologías de literatura. Los poemas de Ku Sang han sido traducidos al francés, al inglés, al alemán y al japonés.
Este año
Ya que este país se sacude como un bote en la tormenta de Galilea
Yo gasto todo mi año intentando no perder mi fe en Dios.
Haciendo sólo lo que debo hacer.
Somnoliento. Sufro por más de un mes
Me pesan tantas cosas en la familia y en el mundo
Pero soporto dócilmente todo,
Esto es más valioso
Que la buena suerte de cualquiera.
Estos días, yo sueño con brillantes fantasías más allá del mundo
Confió todas las cosas a su voluntad divina.
Incluso si las tormentas se pronostican para el próximo año
No hay nada que yo tema.
Ishle Yi Park
Es una poeta de origen coreano que radica en Estados Unidos. Es la poeta más reconocida de Queens, Nueva York. Con su primer libro La temperatura de esta agua, se hizo acreedora al premio PEN America Beyon Margins en 2005.
Retrato de una habitación en Bronx
Máscara de carnaval
Enormes sábanas pegadas a la ventana
La helada sobre el plateado parachoques
del tren verde limón que se aleja, que avanza
agitando las ventanas
cucarachas de cobre, de Bronx
Corrompiendo el fregadero.
La luz golpeando suavemente la piel sobre mi pecho
Silencio en la alberca, congas rojo-ciruela
Que música tan sensual
Vino y whiskey, argumentos
arrojados
Por un sucio arranque.
La habitación necesita
Un poco de luz
Un hálito brillante y cálido
5 mantas rotas calientan
El frío invierno
¿Qué boca,
qué suaves párpados y largas piernas
qué secretos codiciaremos detrás de las puertas cerradas como labios?
¿Cómo sucumbirán mis huesos a la oscuridad?
¿Qué absurda imagen me sobrevivirá?
Toda esta comedia, un sofá sucio, sólo un instante
¿Quién seguirá amándome?
¿A quién moriré amando?
Tomemos esta noche
Sobre las tumbas
Iluminemos
Este espacio hueco,
Tu boca
Una ardiente flor negra.