Poesía palestina: Najwan Darwish

Valparaíso México y Círculo de Poesía han publicado recientemente, con la traducción de Sofía Calderón y Alí Calderón, la colección Durmiendo en Gaza del poeta palestino Najwan Darwish (Jerusalén, 1978). Hijo de refugiados, Darwish es el poeta árabe más significativo de su generación. Su primera colección de poesía apareció el año 2000 y desde entonces se ha posicionado como una referencia de la poesía árabe contemporánea. En 2014, New York Review of Books publicó su poesía reunida bajo el título de Nothing more to lose. Darwish es periodista y editor en jefe de la sección cultural del periódico Al Araby Al Jadeed.

 

 

 

 

 

 

Levantándome de su amor

 

 

Me levanto de su amor

como un hombre atropellado por un tráiler.

La miro alejarse,

desentenderse de mis heridas.

Ella es un tráiler:

destrozaría a cien hombres de una.

Me asombra mi temeridad.

Me asombra cómo fui asesinado y me levanté de nuevo

con el corazón tan calmo.

 

Y aquí estoy intentándolo aún,

insensato,

saltando hacia otra.

 

 

 

 

 

 

El autobús de la pesadilla

 

Los vi rellenar bolsas de plástico con los cuerpos de mis tías.

En los pliegues de esas bolsas se anega su sangre aún caliente

(Pero no tengo ninguna tía).

Supe que asesinaron a Natasha, mi niña de tres años

(Pero no tengo ninguna niña).

Me dijeron que violaron a mi esposa y arrastraron su cuerpo por las

escaleras. La tiraron en la calle

(Pero ni siquiera estoy casado).

De hecho, esos son mis anteojos, los que fueron pisoteados por sus botas

(Pero jamás he usado unos anteojos).

 

Me quedé a dormir donde mis padres y tuve un sueño sobre una casa.

Miré al despertar a mis hermanos

suspendidos en la horca, colgando

del techo de la Iglesia de la Resurrección.

Dijo el Señor inmisericorde: este es mi propio sufrimiento.

Me hice con el orgullo que les quedaba a los ahorcados y respondí:

en mi opinión, este es el nuestro.

 

Alumbra lo que toca el dolor y yo lo amo más que a mis peores sueños.

 

No voy a huir al norte,

Señor,

no me cuentes entre los refugiados.

 

En breve continuaremos este informe.

 

Debo dormir ahora

no sea  que pierda el autobús de la pesadilla camino de Sabra y Shitila

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Durmiendo en Gaza

 

 

Fado, dormiré como hace la gente

cuando caen las bombas,

cuando el cielo se abre como carne viva.

Soñaré, pues, como hace la gente

cuando caen las bombas:

soñaré con traiciones.

 

Despertaré a medio día y le preguntaré al radio

las preguntas que la gente pregunta

¿Ha terminado el bombardeo?

¿Cuántos fueron asesinados?

 

Pero mi tragedia, Fado,

es que haya dos tipos de personas:

aquellos que lanzan sufrimiento y pecado

a la calle para poder dormir

y aquellos que coleccionan el sufrimiento, los pecados de la gente.

Los tornan cruces, los presumen

por las calles de Babilonia y de Gaza y de Beirut

mientras lloran falsamente.

¿Van a venir más?

¿Van a venir más?

 

Al sur de Beirut, hace dos años,

camine por las calles de Dahieh

arrastrando una cruz

tan grande como los edificios destrozados.

Pero ¿quién levantaría una cruz

de la espalda de un hombre cansado hoy en Jerusalén?

 

La tierra es tres clavos

y por piedad un martillo.

Detente, Señor.

Detén los aviones.

 

¿Van a venir más?

¿Van a venir más?

 

 

 

 

Adquiere este libro en nuestra tienda en línea

 

 

 

 

También puedes leer