La poeta y traductora ecuatoriana, radicada en México, Valeria Guzmán Pérez (1989) mereció el Premio Nacional de Poesía Tijuana por el poemario Ofidias. Actualmente trabaja para la Academia Ecuatoriana de la Lengua, para la Academia Mexicana de la Lengua y para la Asociación de Academias de la Lengua Española. La Casa de la Cultura Ecuatoriana publicó su libro Efusiva penitente en 2010. Obtuvo el Premio Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en 2009 con su poemario Constelada. El jurado estuvo compuesto por José Vicente Anaya, Olga Gutiérrez Galindo y Leonora Simonovis. Proponemos la lectura de algunos poemas del libro.
sembré un almendro
para colgarme
lo sembré
por su veneno
sembré su linde
de río amargo
sembré un almendro
para amarrarme
lo sembré
por prender fuego
sembré su sombra
a muerte
A Andrea Muriel, por Silvia y Asia
Puede haber dos mujeres
cuyas vidas se entrelazan por un hombre.
Puede que en las charlas de café
muchas mujeres platiquemos a menudo
sobre cuánto nos gustaría matarnos.
Pero otras veces llega una mañana en que el frío
es insoportable y el gas escapa sin retorno.
Tus hijos pueden quedarse ahí sentados
a medio desayuno
con la amarga herencia del suicidio.
Puede que además la que fue amante de tu marido
y besa a tus pequeños antes de dormir
una mañana tome a su propia hija en brazos
abra la llave del gas y te vaya a hacer compañía.
Y ya unidas por el invierno perenne
puedan por fin encontrar los desaciertos.
Sucede raramente pero sucede:
A veces la muerte se replica.
mis recuerdos están en ruso
y no tienen doblaje
TRÍPTICO DE GATAS
I
Una gata perpetua
erguida al borde del desconcierto.
Son horas en las que se queda
mirando fijamente
con la profundidad azul de sus ojos.
Solo el vidrio la separa
de un par de pequeños pájaros
que brincotean en el árbol de en frente.
Ella no lo sabe
pero su trinar es hermoso
y solo contempla
la danza del espacio mudo
como en una película de Chaplin.
II
Una mujer
toma té de cerezas
y mira una gata
erguida en la blancura.
Sobre la mesa
un libro de poemas en ruso.
Ella intuye
que la gata sorda
y su lengua muda
son complementarias:
¿Cómo será leer y entender
grafías y gramática de un idioma
e imaginar el sonido de las palabras
sin saber pronunciarlas?
III
Es la misma película de Chaplin
en revoluciones y ritmos:
La gata es siberiana y sorda.
La mujer es rusa y muda.
A negro y blanco
se ha puesto en escena
el silencio.