Presentamos, en versión de Mario Licón Cabrera, dos poemas del poeta Robert Adamson. Nació en 1943, en Neutral Bay, un suburbio del puerto de Sídney. Debido a su delinquencia juvenil, seguido se refugiaba en la casa de su abuelo paterno, un pescador del Hawskesbury River. Ha publicado veinte poemarios y tres libros de prosa. Entre 1970-1985, Adamson estuvo a la cabeza de New Poetry, la revista de poesía más importante en Australia de aquella época, y en 1987, junto con su esposa Juno Gemes, fundó Bark Press. Ha ganado todos los mayores premios de poesía australianos incluidos the Christopher Brennan Prize, the Patrick White Award y the Age Book of the Year Award for The Goldfinches of Baghdad (Flood Editions, 2006). Su libro más reciente es Net Needle (Flood Editions 2015). Actualmente está a cargo de la Cátedra de Poesía en la University of Technology, Sydney (UTS). Vive en The Hawskesbury River.
El somormujo tallado a mano
Aquí hay
Dos pájaros
En este poema
Un somormujo
Tallado a mano
En madera balsa
Y un pájaro-serpiente
Sobre la corriente
Del río
La cabeza grasosa
De un pájaro acuático
Corta la superficie
Y se desliza
A lo largo
De bastidores
De madera alquitranada
Ideogramas
Criaderos de ostiones
Bajo la corriente
Más abajo que
El somormujo
Tallado a mano pareciera
Difícilmente flotar
Un pájaro
De dos
Mundos conoce
La oscuridad
Del fondo
Y olas
Alteradas por el sol
Nada
Tan bien
Como una mojarra negra
Suave y veloz
Un reto para
Pájaros
Hechos a mano
Para todo lo compensable
The Hand-Carved Loon
And there are
Two birds
In this poem
A loon
Hand-carved
From balsa
And a snakebird
On the tide
Of the river
The oily head
Of a water bird
Cuts surface
And glides
Along by
Tarred wooden
Racks
Ideograms
Oyster farms
Low on the tide
Lower than
The hand-carved
Loon it looks
Hardly buoyant
A bird
From two
Worlds it knows
The murk
On the bottom
And waves
Crinkled by sun
It swims
As well
As a black trevally
Sleek and fast
A challenge to
Handcrafted birds
To all things made up
Invierno, cama de hospital
La memoria era un cuarto al que llegué a través de un largo corredor
Aterrado por las blancas drogas de la pena sin embargo la pena
Estaba a la deriva sobre una suave corriente de oleaje verde
Donde las imágenes destellaban apresuradas
En esos días no escribí poemas
Para ser publicados sino para llamar la atención
De lectores vecinos que habían sido aporreados por la vida
Quienes flotaban en el patio de ejercicios cual dolores de cabeza
Fumando cigarrillos chafas mirando hacia los lados
Por el próximo castigo por un receso o tal vez por distracción
Chips de memoria continuaban emergiendo hacia la superficie
De nuestras mentes para dar otra mordida
No tenía idea de cómo la poesía el calamar me atrapó
Aferrándose a mi cerebro en el clima enrarecido
Una criatura en el extraño elemento del aire
Alzándose desde siglos de sobrevivencia
Los pensamientos deben ser oscuros y capaces
De preparar la carnada con un pico negro
Para una rápida ejecución y una metafísica elevación a través del abismo
En esos días la poesía era una trampa hecho a mano
Ahí no había ni pescados ni pájaros así que giré mis líneas
Hacia aquellos con cabezas sobrecargadas con resentimientos
Su rabia un punto rojo convulsionándose en un ojo
Mientras los poemas del futuro hacían fila esperando escuchar mi número
Winter, hospital bed
Memory was the room I entered down a long corridor
Thrown by the white drugs of pain though pain
Was adrift on a glassy stream of green tide
Where images flickered and ran on
I didn’t write poetry for publication
In those days but to grab the attention
Of readers nearby who had been crushed by life
Who floated across the exercise yard like headaches
Smoking rag-cigarettes looking sideways
For the next punishment for a break or maybe distraction
Chips of memory kept rising to the surface
Of our minds to take another bite
I had no idea why poetry the squid caught me
It clung to my brain in the damaging climate
A creature in the alien element of air
Arising from centuries of survival
Thoughts must be inky and capable
Of working the bait with a black beak
For a quick kill and a metaphysical rise up through the abyss
Poetry in those days was a handmade lure
There were no fish or birds so I spun my lines
To the ones with heads spring-loaded with resentment
Their temper a red fleck twitching in an eye
While poems of the future waited in line to hear my number