En el marco de la antología virtual de poesía mexicana contemporánea, presentamos algunos textos de Margarito Cuéllar (1956). Con Las edades felices obtuvo en 2014 el Premio Iberoamericano de Poesía para Obra Publicada convocado por el INBA y el Gobierno de Tabasco. Sus libros más recientes son Las edades terrestres y Moléculas en movimiento vibratorio alrededor de una posición de equilibrio, ambos publicados en 2016. Monte Ávila Editores publicó en 2016 Poemas para formar un río. Es director de la revista Armas y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León y coordinador del Centro de Escritores de Nuevo León.
PAPELES
(Versos encontrado en una página de Wilkipedia)
No sabemos qué guardan
si algo decían son ahora invisibles.
Quizá atestiguan un enlace
el nacimiento de un hijo
la desaparición de una ciudad,
de otro modo no estarían aquí:
mudos testigos de una historia
abolida hace siglos.
Sus letras, devoradas por la aridez
se han ido, alguien las robó
o fueron borradas para olvidar
las faltas ortográficas del tiempo.
Imposible saber qué nombran
qué notifican, de qué advierten.
La verdad que un día fueron
carece de valor en una patria
en la que todo, ¡dije todo!
hay que nombrar de nuevo.
AEROPUERTOS
(Escrito en la solapa de un libro de Lêdo Ivo)
Siempre están lejos, como queriendo despegar
o en pleno vuelo hacia no sé qué tarde.
Quizá escapan del ansia del viajero
y la espera los deja flotando en un banco de nubes.
Busco en el mapa de mi vida aunque sea una bitácora de vuelo,
pero los aeropuertos están lejos
allá donde los vientos, donde el sol.
TRENES
(Manuscrito en un cuaderno de Eugenio Montejo)
Los que se fueron volverán
con nuevo cargamento de durmientes.
Alguien los vio en el baldío de un sueño
en un país al que el futuro había llegado;
parecían rascacielos
animales gigantes, montañas de cantera.
Puntuales trazan en la tensión del hierro
caligrafías sonoras.
Si alguien piensa morir antes de tiempo
espere un poco, vuelven los trenes
a estremecer la tierra con su canto.
LA NOCHE Y YO
(Poema extraviado en un libro de Jorge Luis Borges)
Entre los griegos la noche tenía cuatro velas
Vespere, Media Noche, Canto del Gallo
Custodia Matutina.
Para dormir y hacer que las estrellas
crezcan ebrias de cielo en otras latitudes
yo prefiero los días.
Porque es débil la noche y poco clara
en la forma de expresar sus ideas
no caben en su nombre tantos sueños.
Para cumplir la tarea que encomiendan los dioses
el sino luminoso de los días.
POÉTICA DE LA SILLA
Espalda y silla se parecen
quizá fueron parientes algún día.
Una noche, es posible
la silla veló el sueño de mi espalda.
Una mañana antigua corrimos en seis pies
por los parques del mundo,
unas horas quizá fuimos felices
en el idioma del relámpago.
Datos vitales
Margarito Cuéllar. Con Las edades felices obtuvo en 2014 el Premio Iberoamericano de Poesía para Obra Publicada convocado por el INBA y el Gobierno de Tabasco. Sus libros más recientes son Las edades terrestres y Moléculas en movimiento vibratorio alrededor de una posición de equilibrio, ambos publicados en 2016. Monte Ávila Editores publicó en 2016 Poemas para formar un río. Es director de la revista Armas y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León y coordinador del Centro de Escritores de Nuevo León.