Presentamos un poema del escritor Héctor Cisneros Vázquez. Es maestro en Creación Literaria por la Universidad de Texas. Fue becario del programa Fulbright de los Estados Unidos, del Programa de estudios en el extranjero del FONCA y del Dodson Research Grant de la Universidad de Texas. Ha sido ganador del concurso nacional de poesía Dr. Enrique Peña Gutiérrez (Sinaloa, 2016) y del concurso de poesía Timón de Oro (Secretaría de marina, 2017). Ha publicado y traducido poesía en varias revistas. Sus cuentos han sido premiados en el Concurso de cuentos y tradiciones nacionales (UAM, 2011) y en el Premio de literatura Joven Max Rojas (Iztapalapa, 2011). Es profesor de poesía en La Escuela de Escritores de México.
Salón de salsa
Los guardias de la puerta,
a cambio de una paga que no vale el riesgo,
evitan que entren los hombres que llevan
el signo de la preocupación en la frente
(se puede sobornarlos).
La luz del láser y el estrobo rasga
las tediosas horas de la noche.
El ritmo y el tambor, la multitud,
ahogan los malos acordes
que vienen de la calle:
los cláxones atropellados en la prisa,
los pasos que resuenan
con un temor por el mañana,
las verdades que susurra la soledad,
el tiempo que angustioso
palpita en la muñeca izquierda de los hombres.
La banda toca desde un altar marchito.
En el ojo del remolino de las notas
que como un mezclador
revuelven el sudor con el mojito,
las luces con la noche,
y el aliento con la piel en el baile,
alcanzo a ver a una mujer
como el instante de la luz
que se posa en el metal del saxofón,
con los cabellos largos como el tiempo de afuera
y la belleza afilada por la noche.
Sin notarme
deja la mesa de mano de un bailarín
y—sin ninguna compasión—
con la cadera avienta
la angustia de otras tardes,
aplasta el tiempo a cada paso
y se desviste de la vida
con cada vuelta que le guían esas manos
y con cada compás,
porque para ella
hay tan sólo ocho instantes cada vez
y sabe que en el mismo cauce
bailan siempre otras aguas.
Así yo quisiera
—con mis manos girando su cintura
como un reloj de arena—
que pudiera olvidarme
del tiempo y de la vida por completo.