Poesía mexicana actual: Montserrat Ramírez Quezada

Presentamos un muestra de la poeta Montserrat Ramírez Quezada (Teocaltiche, Jalisco, 1990). Licenciada en Letras Hispánicas por la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Ha participado en diversos festivales de poesía como el Festival Internacional de Poesía oven “Los días que vendrán” en 2012, el festival de poesía “Las cuatrocientas voces” en 2015, y en el marco de las actividades culturales de la Feria Nacional de San Marcos en 2016. Sus poemas se han publicado en diversas antologías, en la serie “Letras versales” de la Universidad de Guanajuato, en los números 23, 24, 25 y 26; en la antología “Brujas II” publicado por editorial Aquelarre y en la antología Mujeres poetas por la paz. En el 2016 fue seleccionada para participar en el XXIV Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el País de las Nubes, llevado a cabo en Oaxaca.

 

 

 

Campo sin semillas

 

He visto la primavera desaparecer

tomar pastillas para germinar los campos

los hombres-radiactivos se alejan

prefieren la ciudad ocupada

ya no crecen las flores

ya no tienen hijos las flores

nada se encuentra en los lugares

no hay nada que fumar

nada sirve en este pueblo

iremos ya sin piernas a los campos sin semillas

el viaje menos prometido para la tristeza

para que pueda crecer en el vacío.

 

 

 

Vuelta sin música de fondo

 

Llevan los brazos extendidos

existen hombres sin árboles     ni sombra

no hay comienzo para recuerdos líquidos

los muchachos no saben del tiempo

ni de los labios de la lluvia

no pretenden recordar y se van   siempre

viajan por campos sin música

ya nadie los pronuncia.

 

 

 

La sombra de las nubes

 

Leí en una página de internet

que Oaxaca se considera la zona de mayor complejidad geológica de México

también que es una zona altamente sísmica

conviven más de 16 grupos étnicos

y existen 736 especies de aves

leí otras tantas cosas más sobre el gobierno, los maestros, campesinos y estudiantes.

Lo que no saben algunos es que en ese lugar el viento se aquieta entre las ramas

las montañas se unen con las nubes en una especie de danza-ritual

las flores más hermosas también piensan en revolución

ningún árbol es sumiso y todos pintan libertad

los hombre-girasol y las mujeres-giraluna cosechan semillas en sus campos eléctricos

los niños-poema viajan en barquitos de papel y todos son un baile iluminado

observo las montañas y cerca las sombras de las nubes forman una danza de misterio

sobre los rostros del cerro se dibujan historias de guerreros nómadas.

Quise aprender a dar gracias en mixteco, decirle a esa gente que su bondad es infinita.

Quise hablar mixteco y soñar en los versos adolescentes de Luis que entendió que es mejor morir entre los brazos de una dama que entre las rejas del estado.

Quise escribir este poema para mis amigas, porque la poesía nos envolvió y quedamos entrelazadas por las calles revolucionarias de Oaxaca.

La amistad que ahora será un hilo para extendernos por los campos y las carreteras del mundo.

Les entrego el poema para la magia de sus cantos.

Les doy mi canto gitano que surgió un día en el país donde nacen las nubes.

 

 

 

Danza en el Soumaya

 

El sueño me nubló la mano izquierda

leí un libro de poemas azul y pegajoso que me obligó a escribir

vivo en una ciudad de rituales

la ciudad me alumbra     me construye

ahora soy un edificio sin garganta

un transporte público sin cuerpos desesperados de encontrar

en mi sueño viajé al otro lado del mundo y tampoco estabas ahí

pero mis amigos que bailan sí     viajamos y bailamos un tango sobre la vía láctea

visité un museo colosal como el corazón de la ballena blanca

recorrí esculturas como bailarina

fui un Vincent, Dalí, un Botticelli, un Rodin

exploré cartas antiguas y poemas

la puerta del infierno no me asustó

rondé el indigenismo de Rivera y otros mil objetos que alguien debió adorar

después examiné una colección de cucharas del siglo pasado y te percibí con el cabello largo y dando instrucciones en alguna cocina antigua

te imaginé tan novohispano y siniestro

como una postal que mandaría a un amigo en Tokio

te evoqué como mi escultura de terracota favorita

fuiste una vitrina de mil ojos que pretendí quebrar

¿Cómo guardo este amor en un museo?.

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