Nueva poesía europea: Kristina Hočevar

Versopolis es un programa que cuenta con el apoyo de Europa Creativa, el propósito que tiene es el de promover la poesía escrita por los jóvenes poetas europeos a través de una serie de festivales con distintas sedes en Europa como los que dirigen nuestros amigos y colaboradores Ales Steger y Mite Stefoski, directores de los festivales Days of Poetry and Wine, en Eslovenia, y el Struga Poetry Evenings, en Macedonia, respectivamente; en Círculo de Poesía creemos en la literatura que están escribiendo estos jóvenes poetas y hemos decidido presentar a cada uno de los poetas que han sido seleccionados en este programa. En esta ocasión presentamos, en versión de Álvaro Vallarta, a Kristina Hočevar. Es una importante poeta eslovena nacida en 1977. Estudió Lengua Eslovena y Lingüística en la Facultad de Artes de Ljubljana. Ha escrito cinco libros de poesía. Recibió el Premio Golden Bird, el Premio Jenko de la Asociación de Escritores Eslovenos y fue nominada para el Premio Veronika. Su poesía ha sido traducida al inglés, polaco, hebreo y húngaro. La voz poética de Hočevar se encuentra entre las más dinámicas de la escena literaria eslovena por su sensibilidad y compromiso social.

 

 

 

 

hablamos (ella habla) de nazismo y estética, pero ninguno

 

de nosotros es un nazi, debido a los miedos y a mi propia estética

porque yo no tengo discurso político, sufrimos, ella con persianas y yo a la vuelta de la esquina

 

con ojos al borde de las lágrimas, en la tarde-noche casi madrugada, finalmente

nos atornillamos sin ropa mutuamente.

 

 

 

 

govori(va) o nacizmu in estetiki in nobena od naju

 

ni nacistka, ampak zaradi estetike in mojih strahov in

nimam političnega diskurza, ona z roletami čez, jaz v kotu,

 

pretrpiva s solzami na robu oči, pozno ponoči proti jutru se končno

dol dava povsem slečeni.

 

 

 

 

Tú eres un niño porque tu llanto sigue corriendo debajo de los pupitres como una balbuceante primavera.

Eres un niño. Es tan corto tu aliento y tan largo tu frío. Con los disparos las sillas se lamentan.

 

Y no duermes por las noches. Pudiste ver la mano que alguien ocultaba en sus bolsillos.

Escuchaste esas palabras que alguien olvidó poner dentro del árbol. Las palabras y los juegos no solucionan nada.

 

Estás acabado niño. En los cuartos de calderas

te volverás cada vez y cada vez más gris.

 

 

 

 

otrok si, ker tvoj jok kot grlen potok steče pod klopmi učilnice.

otrok imaš mraz večji od vdiha. sedeži pokajo, ko se guncaš.

 

in noči noči ne spiš. videl si roko, nekdo je ni iztegnil iz obleke.

slišal si besede, nekdo jih ni dal v drevo. in igre in besede niso

mehkoba, da razreši.

 

otrok si zaključen. po vseh kurilnicah

boš vedno bolj siv otrok.

 

 

 

 

Cuando las nubes emigran, pienso que voy corriendo.

La blancura del mar acecha en las cavernas.

Una naranja que cayó del Kilimanjaro en una pieza de Ljubljana.

El mar se aleja de las vejigas y de los mingitorios

cada vez que puede. Y cuando corro, pienso que las nubes emigran.

 

 

 

 

kadar se selijo oblaki, mislim, da tečem.

belina morja se v votlini širi.

pomaranča se vali s kilimandžara v kos ljubljane.

nebo se oddaljuje iz mehurja in seč prepogosto

curlja. kadar tečem, mislim, da se selijo oblaki.

 

 

 

 

Solamente estos muros son tuyos. Cambian sonidos, cambia la gente;

las niñas han crecido.  Solamente después de estas prisiones tu cuerpo se desarrolla -no hay

otra pista de baile.

 

Tú los miras -tú y los demás presuntuosos

algo sucio se engendra entre ellos y las manos se deslizan, respiras mientras el sol negro

arriba se disipa y conduces la electricidad.

Todos somos lo mismo, suspiramos en escarlata, nadie acecharía

nuestros hermosos cuellos con metales, es de noche y es de día cuando somos nosotros escribimos cuando bailamos

nosotros escribimos y el ruido mueve las caderas.

 

Y solo tú puedes limpiar la cocoa en polvo de mis comisuras.

 

Te apoyas contra la pared con la pierna doblada. Sobre sus cúpulas

descansan tus manos. Esas son las niñas,

muchachas y muchachos en celo. Granadas nocturnas son lavadas con cristales de agua.

Aquí estará tu refugio:                                      aunque todo se hunda lentamente

 

ascenderás de estas catacumbas:

 

Aquí tus besos son

contra los muros y entre muros solamente

tus propios muros.

 

 

 

 

only these walls are your walls. teams change, sounds alter;

girls get younger. only behind these bars your body unfolds – there is no

other dance floor.

 

you watch all of them – yours and the presumptuous;

they spawn and hands slither, you breathe and the black sun above us revolves, you electrify

and there’s no need for difference, in this territory you breathe scarlet, no one can throw

iron around these silken necks, there is night and it’s day, when we are, we write, when we dance,

we write and sounds sway the hips.

 

and you can only wipe the cocoa powder off my lips.

 

at these walls you lean with a bent leg. on these vaults

you lean with bare hands. there are girls,

hints of boys hints of girls. pomegranate nights are washed with glasses of water

and here stands your shelter:                                 even though it is sinking

 

from underneath these vaults you rise:

 

here your kisses are,

in these walls – for only these walls

are your walls.

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