Poesía mexicana actual: Gran Dao

Presentamos una muestra de Gran Dao (Ciudad de México, 1991). Poeta, orador y vocalista. Febrero 2012, Ruidos del alma. Octubre 2013; revista Los bastardos de la uva y la Compilación VII Del Borde. Mayo 2014, La fiesta del infierno. Diciembre 2014, Compilación XII y XIII Del Borde. Octubre 2016, Dark Dealer. Octubre 2018, Culto a Savannah. Julio, 2018, álbum-compilación From the Shadows, con el proyecto Amphetamine of Lovers (metal industrial). Desde 2014 a la actualidad participa en la Feria Internacional del libro en el Zócalo de la CDMX con la editorial independiente Taller de Creación Literaria.

 

 

 

LA CICATRIZ DE LA MUERTE

 

Les hablo a los que entregaron la piel

para sangrarla con el magnífico dolor

de las agujas y la tinta.

 

A los que marcan el instante

y revelan el hocico

ante la incipiente crítica,

a los que simbolizan

el último suplicio por convicción

ni un quebranto más por perseguir

a quién miente en el amor,

a los que se imprimen el nombre

de un profundo ser

que les abarca más allá del alma,

a los poderosos y a las empoderadas

que transmiten una emoción infinita,

inexplicable para los ojos de los fisgones,

a los que destrozaron las falsas leyes sociales,

enaltecieron la demencia, el arte

y dejaron de lado la vergüenza

para ser de una maldita vez

lo que se quiere ser

y no lo que el mundo

te grita que seas:

 

Sigue a la manada,

no cometas errores,

détente, frénate, párate.

¿Quién carajos eres

para creerte de esa manera?

 

Sé cómo esos humanos robotizados,

atiborra tus neuronas de televisión,

obedece abyectas órdenes,

infecta tus tímpanos de la musiqueta

que imbeciliza a la civilización,

no sueñes con ser distinto,

no desees nada imposible,

no puedes porque no tienes dinero,

quédate cómodo, ser lo que aspiras

es muy complejo.

 

Un tatuaje es una decisión hasta la muerte,

es rasgar con potencia la exaltación del espíritu

hasta la apertura de los portales de la conciencia,

libertad de entrada y salida:

al fresco movimiento del viento

al intenso cuerpo del fuego.

 

Un tatuaje exalta la belleza,

eterniza los recuerdos,

determina tu actitud,

abandonas temores,

saboreas el dolor,

potencializas tu personalidad.

 

Que arda la corteza

que brote la sangre

que penetre la tinta

que las agujas sean

un torrente de electricidad

inundando de placer

los huesos, el pensamiento,

las sensaciones de lo que dejas

para ser un nuevo humano

al que todos los incultos

miraran con rareza,

dirán que eres presidiario,

un vago, un joven estúpido,

un puerco sellado,

el más sucio y estúpido de tu estirpe,

pero de una maldita vez

arriésgate ahora mismo.

 

Te incito al ritual

del sagrado placer del dolor,

abre tu cuerpo al éxtasis de la tortura,

agranda tu corazón al frenesí de las emociones,

destroza los cerrojos de lo prohibido en tu mente,

encuéntrate a ti mismo

y vive libre hasta el final.

 

 

 

REBELIÓN

 

Mi voz retruécano

en la cresta del anarquismo,

mis versos tropel de pardos galgos

levantan densa bruma de clavos

ante el orden impuesto al destino.

 

La corona no es de nadie

ni las ataduras perduran eternas

salvo en la mente del que las crea.

No me incumbe saber quién nos gobierna,

al inepto que enarbolen, nos robará a destajo,

la política no cura y no voy a cambiar de idea.

 

Expande el poder que posees en la mente,

nadie te dará lo que quieres ni pagará lo que pides

ni atenderá lo que exiges ¿no sé si me entiendes?

La felicidad sólo de ti depende.

 

El tiempo es corto y mis ganas se desbordan

por traspasar las expectativas, lo comprendí hasta ahora,

si no eres disciplinado no serás galardonado,

de sobra, un escritor más en la fila de los desahuciados.

 

He vuelto al templo de los estudios tras mi letargo,

sacro alimento en cada línea que escarbo

cuando un nuevo libro abro, lo deleito despacio,

lo analizo en silencio, me asombro de ese destello recio

que emerge de aquellos paraísos místicos,

excéntrico vino de sabiduría para este ser vampírico.

 

Mi voz tormenta de carámbanos

en la jungla del conformismo,

mi lettering tromba de nardos

sobre la angustia de tu piel, sé cuánto ardo

ante la sumisión por el consumismo.

 

Este planeta no es de nadie

son los humanos los que lo invaden,

masacre de árboles, tortura de animales,

explotación de recursos, falsos discursos,

ridículas riñas en el congreso, la masa en retroceso

degrada el progreso y yo entre escollos no me escabullo.

 

Reconfigura la visión de la realidad que imaginas,

nada es como tú lo percibas, profundiza más allá de las aristas,

lo imposible oculta soluciones infinitas, quebranta paradigmas

y horada en la carne la insignia que del resto te distinga.

 

El tiempo es oro y las dudas se esfuman

si derrumbas las murallas de lo inalcanzable,

deja que ladren y se arrastren en su lastre,

inmutable silencio hará que se confundan.

 

Lobo plata al filo del precipicio,

aúlla sus euforias sin olvidar sus designios,

camina entre incendios, plañe en umbríos resquicios,

vibra en las ondas del agua, flota en la calma del viento.

 

Descifra el sabor del cielo, conecta tu cerebro

con la naturaleza y disfruta sus rarezas,

en vanas promesas no quedes inmerso,

esto que ves es obra del Gran Arquitecto del Universo.

 

 

 

TERRORISMO NEURONAL

 

Somos un proyectil

apuntando hacia el rostro del creador,

incluso, él desea consumarlo.

 

Ingerimos del veneno,

damos una cara

y adquirimos nuestro boleto

para integrarnos al supuesto divino cielo.

 

Vi a un clérigo pisotear la bandera del orgullo gay,

leí en el diario que un arzobispo ampara violadores,

matan al que dice la verdad,

en mi país es un crimen ser periodista.

 

Destazan mujeres a destajo,

trata de blancas en el comité directivo,

niñas de doce drogándose y prostituyéndose

a unos pasos de la procuraduría,

otras por seguridad abordan el taxi y desaparecen,

salieron de rumba y sus restos fueron hallados

en el barranco de la inmundicia,

ya no volvió a casa esa noche,

el retrasado mental de su novio

le partió el cráneo a patadas

y abandonó el cadáver en el motel de paso.

 

En Ciudad de Muerte la justicia es para los privilegiados,

se interesan en tu caso si cubres con la cuota,

de lo contrario, espera en la fila hasta ser olvidado.

 

Cállate, baja la mirada y chupa la avaricia del jefe de gobierno,

devasta tu autonomía, asume su heteronomía,

pulveriza tus razonamientos y argumentos,

ellos quieren títeres miméticos de su sistema,

ansían el control total de las masas para esclavizarlas,

media población enajenada grita gol

y la otra mitad embebida en los reality shows.

 

Mi dedo corazón a picotazos activa tu inacción.

Levántate a dar guerra hasta culminar tus objetivos,

¿o te postrarás a dar lástima en la laguna mental de tu pobreza?

 

El círculo negro de criminales formales

no vela por los intereses del pueblo,

tú eres responsable del cambio,

transformación del ser interior

antes que exigirles a otros mejorar.

 

El futuro es una visión y no se vaticina,

este es el momento oportuno,

reiniciemos el ciclo.

 

Somos una bomba

activada en la mente de Dios,

aunque, él también quiere estallarla.

 

Consumimos la droga,

retorcemos la cara

y compramos nuestro pase

a la sempiterna tranquilidad del firmamento.

 

Vi a un niño disparar a sangre fría a sus compañeros de clase,

finó a la maestra y su monstruoso acto culminó con su suicidio,

noticia de impacto que me hizo vomitar el desayuno,

la infancia roba, mata y trafica bajo el sol del infortunio,

la educación institución del crimen para una nación

que se compensa con la mísera despensa del ladrón.

 

Aceptamos el circo mediático que nos dan los altos mandos,

tragamos el pan de la ignorancia cabizbajos

y nos creemos diablos en tierras privatizadas.

 

En Ciudad de Matanzas la ley es una pérdida de tiempo,

entrega el soborno o tu familiar se queda preso,

o contrata al abogado que te sacará los ojos

y el problema no quedará resuelto.

 

Silencio, hazte el ciego y mama las ideologías del jefe del infierno,

renuncia a tus sueños, entrégales tu cuerpo,

pisotea tus sentimientos y recuerdos,

ellos alucinan irrefrenables máquinas humanas para sus fábricas,

desean el nuevo orden mental de la raza para mancillarla,

media nación de rodillas, en la iglesia, le rezan a la nada

y la otra parte asustada se persigna en casa.

 

Vuélvete loco, pero nunca te quedes quieto.

Aférrate a pulso fiero a dejar tu huella en este mundo

¿o te aterras del insulso fuego al cruzar el oscuro rumbo?

 

Esa bastarda banda de oligarcas

saqueará lo que nos resta a las esferas bajas,

la revolución inicia en tu mente,

transmigración ulterior de los sentidos

antes de resolver los conflictos con pancartas en marchas.

 

Lo que está por llegar es impredecible

este es el instante adecuado

reinventemos las neuronas.

 

Somos un terremoto

en medio del viacrucis,

sin embargo, el todopoderoso anhela estar muerto.

 

Amamos los vicios, deterioramos la cara

y obtenemos el ticket

para deslizarnos en la inmaculada vagina celestial.

 

 

 

DE ORO VISTE EL CAMANDULERO

 

Entrarle al brete.

Mi barrio Santa María puro diablo se le inclina.

Espumarajos arrojo al cielo.

 

Mi barba enmarañada de perversiones.

He desvalijado mi alma a cambio de dinero negro,

desperdicié abriles y octubres por ser adulador de la psilocibina,

derramé mi ponzoña en las cortesanas

y a pesar de esto, los aplausos acarician el lomo

del pirómano alienado que ahí fuera se manifiesta.

 

Regurgité sus parques, envicié a virtuosas mujeres,

de mi confinamiento me fugué, estoy de vuelta

y el retroceso es otro crimen.

 

Me pavoneo de largarme

y no poner mis pies en esta tierra

ni una vez más,

acabo por hacer gárgaras con vinagre.

 

De varones lo confieso

he sido de oro camandulero

y, aun así, le llueven besos al querube

que por dentro es diablo iluso

que gasta su pólvora en infiernitos.

 

Irremediable que en la maldad

no se halle estética,

incomprensibles misterios del arte.

 

Mi piel no fue manto del abandono,

ni mi conciencia hace reverberación,

a mis personalidades les negaron la amnistía.

Yo desmadré el motor de latidos

a la postrera palabra.

Tertuliano soy del fuego

y ahora el frenesí es la perturbación de la perversión.

 

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