Presentamos una muestra del poeta Juan Lamillar (Sevilla, 1957). En 2014 publicó una antología de poemas sobre fotografía con el título de Música de cámara (Jerez de la Frontera). En 2015 apareció Entretiempo, antología de su poesía entre 1982 y 2015. Sus últimos libros de poemas son Las formas del regreso (Zaragoza, 2015) y Extraña geografía (Valencia, 2017).
Copa antigua
Sigue mostrando el presente
con la misma luz de entonces,
cuando su perfección alegró al alfarero.
Copa de arcilla roja,
sin agua, sin la antigua
felicidad del vino.
Vacía frente a mis ojos
pero llena de siglos
en su color intacto.
Los bebo sorbo a sorbo
y me mancho los labios de ceniza.
Unión Astronómica Internacional
Cuando estabas a punto de llamar
a la Comisión 27,
la que se ocupa de galaxias y estrellas,
para dar cuenta del milagro,
te sugerí que probaras mejor
con la Comisión 5,
encargada tan sólo de asteroides,
con sus nombres de héroes de la guerra de Troya.
El milagro, ¿qué milagro?,
solamente unas briznas de ilusión y deseo,
se había desvanecido al abrir las cortinas,
al vencer al amor y la noche artificiales
con el sol que en las calles despertaba
las insondables fuerzas del planeta.
Candelas en la noche
Quema el amor candelas en la noche
sagrada de los atrios.
Una hoguera de pronto desprovista
inaugura el verano.
Habrá mañana crónicas y luces
en este improvisado anfiteatro.
Y la llama primera es un lamento
bajo el fulgor distante de los astros.
Quemó el amor rastrojos
en el nombre escondido de los campos.
Sus pavesas nos hieren, encendidas,
en el olvido oscuro de los patios.
Más tarde las cenizas serán todo
lo que el tiempo nos deje entre las manos.
Tallo, flor, raíz
El sexo es la raíz, el erotismo es el tallo
y el amor es la flor.
Octavio Paz
Yo voy a las raíces de las cosas,
el tallo quede para la sorpresa,
y que brinque la flor, estrella ilesa
en las audaces horas revoltosas.
Las raíces son hondas y gustosas,
el tallo es un manjar de sobremesa,
convicta está la flor y está confesa
de entregas que son breves como rosas.
Sexo, erotismo, amor: qué buen conjunto
para llevarlo puesto a todas horas,
para usar uno u otro a nuestro antojo.
Tallo, flor y raíz: siembro y recojo,
campesino que atiende a un solo asunto:
te poseo, me erotizas, me enamoras.
Correspondencia
Azogue de estas cartas, donde miro
el tiempo vuelto plata,
vencida plata en letras desvaídas,
mercurio quieto en trazos del amigo,
los signos de su rúbrica.
Qué dones la amistad nos sigue dando
en frases y consuelos de hace mucho
que relees hoy al borde de las lágrimas.
Se fue la voz, los gestos se marcharon
pero nacen de nuevo en el dibujo
preciso de palabras, en el quiebro
gentil de la alegría, en la estampa
del ángel como adorno.
Pero viven otra vez como entonces.