Presentamos una muestra de Thiago Ponce de Moraes (1986). Poeta y traductor. Es autor de Imp. (Caetés, 2006), De gestos lassos ou nenhuns (Lumme Editor, 2010) y Dobres sobre a luz (Lumme Editor, 2016), además del libro de ensayo Remos e Versões (Multifocus, 2012). Doctor en Literatura comparada por la Universidad Federal Fluminense de Río de Janeiro; y es profesor del Instituto Federal de Río de Janeiro. Las traducciones son de Luis Aguilar.
Ígneo
Desde lo alto del día por donde alguna luz se difunde,
Sombras de mayo retumban frente a la tarde.
El cerezo atrae con sus flores —
Trémulo y vacilante sobre cantos que el solsticio embaraza.
Embaraza cierta oblicuidad sonora
Ceres en la simiente. Ceres que haces crecer con palabras.
Dices paisajes cinabrio; partes de la tarde.
Y,
Ebria de sueño, fundas tu nombre.
Ígneo
Do alto deste dia por onde alguma luz se difunde,
Sombras de maio ecoam perante a tarde.
A cerejeira acena com suas flores –
Trêmula e vacilante sobre cânticos que o solstício embaraça.
Embaraça certa obliqüidade sonora
Ceres na semente. Ceres que fazes crescer com palavras.
Dizes paisagens cinabre; partes da tarde.
E,
Ébria de sono, fundas teu Nome.
Caligrafía
No imaginas lenguaje alguno —
Y la mañana rompe como una herida en tus labios.
Tu boca se abre, apenas una palabra sangra
Mientras que pasa el día.
Sépalo: en casa del olvido ahondas.
Hojas en el piso y sombras del follaje de los árboles
Se extienden por donde camino. La noche
No precisa de estre–
Llas. Tus hojas surcan la arena,
Una palabra aún tiene
Luz:
Nada está perdido.
Caligrafia
Não imaginas linguagem alguma –
E a manhã rompe como uma ferida em teus lábios.
Tua boca se abre, apenas uma palavra sangra
Enquanto passa o dia.
Sépala: na casa do esquecimento afundas.
Folhas no chão e sombras da folhagem das árvores
Por onde o caminho vaza. A noite
Não precisa de estre–
Las. Riscam a areia tuas folhas,
Uma palavra ainda tem
Luz:
Nada está perdido.
Andrómeda
No hay razón.
Hay, cuando mucho, estrellas, nostalgias.
Abres un libro. Cuántas constelaciones te rechazan.
Con tus cabellos de oro deseas que esta sea
La morada que procuras,
La palabra que exista, pero se escurre entre las manos.
Tienes apenas un destello ciego
Para que vengan. Guardas cualquier recuerdo hecho color,
Aunque muerto,
Y lo sigues con el fuego fatuo de tu voz.
Ni las más brillantes estrellas, ni las más voraces
Nostalgias: todo falta —Amor/Tiempo.
Quedan tus cabellos de ceniza con que te inclinas
Sobre la vida volteando el rostro al cielo.
Andromedae
Não há razão.
Há, quando muito, estrelas, saudades.
Abres um livro. Quantas constelações te não acolhem.
Com teus cabelos de ouro desejas que seja esta
A morada que procuras,
A palavra que existe mas escorre pelas mãos.
Tens uma recordação apenas, quando luz, e cega,
Para que venham. Guardas qualquer lembrança feito uma cor,
Ainda que morta,
E a ela segues com o fogo-fátuo de tua voz.
Nem as mais brilhantes estrelas, nem as mais vorazes
Saudades: tudo falta – Amor/Tempo.
Restam teus cabelos de cinza com que te inclinas
Sobre a vida tornando a face para o céu.
La belleza que tienes, no la que das,
Roza la eternidad en mis ojos.
Bajo los árboles, de la sombra que la naturaleza concede,
Siento tus dedos leves reposar en mi nuca.
Tus labios breves, —tu piel—
Dispersan mi voz: instantes de la tarde.
Sobre mi pecho echada lanzas, tu sombra, tu cabello,
La belleza que tienes: es efímera y me basta.
A beleza que tens, não a que dás,
Roça a eternidade nos meus olhos.
Sob as árvores, da sombra que a Natureza concede,
Sinto os teus dedos leves repousarem em minha nuca.
Teus lábios breves – a tua pele –
A minha voz dispersam: instantes da tarde.
Sobre meu peito deitada lanças tua sombra, teus cabelos,
A beleza que tens: é efêmera e me basta.
Mi ojo se abre como herida,
Se abre como tu boca incierta,
Puerto íntimo en tu frente.
Se abre en faltas y lágrimas,
Se abre en rasguño, llaga imposible,
Se abre de tu cicatriz, como un libro,
Se abre como tus piernas
Que me aprietan inconsútil
Hasta que prematuramente me acerco y quedo ciego
En mi último deseo
Para tu fuente que al darse
Me sorbe por completo,
Que me sutura vivo
De la noche hasta el amanecer.
Meu olho se abre como ferida,
Abre-se como tua boca incerta,
Porto íntimo em tua fronte.
Abre-se em falhas e lágrimas,
Abre-se em fenda, chaga impossível,
Abre-se de tua cicatriz, como um livro,
Abre-se como tuas pernas
Que me apertam inconsútil
Até que cedo e me achego cego
Em derradeiro afã
À fonte que ao se dar
Me suga por completo,
Que me sutura vivo
Da noite até de manhã cedo.