Poesía japonesa: Saijo Yaso

Presentamos un poema de Saijo Yaso (1892-1970), poeta, compositor y académico japonés de inspiración simbolista. Educado en Francia, llegó incluso a entablar una amistad con Paul Valery, cuya influencia estética y psicológica permea el trabajo del japonés. Su poema “El infierno de Tomino” se volvió notorio en años recientes al ser la materia de una leyenda de internet que asegura que quien lea el poema en voz alta habría de sufrir graves infortunios, incluso la muerte. Mas allá del mito urbano, el poema de Yaso es una exploración lírica y simbólica del lado oscuro del psique juvenil, las relaciones filiales y un remordimiento metafísico. La versión en español es de Esteban López Arciga, basada en la versión inglesa de David Bowles.

 

 

 

El infierno de Tomino

 

La hermana grande vomita sangre

la menor saca lumbre

pero el dulce Tomino

escupe diamante

 

Va solo Tomino

Cayendo hacia al infierno

Infierno lúgubre

Sin flores

 

¿Es su hermana grande

quien flagela?

La razón del castigo

cuelga oscura de su mente.

Flagela y azota, ¡Ah!

Pero nunca rompe.

Camino vero al Avici,

Eterno infernal

 

Guíenlo al abismo

infernal- le rezo

a la oveja aurea

al ruiseñor.

 

¿Cuánto empacó

en su morral de piel

para el descenso

al infierno sin fin?

 

La primavera viene

Al valle, al bosque

al abismo espiral

del infierno final.

 

El ruiseñor en jaula

la oveja en vagón

y una lágrima en el ojo

del dulce Tomino.

 

¡Canta, oh ruiseñor,

en el vasto bosque nebuloso!

Él grita que sólo llora

a la hermana menor.

 

Su afilada angustia

hace eco en el infierno–

Una peonía

abre sus pétalos de oro

 

Bajo las siete montañas

Y los siete ríos del infierno–

El viaje solitario

del pequeño Tomino

 

Si en este infierno se encuentran

vengan a mí, lo suplico,

Picos filosos de castigo

de la montaña aguijón

 

No es gratuito

penetrar la carne con agujas carmesí:

Pues son guía infernal

para el dulce y pequeño Tomino

 

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