Ramón Cote Baraibar recuerda a Eduardo Chirinos

El poeta colombiano Ramón Cote Baraibar (1963) recuerda en este poema inédito al entrañable poeta peruano Eduardo Chirinos (1960-2016). Ramón Cote mereció el Premio Casa de América de Madrid. En mayo de 2006 se publicó en Visor su Antología de la Poesía Colombiana del Siglo XX. Ha publicado los libros de poesía Poemas para una fosa común (1984), Informe sobre el estado de los trenes en la antigua Estación de Delicias (1991), El confuso trazado de las fundaciones (1992), Botella Papel (1999), Colección privada (2003) y Los fuegos obligados (2009), XXIII Premio UNICAJA de poesía.

 

 

 

 

LAS FACULTADES DEL HALCÓN

 

 

Para Eduardo Chirinos

 

 

Aún faltaba un día para que empezara

el encuentro de poetas en Villahermosa,

allá en el sur de México y Eduardo me propuso

que lo acompañara a un zoológico ubicado en los límites

del estado de Tabasco. Caminando entre el aire tibio

y bajo el sol que secaba los pastos amarillos vimos deambular

con natural mansedumbre varios elefantes,

alguna pareja de despistadas jirafas

que nos miraron con total indiferencia,

grupos de nerviosas avestruces y una manada de leones

que parecían como si estuvieran en su descanso laboral.

Contagiado por su extraña alegría que aumentaba

a medida que señalaba las facultades de un halcón,

que descubría a lo lejos un pájaro carpintero, que se detenía

ante un nido de víboras, que recordaba la etimología de la palabra

rinoceronte, que contaba las rayas de las hienas,

nos aventuramos a cruzar un endeble puente colgante

desde donde se veían a la orilla del lago

varios cocodrilos con la boca abierta

y micos que se balanceaban de una rama a otra

y pescados que huían velozmente al detectar

el ruido de nuestros pasos. Así siempre te recordaré,

Eduardo, cuando convertiste esa parte del estado de Tabasco

en una sabana del Chad, en una interminable llanura del Congo,

en una vasta planicie del Camerún, en una extensión

americana de Kenia, feliz de poder nombrar, catalogar

y enumerar cada uno de los animales de la tierra,

como si tu misión fuera la misma de Noé

a la entrada del Arca.

 

 

 

 

 

También puedes leer