Presentamos una selección de poemas del poeta mexicano radicado en Bolivia, Anuar Elías Pérez (Ciudad de México, 1983). Participó en el Festival Días de Poesía y Bolivia 09 o érase una vez (2009) y en el II Festival de Poesía Amazónica Beni-Moxos (2014). Ha publicado el plaquette Acero Inoxidable (La Ubre Amarga, 2015) y Simulacro de mudanza, Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal (Plural editores, 2019). Obtuvo los premios Arte joven (2010), con el cortometraje Quehuaya ganó el premio Amalia de Gallardo y Eduardo Abaroa (2017), varias menciones de honor y formó parte de una decena de festivales internacionales de cine. Como actor participó en el Fitaz (2012), Festival Internacional de Teatro de Santa Cruz (2013) y Santiago a Mil (2014). Es co fundador del Laboratorio de Arte Contemporáneo Boliviano Replicante. Forma parte del Colectivo Lee.
Simulacro de mudanza
Selección de poemas
I
Cada tanto ejecutamos el ritual
de mudarnos
a la misma casa
con la esperanza de contrarrestar
—inútilmente
el miedo a la imposibilidad
o al estancamiento
empacamos todo
corremos de lugar el mobiliario
y —agitados por el vértigo
bailamos hasta el agotamiento
la extraña danza
de la renovación
luego al colocar todo como estaba
reparamos en aquello que con tanto empeño
seguimos llamando hogar
un conjunto de pertenencias
que pasarán
más tiempo juntas
que nosotros.
IV
Nunca imaginamos llegar al punto
en el que tocaría
renovar la loza —venida a menos
por el uso— o el plaqué
sin filo
que muy bien nos sirvió de arma
contra el hastío
entonces nos veremos
caminando sobre los blancos pasillos
del supermercado
agitados frente a lo irresistible
que siempre nos parecieron las ofertas
¡Un juego de cuchillos en rebaja!
—nos diremos entre dientes
al llegar a casa
abriremos la caja dominados
por el nervio de quienes
frente a los metales nuevos
no contienen el impulso
de afilarlos —por primera vez
con el aliento
segundos después
—y sólo entonces
en el reflejo de sus finas hojas
nos daremos cuenta
que las cicatrices ya empiezan
entre tantas arrugas
a disimularse.
V
Días en los que la novedad
es un espejismo
alteramos el orden
de la norma
asumiendo el riesgo
que implica toda transferencia
doblamos con esmero
la ropa sucia
antes de apilarla en el canasto
fregamos la vajilla con shampoo
le damos forma
al polvo
costumbres que sin duda
representan un pequeño triunfo
sobre cualquier ideal de convivencia
si se piensa la soledad como una pérdida
de tiempo
perfeccionando las técnicas
estrictamente orientadas
a la higiene.
VII
Discutimos con lujo de violencia
esperando que la gravedad
nos empuje
—una vez más
al coito
separados por el humo
de una colilla apagada con
desgano
hablamos del clima a solas
como manera de
provocación
pasaremos la noche
buscando entre ceniza
un pequeño indicio
de pronto el
guiño de una brasa
—donde alguna vez ardió el
fuego de la complicidad—
en el contagio de un bostezo.
XII
¿Hace cuánto que no
cerramos los ojos
al mismo tiempo?
me pregunto mientras
apago la luz
y el ritmo de tus respiraciones
nos contradice
te digo que te amo
aun sabiendo
que ya no me escuchas
mañana cuando despiertes
me preguntarás
—como todos los días
¿qué hora es,
amor?
bajo la mesa de noche
buscaré a tientas
el interruptor
que nos lleva de vuelta
a nuestra
primera mudanza.